La «drástica» subida de la factura de la luz aumentará las reclamaciones, según la CNE
La nueva normativa, que cambiará la estructura del recibo para acabar con el déficit de tarifa, ha supuesto una subida del 3,2% desde agosto
Acabar con el déficit de tarifa del sistema eléctrico español se dejará notar en los bolsillos de los consumidores, según la Comisión Nacional de la Energía (CNE) . El organismo advierte de que una modificación «tan drástica» en el término fijo (potencia) del recibo de la luz como la propuesta por el Ministerio de Industria puede incrementar las reclamaciones y consultas de los consumidores, «en particular de aquellos de baja utilización y sin información sobre la elección adecuada de su potencia contratada».
La Orden de peajes forma parte del paquete de medidas aprobado por el Gobierno el pasado mes de julio para eliminar el déficit de tarifa y que ha supuesto una subida de la tarifa de la luz del 3,2% desde agosto. Esta normativa cambiará así la estructura del recibo de la luz, aumentando así su ponderación en el término fijo y bajando el del consumo.
Para evitar el incremento de las reclamaciones, el organismo presidido por Alberto Lafuente sugiere que se debería analizar la posibilidad de introducir un periodo transitorio , de forma que los consumidores se puedan ir ajustando gradualmente al cambio de estructura de los peajes de acceso y adoptar campañas de información, especialmente para los consumidores domésticos, con el objeto de que se contrate adecuadamente la potencia necesaria.
En su informe sobre la propuesta de Orden por la que se revisan los peajes de acceso de energía eléctrica, el regulador energético considera que el plazo para informar sobre el texto es «insuficiente», máxime teniendo en cuenta que para analizar la suficiencia de los peajes de acceso propuestos se hace necesario conocer el impacto de las diversas propuestas normativas recibidas con plazo superior al de la propuesta de orden.
Además, considera que debería haberse tramitado previamente la normativa del marco retributivo de las actividades reguladas , que justifica la variación introducida en los peajes de acceso de la propuesta de orden, así como disponer de una valoración económica en detalle de cada medida en el cuadro de costes del sistema previstos para 2013 de la memoria.
Cubrirán el 71% de los costes
En lo que respecta a la previsión de demanda, costes e ingresos previstos en la Orden, la CNE afirma que aumentarán un 2,2% frente a los previstos en febrero de 2013, a pesar de la contracción de la demanda, debido al incremento de los peajes de acceso, mientras que los ingresos externos a los peajes (procedentes de medidas fiscales, subastas de CO2 y otros extraordinarios) se reducirán un 10% respecto a los considerados en la Orden anterior. Así, los ingresos por peajes de acceso pasarán de cubrir el 66% al 71% de los costes previstos para el ejercicio 2013.
Respecto a la previsión de ingresos, la CNE apunta que la Orden no proporciona información «suficiente» que permita valorar los ingresos por peajes de acceso previstos para 2013, aunque, según el escenario planteado, los ingresos de la propuesta de Orden podrían estar sobrevalorados en 210 millones de euros debido, fundamentalmente, a una diferente previsión de la potencia contratada por periodo. En caso de aplicar las tasas de variación registradas por la demanda en los últimos doce meses de los clientes de baja y alta tensión, los ingresos previstos por la CNE resultarían 289 millones de euros menos que los ingresos previstos en la propuesta de Orden.
El déficit tarifario es la diferencia entre los ingresos del sector vía tarifas y los costes de generación . Actualmente suma 26.000 millones de euros, cantidad que estamos pagando y seguirán pagando nuestros hijos durante años. Resumiéndolo a grandes rasgos, se trata de una deuda reconocida por el Gobierno que los usuarios deben abonar a las compañías eléctricas . Es tal su magnitud que, como reconoció el anterior secretario de Estado de Energía, amenaza con extenderse durante generaciones, de tal forma que, si no se ponen soluciones, serán «los hijos y los nietos» de los actuales consumidores los que acarrearán con su devolución, durante «20 o 30» años.
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