Economía cree que la prima de riesgo bajará de 200 puntos este mismo año

De hecho, Latorre ha recoreado que el Tesoro está en una situación «bastante cómoda» , ya que ha emitido ya el 76% del total de sus necesidades de financiación a medio y largo plazo para todo el año, lo que permitirá «levantar el pie del acelerador» en las emisiones a la vuelta del verano y favorecer a la caída de la prima. Tras repasar la situación económica, el secretario de Estado asegura que ve una clara «inflexión» en las variables reales y anticipa un «cambio de tendencia» hacia tasas positivas de crecimiento. De hecho, insiste en que el PIB estará próximo a cero o incluso será positivo ya en el tercer trimestre , tendencia que se mantendrá en el cuarto trimestre y en 2014. «Entendemos que entramos en una recuperación suave, pero sostenida en el tiempo», dice Latorre, para quien se están sentando las bases de una recuperación «duradera», gracias a las ganancias de competitividad, los avances en las consolidación fiscal, la corrección de los desequilibrios externos y la disminución del endeudamiento privado.

En este sentido, defiende las previsiones que ha incluido el Gobierno en el cuadro macroeconómico, que apuntan a una caída del PIB del 1,3%, que es «perfectamente alcanzable» analizando los últimos datos. De cara a 2014 y a pesar de ser más pesimista que el consenso nacional, asegura que el Gobierno también mantiene su previsión del 0,5% porque prefiere mantener una posición «conservadora» y si hay sorpresas, que sean positivas. En cualquier caso, considera fundamental seguir con las reformas.

El «número dos» de Economía afirma que la reforma laboral merece una valoración «positiva», aunque reconoce que el nivel de paro sigue siendo «muy elevado» y mantiene «abierta» la posibilidad de «tocar o reforzar» alguna cuestión puntual. Estos retoques, según el secretario de Estado, no irían enfocados al contrato único que reclaman algunos sectores económicos. A este respecto, Latorre explica que esta opción se valoró «en su momento» y se consideró que no tendría un impacto en la actual coyuntura ni a medio plazo. «Si introduces un único contrato que no abarate la contratación, mejorarás el problema de la dualidad, pero la respuesta en creación de empleo es dudosa», indica. Sobre la reforma fiscal en la que trabaja el Gobierno, cree que aún es pronto para conocer el trabajo del grupo de expertos creado para este fin, puesto que no presentará su informe hasta principios del año que viene. Aún así, Latorre insiste en que uno de los compromisos del Gobierno es n o prorrogar el gravamen temporal del IRPF más allá de 2015.

Ante la posibilidad de que la mejora del contexto económico y de la evolución de algunos impuestos permita adelantar este cambio fiscal, el secretario de Estado se limita a decir que uno de los objetivos principales del Gobierno en estos momentos es cumplir con la consolidación fiscal. «Vamos a ver cómo va la segunda parte del año, la mejor evolución económica mejoraría las bases impositivas, pero de momento hay que cumplir el objetivo de déficit este año y queda todavía medio año por delante», señala Latorre, quien, sin embargo, se muestra convencido de que el Gobierno cumplirá el objetivo aunque el Estado haya rebasado ya el límite para 2013 (3,8%).

Sobre el estado del sistema financiero, Latorre ha asegurado que confía en que el Estado pueda recuperar «si no toda, una parte importante» de las ayudas públicas destinadas a la reestructuración de Novagalicia Banco, al tiempo que asegura que la compra de la entidad gallega por parte de un fondo de inversión extranjero sería una «señal adicional de interés» en la economía española. «Novagalicia tiene una presencia importante en la región, una buena limpieza de activos dañados y una red atractiva. Vamos a esperar a las ofertas, pero creo que se puede recuperar si no toda, una parte importante de la inversión realizada», explica el «número dos» de Economía en una entrevista a Europa Press.

Latorre afirma que un fondo internacional sería «tan buen comprador» como un banco nacional -se habla del interés del Santander, BBVA y Caixabank-, si se garantiza un «compromiso de permanencia». A partir de ahí, el secretario de Estado considera que la compra por parte de un inversor internacional lanzaría al mercado una «señal adicional de interés» en la economía española que tendría un «valor añadido».

En este sentido, descarta que la subasta prevista para la vuelta del verano se pueda decantar en función de si las ofertas exigen o no ayudas públicas. «El precio es un paquete tanto de precio fijo como de cobertura de contingencia. No hay preferencia por un diseño u otro», asegura. «Hay interés inversor y vamos a ver. La idea es recuperar el máximo y vender al mejor precio. Todavía hay partida por delante», reitera. Latorre también se refiere a la venta de Catalunya Banc, para la que aconseja «aclarar» la negociación del ERE, que arranca el próximo 20 de agosto, antes de iniciar el proceso de enajenación.

El secretario de Estado, en cualquier caso, descarta que el intento de venta de la antigua caja catalana se vuelva a frustrar por tercera ocasión. «Se hará con suficientes atractivos para que sea un éxito», garantiza, para después matizar que éstos se referirán al saneamiento y reestructuración de la entidad y a que un contexto de recuperación económica pueda impulsar el proceso. En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno pida una prórroga de la línea de crédito de hasta 100.000 millones facilitada por Bruselas , y de la que se han empleado unos 41.000 millones, Latorre descarta esta posibilidad, al asegurar que «no tiene sentido, ni ventajas ni justificación».

«Los bancos están en una situación de capital holgada. Si hubiera eventuales necesidades de capital se podrían satisfacer por estos mismos o eventualmente y en casos excepcionales por el Tesoro Público», explica. El «número dos» de Economía garantiza que en una escenario de deterioro de la actividad económica «nada hace pensar» que las necesidades de capital requieran de dicha prórroga. «No tiene ninguna lógica pedir una prórroga. Pedirla por si acaso no tiene mucha racionalidad», enfatiza, al tiempo que limita a 2.000 millones las eventuales necesidades de capital derivadas de los nuevos criterios impulsados por el Banco de España para reclasificar los créditos refinanciados.

Por último, Latorre considera que la caída del crédito es coherente con el necesario desendeudamiento privado que tiene que producirse en la economía y considera que no hay un problema de restricción de oferta, ya que los bancos tienen acceso a los mercados y la relación depósito y crédito está equilibrada. No obstante, muestra su preocupación por el coste «elevado» al que tienen que financiarse sobre todo las pymes. Un encarecimiento que explica por la segmentación europea de los mercados, por cuestiones regulatorias, y por una cierta aversión al riesgo por parte de los bancos. En este sentido, indica que se está trabajando en España y en Europa para conseguir su abaratamiento, así como en el estímulo de la financiación no bancaria, con el lanzamiento del Mercado Alternativo de Renta Fija, entre otras iniciativas, de forma que no se espera que la recuperación se vea «entorpecida» por una restricción financiera.