El vino español, decidido a conquistar el mundo

Los últimos datos registrados, según la AEAT (Aduanas), muestran que en 2012 ha sucedido lo contrario: las exportaciones de vino español han caído un 8% en volumen y han crecido un 11,8% en valor. Pero Del Rey asegura que se trata de algo coyuntural, motivado por la corta cosecha del año pasado debido a la mala climatología . «Las grandes oscilaciones en volumen las da el vino a granel, que creció muchísimo de 2009 a 2011, y el año pasado bajó. Es coyuntural. En dos meses puede cambiar», afirma. Si la cosecha media en los últimos años rondó los 40 millones de hectolitros, en 2012 cayó hasta los 34 millones.

Por eso, el director general del OEMV cree que la asignatura pendiente del sector es dar valor añadido a las ventas. ¿Cómo? «Con mentalidad exportadora, mejorando la capacidad de distribución y con una buena imagen», explica Del Río. El objetivo está claro: dejar de vender tanto vino a granel , que se vende más barato, y vender más vino embotellado a clientes de mayor poder adquisitivo. En la actualidad, de los 2.000 millones de litros que España exporta, más o menos la mitad es vino a granel que se vende a 50 céntimos por litro. Según Del Río, «a medio plazo habría que intentar alcanzar un precio medio de 1,50 o 1,70 euros». Y para lograrlo son claves los vinos con denominación de origen, que son los que tiran del valor de las exportaciones.

Los dos países que nos superan por valor de ventas son Francia e Italia , que tienen un precio medio de 5,24 euros y 2,27 euros por litro respectivamente. Un valor que está condicionado en Francia por las ventas de champagne. La diferencia respecto a ambos países está, según el OEMV, en que España ha empezado tarde a exportar de forma masiva. No solo respecto a franceses e italianos, sino también chilenos o australianos. Sin que ello quite que importantes bodegas como Torres o Marqués de Riscal lleven años vendiendo en el extranjero.

La urgencia por salir al exterior la provocó la crisis económica, que hundió un consumo interno que ya llevaba años en claro descenso. Según datos de Deloitte, entre 1999 y 2009, el consumo en nuestro país cayó un 41% . Pero la recesión económica fue clave, al castigar al sector hostelero, el canal en el que mejor funcionaba el vino nacional. Una situación a la que se unió la prohibición por Europa de las ayudas a la destilación del vino para hacer alcohol, una actividad a la que España destinaba en torno a 8 hectolitros.

Líderes en viñedos

La oportunidad está, aparte de en el sector hostelero de los mercados clásicos europeos, en lugares más lejanos, como Norteamérica o Asia . En Estados Unidos, que se ha convertido en el primer importador de vino del mundo, por ejemplo, la cuota de los vinos españoles es de solo un 6%. O en los países emergentes asiáticos, como China o Singapur, en los que «hay mucho que ganar», sentencia Del Río.

Ahora mismo, España es el país líder en cuanto a superficie dedicada a viñedo , con más de 950.000 hectáreas, repartidas por las 17 Comunidades Autónomas del país, aunque destaca Castilla-La Mancha, que concentra el 48,5% del total. Un liderazgo que debería extenderse a la calidad de las exportaciones. Así lo declaró a Efe Félix Yáñez , director del Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (Ivicam), en una mesa redonda que debatió sobre la situación del sector que España, cuando dijo que España también debe ser líder en calidad y en ventas gracias a las condiciones excepcionales del clima mediterráneo para el cultivo de la vid. Cuando «hemos ido desarrollando tecnología en base a nuestros propios sistemas de producción, hemos demostrado ser competitivos con vinos al mayor nivel de calidad posible», añadió. Del Río coincide en destacar la gran inversión en I+D que se están haciendo en España tanto en viñedos como en bodegas.

Lentamente, se han sentado las bases para que el vino español triunfe fuera del país. Ahora, quiere conquistar el mundo.