La gran maraña fiscal de los gigantes tecnológicos

La OCDE y la Unión Europea han decidido ajustar las reglas para evitar unas prácticas que son totalmente legales

La gran maraña fiscal de los gigantes tecnológicos efe

j. tahiri y l. p. arechederra

Parece una cuestión de palabras. «Ingeniería fiscal». «Optimización empresarial». «Prácticas fiscales agresivas». Son diferentes formas de nombrar una misma actividad: la que realizan grandes empresas para reducir la cantidad que pagan como impuestos. Se utilicen unas expresiones u otras lo que sucede es lo mismo: ... millones de euros vuelan de las arcas de la administración española. Son prácticas legales pero la sociedad las considera injustas. «Se llama capitalismo. Y somos orgullosamente capitalistas», afirmó el presidente de Google, Eric Schmidt, cuando se le preguntó si su compañía aprovecha las leyes internacionales para evadir impuestos.

La preocupación por esta situación ha aumentado con la crisis económica: los gobiernos han estrechado el cerco sobre estas prácticas ante los problemas de recaudación en sus arcas públicas. La alarma ha llegado al punto de que la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) se ha marcado en su agenda un plazo de dos años para acabar con estas actividades. En su última reunión, el organismo reconoció que las multinacionales han acelerado estas prácticas de «erosión fiscal». Una de las frases de su informe es clara: «lo que está en juego es la integridad del sistema del impuesto de sociedad sobre los beneficios».

Las miradas se centran en la evasión fiscal, perfectamente legal, llevada a cabo por multinacionales que construyen una maraña societaria en varios países para pagar los mínimos impuestos posibles. El mes de octubre, Reino Unido abrió una investigación a Google, Starbucks y Amazon por sus prácticas fiscales.

Al otro lado del océano, el Senado de EE.UU. publicó hace dos semanas un informe sobre Apple en el que señala que la firma evadió 74.000 millones de dólares entre 2009 y 2012 mediante una compleja red de empresas filiales, algunas de ellas sin empleados, que en su mayoría estaban ubicadas en Irlanda pero que, en algunos casos ni siquiera tributaban allí. Un hecho que indignó incluso al cofundador y aún accionista de la compañía de Cupertino, Steve Wozniak: «A la gente no se le aplican impuestos de acuerdo a sus beneficios, se le grava según sus ingresos. Las corporaciones deben ser tratadas de la misma manera, así debe de ser. Eso haría las cosas más justas». El impuesto de sociedades grava el beneficio que obtienen las empresas, no los ingresos (como sí lo hace el IRPF sobre los ciudadanos).

Tanto el Parlamento Europeo como la Comisión han hecho propuestas para luchar contra estas conductas. Una medida concreta, explica Jorge Sánchez, abogado del despacho Montero I Aramburu, es modificar la directiva conocida como «matriz-filial», que eximía de tributar a los dividendos que las filiales pagan a sus matrices ancladas en otro Estado.

A expensas de estos cambios, el modelo de convenio de doble imposición establecido por la OCDE y firmado por España con numerosos países, hace referencia a la tributación de los llamados «establecimientos permanentes» con el objetivo de gravar la actividad de las filiales de empresas extranjeras en nuestro país.

Sin embargo, como señala el expresidente de la Organización de Inspectores de Hacienda del Estado, José María Peláez, la legislación vigente aún debe ser desarrollada, ya que contempla la actividad de empresas que venden mercancías, y no tanto servicios, cuyas operaciones son más difíciles de situar en el mapa. El Gobierno también ha reaccionado a este escenario y limitó el año pasado la deducibilidad del gasto financiero por parte de las empresas al 30% del beneficio operativo. Hasta entonces no existía ninguna restricción, lo que suponía un incentivo para el endeudamiento empresarial para así reducir los impuestos a pagar.

«Una trampa utilizada por las compañías es que si una empresa tiene una filial en España, otra en EE.UU. y otra en Suiza y la española va a ganar mucho y no quiere pagar impuestos pide un préstamo a la suiza para comprar acciones a la norteamericana. De esta forma, a pesar de tener unas ventas elevadas, los gastos financieros reducen el beneficio y, con ello, los impuestos a pagar derivados del mismo. Sin embargo, tampoco paga en la suiza a través de subsidiarias», explica Peláez.

Por su parte, el abogado cree que es difícil hacer una «modificación coordinada de las legislaciones nacionales para poner coto a estas conductas». El objetivo de este jeroglífico societario es claro: despojar a las filiales -fabricantes, distribuidoras- de gran parte de sus funciones y «convertirlas en meras comisionistas, agentes, intermediarios, fabricantes por encargo, o incluso maquilladoras», apunta Sánchez. Situación que se da en algunas de las tecnológicas que operan en España, como reflejan las cuentas que depositaron en 2012 y 2011 en el Registro Mercantil.

Apple, con pérdidas

La actividad de la empresa de Cupertino en España se vertebra fundamentalmente a través de dos sociedades: Apple Marketing Iberia, que gestiona ventas a terceros, y Apple Retail Spain, encargada de las tiendas. La primera tuvo una cifra de negocio de 20,3 millones en 2012 que facturó en su totalidad a tres filiales del grupo: Apple Sales International, Apples Distribution International -ambas radicadas en Irlanda- y iTunes Sarl -en Luxemburgo-. Pese a que su facturación aumentó respecto a 2011, cuando generó 17,74 millones, finalmente la sociedad redujo su beneficio antes de impuestos a 6,55 millones de euros de los que en 2012 pagó 2,57 millones en impuesto de sociedades.

Sin embargo, al otro pilar de la sociedad en España que gestiona las nueve tiendas de la empresa en nuestro país, Apple Retail Spain, no le fue tan bien sobre los libros. A pesar de casi duplicar su cifra de negocio durante 2012 (de los 76 millones que registró en 2011 pasó a 142 millones el pasado año), sus cuentas indican que la sociedad cerró en números rojos el ejercicio. Así, de generar en 2011 un beneficio antes de impuestos de 364.000 euros, pasó a tener pérdidas de 22,2 millones en 2012, por lo que no pagó impuestos y contabilizó un «crédito fiscal» de 6,5 millones con Hacienda. De esta forma, el fisco deberá devolver a Apple está cantidad en forma de deducciones de futuros tributos en un plazo de hasta 18 años. A pesar de haber disparado sus ventas, las pérdidas se explican por los 115,6 millones que la sociedad en España dedicó a compras destinadas a filiales del grupo en Irlanda (de nuevo Apple Sales Internacional, Apple Distribution International y, también en Irlanda, Apple Retail Europe Holding). Ello adelgazó los ingresos de la empresa hasta situarlos en pérdidas a efectos del fisco español.

En ambos casos, aparece como principal destinataria de la facturación que se genera en España Apple Sales International, sociedad establecida en Irlanda que, de acuerdo al informe del Senado norteamericano, entre 2009 y 2011 obtuvo unos beneficios de 38.000 millones de dólares en todo el mundo de los que sólo pagó 21 millones, un 0,06% de media (en 2011 destinó solo un 0,05%), muy por debajo del tipo de sociedades irlandes del 12%. Apple Sales International facturó más de 27 millones de la actividad de Apple Marketing Iberia entre 2011 y 2012 y recibió 116 millones por compras de Apple Retail Spain. Unos ingresos por los que apenas tributó y, desde luego, no en España.

Facebook factura a Irlanda

Los usuarios de Facebook abundan en España (la red social cuenta con 16 millones) pero no tanto los tributos que paga la compañía de Mark Zuckerberg. Facebook Spain facturó 1,76 millones de euros en España en 2011 (último ejercicio en el que la empresa depositó sus cuentas en el Registro Mercantil) y ganó 91.981 euros. De este montante, la compañía sólo destinó 39.739 euros al fisco, apenas un 2,25% de sus ingresos. Eso sí, la red social destinó toda su facturación en España a Facebook Ireland.

A Google le sale a devolver

Otra tecnológica que realiza este tipo de prácticas es Google. Su filial nacional facturó apenas 38,3 millones en 2011. Una cifra sorprendente si se considera la cuota de mercado que el motor de búsqueda tiene en España: del 95%.

Lo más sorprendente, sin embargo, es que la empresa de Silicon Valley no pagó impuestos: su declaración le salió a devolver. En las cuentas de Google Spain se declararon pérdidas de 107.987 euros. Por ello, al igual que con Apple, Hacienda le adeuda a la compañía un total de 33.304 euros. ¿Cómo sucedió esto? La propia Google lo recoge: desvió casi la totalidad de la facturación (38,3 millones) a su sucursal en Irlanda: 36,9 millones. Lo explica así: «La sociedad factura por servicios prestados a las anteriores compañías en base a los costes incurridos en la prestación de los mismos más un margen de beneficio del 8% o 10% conforme a los acuerdos establecidos entre ambas sociedades».

De lo expresado en la memoria se entiende que la filial española se limita a prestar servicios de marketing y demostración de productos a clientes e I+D para el mercado español. Una actividad de apoyo a la principal, que es la venta de publicidad y que la empresa realiza para sus clientes españoles desde Irlanda. Allí llevó toda la facturación por dicha actividad. Pero el proceso no acaba ahí: el grupo desvía muchos de los ingresos que registra en Irlanda a paraísos fiscales. ¿Cómo? Tiene sus activos intangibles (marcas, know-how, software de búsqueda y publicidad) localizados en Bermudas, con una tributación aún más ventajosa.

Amazon ganó 1.245 euros

La compañía presidida por Jeff Bezos declaró unos ingresos bastante minúsculos en su primer año de operación, 2011. Tan sólo 413.417 euros. Una cantidad que se quedó en unos beneficios diminutos de 1.245 euros, por los que solo pagó 551 euros de impuestos. Sin embargo, Amazon.es comenzó a operar en septiembre de ese año y abrió su centro logístico en nuestro país hace unos meses, actividad que aparecerá reflejada en las cuentas de 2012, aún por presentar. En este caso, el truco también está en la transmisión de su facturación hacia su matriz europea, Amazon EU S.a.r.l., en Luxemburgo. La sucursal española realiza «transacciones» a dos filiales más, NV Services y BuyVIP, S.L.U. La memoria reconoce que «tiene pendiente de inspección por las autoridades fiscales los cuatro últimos ejercicios de los principales impuestos».

Yahoo!, ventas a Suiza

Por su parte, en 2011 Yahoo no pagó impuesto de sociedades en España al compensar bases negativas de otros años en los que contabilizó pérdidas. Así, de una cifra de negocio de 17,19 millones de euros, el 100% fueron ventas al exterior de los que 14,7 millones fueron a Yahoo Sarl!, sociedad radicada en Suiza. De esta forma, su beneficio en 2011 fue de 458.016 euros.

Ebay y Microsoft

La cifra de negocio que registró Ebay, el bazar de compras en internet, fue de 443.108,97 euros. Su resultado antes de impuestos cayó a 44.053 euros, pero no tuvo que pagar impuestos al compensar bases negativas de otros años. A pesar de declarar unas cifras de ingresos algo más alta que sus compañeras, Microsoft también pagó pocos impuestos: poco más de 6 millones de euros. La facturación que recogen sus cuentas ascienden a 157 millones de euros, pero sus beneficios descienden dramáticamente hasta los 15 millones.

En todos los casos, las ventas no dejan de subir en un negocio tecnológico creciente. Pero los impuestos son virtuales.

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