Dos años de gobierno de Passos Coelho en Portugal: mucha austeridad y sacrificios
El 5 de junio se cumplieron dos años de la elección del Ejecutivo de centro-derecha, un periodo marcado por más impuestos, menos salarios, aumento del paro y una depresión generalizada
Dos años de gobierno de Passos Coelho en Portugal: mucha austeridad y sacrificios
Pasados dos años del actual Gobierno el país reflexiona y hace un balance de su actuación en los campos de la política, la economía y de las finanzas. Un Ejecutivo creado con la obligación de cumplir un programa impuesto por la troika y ... que pretende sobrevivir a esta etapa de austeridad. Llegados a la mitad de la legislatura, Passos Coelho ha resistido a muchas crisis , unas más visibles que otras, aunque si hay algo que no consigue hacer es contar con el apoyo de la población. Los portugueses ya no confían en el Gobierno aunque saben que no hay, de momento, otra alternativa. El mensaje del Ejecutivo, al inicio de su mandato, fue bien claro: “Hay que dejar de vivir por encima de nuestras posibilidades”. Portugal estaba endeudada y tras el pedido de rescate (por valor de 78 mil millones de euros) muchas cosas tenían que cambiar. No era el momento de dudar y sí de poner en marcha reformas .
“Ya he perdido la cuenta de todas las medidas que nos ha impuesto este Gobierno”, afirma a ABC Cristina, una dependienta que ha visto su poder de compra muy reducido en los últimos dos años. Ese ha sido uno de los males de estos dos años, la caída del consumo, y todo lo que ello implica. El Ejecutivo ha querido cumplir lo antes posible su objetivo de hacer coincidir el gasto interno con la producción interna. Pero para conseguirlo ha destrozado a la clase media y cada vez son más los portugueses en situación de penuria social. “Tanto yo como las personas que me rodean estamos más pobres, pasamos dificultades para llegar a fin de mes y hemos tenido que cortar muchos gastos”, añade esta trabajadora.
Cierre de dos mil servicios públicos
En esta ansia de ahorro, también del gasto público, aparece la lista de dos mil servicios públicos cerrados . Según una investigación presentada por el rotativo luso Diario de Noticias, en estos dos años se han cerrado 536 escuelas primarias , 205 puestos de correos, 61.441 empresas, 2 servicios de urgencias, 18 gobiernos civiles y 1.000 juntas municipales. La Educación ha sido el sector más castigado con el cierre de los centros escolares por el que millares de alumnos tuvieron que ser recolocados. Se han creado 235 nuevos mega agrupamientos , algunos con más de tres mil alumnos y más de dos docenas de escuelas bajo una misma dirección. En lo que se refiere a la salud, se han cerrado los servicios de urgencias del Hospital do Covões en Coimbra y de Curry Cabral en Lisboa. Además muchos centros de salud han visto reducidos sus horarios o han cerrado y la Maternidad Alfredo da Costa de Lisboa , referencia en todo el país, está cerca de ver todos sus servicios finalizados. Este año se espera la extinción del 40% de las oficinas de Finanzas y de 54 tribunales, además de algunos institutos del Estado.
En lo que se refiere al número de funcionarios , en estos dos últimos años el Estado perdió 30.548 trabajadores . A finales de 2011 la función pública tenía 611.801 funcionarios en activo y en marzo de este año el número era de 581.253. Se espera un corte similar en cuanto al número de trabajadores estatales para los próximos dos años. El desempleo es de 18,2%, un porcentaje nunca visto, y desde que el Gobierno tomó posesión el número de parados pasó de 675 mil para 952,2 mil. Es decir, se quedaron sin trabajo 277.200 personas. Cuatro de cada diez jóvenes no tiene empleo y se estima que la población empleada sea de 4,4 millones de personas.
Los portugueses salen a la calle
Durante estos dos años de austeridad una de los aspectos más llamativos ha sido la forma como los portugueses han asimilado estos grandes cambios en sus vidas. Recortes y más recortes, menos poder de compra, más impuestos…. Y todo ello sin acciones de violencia. No obstante, el 15 de septiembre de 2012 se produjo la mayor manifestación de siempre por las calles de todo el país. Unos días antes, el 7 de septiembre, el primer ministro anunció un cambio en la TSU (tasa social única) sobre las empresas, contribución que las entidades pagan a la Seguridad Social (S.S) por sus trabajadores. Actualmente los trabajadores aportan el 11% de su rendimiento para la S.S mientras que las empresas pagan 23,75%.El Gobierno pretendía que los trabajadores pasaran a contribuir con un 18% (un 7% más) y a la vez reducir la carga empresarial para el 18%. Pero ni el pueblo ni los empresarios estaban de acuerdo con esta medida y fue tal la presión social con manifestaciones multitudinarias que días después Pedro Passos Coelho corrigió su error. Se han reducido los escalones contributivos (de 8 para 5) y se ha creado un impuesto adicional de 3,5% que se aplica a todos los trabajadores a excepción de los que reciben el salario mínimo.
Dificultades de la coalición
La coalición entre el PSD y el CDS- PP no atraviesa sus mejores días pero a pesar de los rumores de ruptura el Gobierno se mantiene. Las divergencias entre Passos Coelho y el líder de la derecha Paulo Portas, que a su vez es ministro de Estado y de Exteriores, han sido constantes. El primer ministro ha necesitado el apoyo de la derecha para aprobar las medidas presentadas pero ni siempre sus posiciones han coincidido. La TSU y los jubilados han sido los temas más delicados que han abordado entre ambos partidos.
Una tensión que aumentó cuando el Tribunal Constitucional rechazó cuatro de las medidas de los Presupuestos del Estado del 2013 ya aprobadas en el Parlamento. El Gobierno debía presentar alternativas a la supresión de las pagas extras de funcionarios, entre otras medidas. Al final ha optado por recortar el gasto público y no subir los impuestos y ya han presentado un Presupuesto rectificativo.
Equipo de Gobierno
El ministro de Finanzas, Vítor Gaspar , es albo del mayor número de críticas por parte de los portugueses. Es él quien anuncia muchos de los recortes y tanto a él como al primer ministro se les acusa de no querer ver la dura realidad que viven los portugueses. Con más impuestos y menos consumo, la economía no se puede reactivar. De hecho, Portugal ya lleva doce meses consecutivos en recesión y se espera que acabe el 2013 con una retracción del 2,3% del PIB.
Pero a pesar de las críticas Gaspar sigue contando con la confianza del primer ministro y ambos están empeñados en cumplir todo el programa. Quien no ha resistido a las presiones ha sido el ministro de Asuntos Parlamentarios, Miguel Relvas , que presentó su dimisión a principios de abril. Mano derecha y amigo personal de Passos Coelho, es una figura polémica que cuenta con muchos enemigos. La forma poco clara en la que logró su licenciatura ha acabado por pasarle factura y decidió retirarse de en medio. En su lugar entraron en el equipo de Passos , como ministro adjunto, Miguel Poiares Maduro y como ministro del Desarrollo Regional, Luís Marques Guedes.
Reforma de Estado
Passos Coelho está empeñado en cumplir todas las metas impuestas por la troika, incluso antes de tiempo. El regreso a los mercados se produjo antes de lo esperado y ahora el Ejecutivo quiere llevar a cabo una profunda reforma de Estado. El Gobierno portugués aprobó el pasado mes el Documento de Estrategia Presupuestaria con cortes estructurales por valor de 4.700 millones de euros se llevarán a cabo en los próximos tres años. Según explicó el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, para cumplir el objetivo del déficit estructural de 0,5% del PIB en el 2017 será necesario adoptar medidas de contención presupuestaria de 2.800 millones de euros para el próximo año, 700 millones en el 2015 y 1.200 millones en 2016. Su objetivo es llegar, en tres años, a un ahorro total de seis mil millones de euros.
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