El Gobierno ha ingresado ya más de 17.000 millones por el alza de impuestos

Las cifras no dejan lugar a dudas. La crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria se han llevado por delante miles de millones de ingresos tributarios, mientras los gastos ligados a desempleo, pensiones y deuda pública se han disparado.

En 2007, en vísperas del estallido de la crisis, las administraciones públicas recaudaron 433.209 millones de euros , casi el doble que a comienzos de la década. Cuatro años después, en 2011, cuando el PP ganaba las elecciones y Mariano Rajoy tomó las riendas del país, los ingresos no llegaban a 380.000 millones. Por el camino se habían quedado más de 50.000 millones, cinco puntos de PIB. «Hasta 2007 el sistema fiscal recaudó mucho porque está pensado para gravar sobre todo la actividad inmobiliaria », explica el presidente de la Organización de los Inspectores de Hacienda del Estado, Ramsés Pérez Boga.

Gastos disparados

Los gastos siguieron el camino opuesto. Crecieron de manera exponencial no solo en los años de bonanza, sino especialmente en 2008 y 2009, tras el estallido de la burbuja. Una tendencia que continuó hasta 2010, cuando el Ejecutivo de Zapatero, bajo la amenaza de intervención, realizó los primeros ajustes que frenaron la escalada del gasto . Aún así, en 2011 el gasto público de España alcanzó los 475.000 millones, 60.000 más que antes de estallar la crisis. El resultado y la herencia que recibió Rajoy fue un agujero de más de 90.000 millones y la desconfianza creciente de unos inversores que dudaban de la capacidad de nuestro país para pagar sus deudas.

Ante esta situación, el Ejecutivo ha tomado a lo largo de este año y medio fuertes medidas de ajuste que han impactado tanto por el lado de los ingresos como por el de los gastos. Ha subido el IRPF, el IVA, el IBI que pagan los inmuebles, y ha eliminado deducciones a las empresas. Los ajustes del gasto han venido de la mano de los recortes de empleo y salarios públicos, de las inversiones y de subvenciones y ayudas.

Entre 2007 y 2011 los ingresos bajaron más de 50.000 millonesSegún las cifras de la Agencia Tributaria, las subidas de impuestos permitieron recaudar el año pasado 11.237 millones de euros, y en los cuatro primeros meses de este ejercicio algo más de 6.491 millones de euros. Sin embargo, los ingresos totales en el año 2012 (ver gráfico adjunto) apenas han crecido en 2.500 millones de euros . La causa hay que buscarla en la recesión económica: menos trabajadores, sueldos más bajos y caída del consumo.

Los analistas debaten qué parte de esta menor actividad se debe a la subida de impuestos, que lastra el consumo y el empleo, y qué porcentaje es consecuencia de la evolución de la crisis.

Aznar, Aguirre y los que abogan por bajar ya los impuestos argumentan que de este modo se favorece la actividad y se aumenta la recaudación. Ponen como ejemplo las reducciones fiscales que el PP aprobó a cabo a finales de los noventa. Desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy recuerdan que la situación no es la misma. Durante los gobiernos de José María Aznar, l a economía crecía a ritmos superiores al 4% , espoleada por la fuerte rebaja de tipos, y con un boom inmobiliario que proporcionaba ingentes ingresos a las arcas públicas. En 2011 la urgencia era salvar a la economía española de la quiebra. Y si no se hubieran tocado los impuestos, la intervención hubiera sido inminente.

En este punto, los números y Bruselas parecen dar la razón al Gobierno de Rajoy. A pesar del alza de impuestos, la recaudación tributaria total en relación con el PIB, lo que se conoce como presión fiscal, se ha hundido en los últimos años y es de las más bajas de la UE, el 31,4%, frente a una media del 38,8%. Sólo un país del euro, Irlanda, tiene una presión fiscal inferior.

Margen de mejora

Y en este punto entre los economistas sí hay bastante acuerdo en que el sistema tributario español tiene mucho margen de mejora: puede recaudar más con tipos más bajos . Una de las grandes anomalías del sistema fiscal que explican la baja recaudación es la enorme diferencia entre los tipos nominales y los efectivos, asegura el subdirector de Fedea, José Ignacio Conde-Ruiz. En el IRPF el tipo máximo es del 52% (frente a la media de la OCDE, del 41,47%), e incluso el 56% en comunidades como Cataluña. Sin embargo, el efectivo, descontadas las deducciones, es del 15,1%.

La presión fiscal en España es del 31,4% frente a la media de la UE, del 38,8%Lo mismo ocurre con el Impuesto de Sociedades , con un tipo nominal del 30%, frente a una media del 25,4% en la OCDE, y un efectivo de apenas del 18%. En el caso del IVA , el gravamen general está algo por debajo de la media europea, pero hay muchos productos a tipo reducido. La consecuencia es que España recauda por IRPF un porcentaje similar a la UE en términos de PIB, pero mucho menos por Sociedades e IVA .

En este escenario, los expertos consultados coinciden en que hay que eliminar deducciones en IRPF y Sociedades (una exigencia que también hace Bruselas), así como bajar los tipos marginales de ambas figuras tributarias. En cuanto al IVA, la CE recomienda elevar los productos gravados a tipo reducido, algo a lo que el Gobierno se ha negado. Otros analistas, como José Felix Sanz, director de estudios tributarios de Funcas, proponen bajar los impuestos directos, IRPF y Sociedades y compensar la caída recaudatoria subiendo el IVA. El debate está en la mesa del Gobierno: el reto es que el saneamiento de las finanzas públicas y el crecimiento no sean conceptos (tan) incompatibles.