"Las nuevas políticas han tenido un arranque prometedor", indicó el subdirector del FMI , David Lipton, en la presentación de las conclusiones del artículo IV sobre Japón . "Apoyamos completamente los cambios en el marco de la política monetaria del Banco de Japón (...) los primeros signos sugieren que el nuevo marco está comenzando a dar fruto", añadió.

En este sentido, la institución internacional augura que la economía japonesa, que creció un 2% en 2012, mantendrá su vigor este año, cuando crecerá un 1,6%, así como en 2014, con una expansión del 1,4%, mientras que el desempleo en ambos ejercicios se mantendrá en el 4,1%.

Asimismo, el FMI prevé que la inflación, que el BoJ espera situar en el 2% en dos años, alcanzará el 0,1% este año y el 3% en 2014, mientras que la deuda pública escalará al 245,5% del PIB este año y se situará en el 244,6% el próximo año.

Por otro lado, la institución dirigida por Christine Lagarde señaló que la reciente depreciación del yen como consecuencia de estas nuevas poíticas de estímulo no es un problema y debe ser entendida en el contexto de los esfuerzos del BoJ de combatir la deflación.

"No vemos la actual depreciación del yen como problemática (...) Debe ser entendida en el contexto de los cruciales y bienvenidos esfuerzos del Boj de salir de la deflación", añadió Lipton.

Subida del IVA y recorte del gasto social

Por otro lado, el FMI advierte en su informe de la necesidad de que Japón lleve a cabo profundas reformas estructurales y fiscales, incluyendo una drástica subida del IVA, recortes en las partidas destinadas al gasto social y un retraso en la edad de jubilación.

"Subir el IVA al 10% (desde el 5% actual) en 2015 como estaba previsto supone un primer paso esencial", apunta la institución, que, incluso, recomienda incrementarlo hasta el 15% "o incluso por encima" en el futuro, puesto que es la fuente de recaudación más eficiente.

Asimismo, el informe del FMI recomienda ampliar la base del impuesto a la renta personal y reducir los incentivos fiscales y deducciones, así como recortar el gasto en seguridad social e incrementar a los 67 años la edad de jubilación, así como ampliar el copago sanitario.