Botín y González no se creían las cuentas de Rato y urgieron a De Guindos a rescatar Bankia

«Bankia era el elefante en la habitación», ha dicho González al magistrado, según fuentes jurídicas presentes en la sala. El presidente de BBVA se ha referido así a que dentro de la preocupación generalizada que despertaba la banca española a principios de 2012 en los mercados, todos los ojos estaban ya puestos en el grupo liderado por Caja Madrid. Una versión que coincide plenamente con un informe al respecto del Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Las cuentas no eran creíbles»

Para este banquero las cuentas de 2011 que acababa de presentar la entidad, en marzo y con un beneficio de 309 millones, frente a las pérdidas por 2.979 declaradas después, «no eran creíbles». «La contabilidad es un chicle» , ha llegado a decir, insinuando que esas cuentas se moldearon. Así, González llegó a la conclusión de que el rescate e intervención de Bankia por el Estado era inevitable. El máximo dirigente de BBVA cifró la ayuda necesaria para Bankia en unos 20.000 millones «o más», frente a los 7.000 que contemplaban el plan de viabilidad presentado al Banco de España por el entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato.

Aunque esas fuentes han explicado que González ha sido el más contundente en su testimonio, por poner en duda precisamente las cuentas y el plan de Rato, Emilio Botín, sin llegar a recelar de las cifras del expresidente de Bankia —«son cuestiones internas», ha dicho—, ha venido a explicar también que su opinión era que el rescate era urgente. El presidente del Santander ha relatado ante el juez que en sendas reuniones sugirió al ministro una operación «rapidísima» de rescate de la entidad, con una «ayuda masiva» de entre 15.000 y 20.000 millones de euros , también en base a las estimaciones que hacía el mercado.

Isidro Fainé, sin embargo, discrepaba con sus colegas. El presidente de CaixaBank ha dicho al magistrado que en las reuniones con De Guindos, y en las que también estaba presente Rato, mostró su confianza en el plan presentado al supervisor, alegando que era «coherente», y por lo tanto que una inyección de dinero público por 7.000 alegando era suficiente.

La versión del ministro, menos precisa

Los tres banqueros han ratificado la versión de Luis de Guindos, que declaró el pasado mes de febrero, de que los encuentros, celebrados el viernes 4 y el domingo 6 de mayo de 2012, ambos a las nueve de la noche , en el despacho del ministro y un día antes de la dimisión de Rato que desencadenó el resacate del banco , sirvieron para tratar asuntos generales como la volatilidad del mercado, la evolución de la economía y cuestiones más técnicas respecto al sector financiero español.

Sin embargo, los tres han reconocido que el asunto central de la conversación fue Bankia, algo que De Guindos difuminó en su testimonio. Lo que no trataron en ningún momento, según el relato de los banqueros, fue la dimisión de Rodrigo Rato y su sustitución por José Ignacio Goirigolzarri , presente en ambas citas. Más que nada, ha insinuado Botín, porque el expresidente se encontraba presente en esas reuniones.