Alfredo Sáenz deja el Santander sin esperar al juicio del Banco de España

La situación judicial del banquero, que cobrará una pensión de 88 millones, puso en una situación muy incómoda al Gobierno y al organismo supervisor

Alfredo Sáenz deja el Santander sin esperar al juicio del Banco de España efe

maría cuesta

Alfredo Sáenz, hasta ayer número dos del Banco Santander, abandona los mandos de la entidad que consiguió elevar a lo más alto de la Eurozona sin dar tiempo ni ocasión a que Banco de España enjuicie su honorabilidad. Con setenta ... años , el reconocimiento unánime del sector financiero y varias dimisiones rechazadas por Emilio Botín, el considerado mejor consejero delegado de Europa , también el mejor pagado, deja la primera fila del Santander y da paso a las nuevas generaciones. Le sustituirá Javier Marín , hasta ahora director general del banco y hombre de la máxima confianza del presidente y de su hija, Ana Patricia Botín.

Ni el momento, ni las formas del anuncio han quedado expuestas al azar. Eran muchas las variables a cuadrar con su renuncia y quizás aún más sus posibles derivadas. Tanto financieras como políticas. La salida de Sáenz se ha producido después de que e l Gobierno modificara las normas sobre la honorabilidad de los banqueros y abriera la puerta a que continuara en su puesto. «Ahora se puede ir, su honorabilidad está a salvo», aseguran en el entorno del ejecutivo.

Las normas administrativas impiden ejercer el oficio bancario a quienes tenga n antecedentes penales al considerar que carecen de la honorabilidad exigible , como era el caso de Sáenz, condenado por denuncia falsa. La nueva normativa, impulsada por la Autoridad Europea Bancaria (EBA), matizaba este requisito de honorabilidad y dejaba sometida la decisión de permitir que ejecutivos condenados sigan en su cargo a la discreción del Banco de España.

Difícil equilibrio

Pese a que se trata de una norma con espíritu europeo, su aprobación había puesto en una situación incómoda al Gobierno y al supervisor. Fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que el ministro de Economía, Luis de Guindos, era especialmente crítico con la permanencia de Sáenz al frente del Santander, tanto por las consecuencias reputacionales en los mercados internacionales, como por las políticas en el doméstico. Desahucios, acosos y nacionalizaciones eran un cóctel demasiado peligroso como para añadirle un componente más.

«De este Gobierno no podrán decir que ha beneficiado a ningún banquero», solía decir el ministro cuando le preguntaban al respecto, en clara alusión al indulto concedido por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en su último consejo de ministros de noviembre de 2011. La anulación meses después por parte del Tribunal Supremo de parte de esta medida de gracia -que no sólo conmutaba la pena al banquero, sino que borraba sus antecedentes- volvió a poner sobre la mesa esta espinosa decisión.

Después de aprobar el Gobierno los cambios legales el pasado mes de marzo, era el turno del gobernador del Banco de España, Luis María Linde. Fuentes financieras relatan que Linde se reunió con Sáenz y Botín para acordar la mejor solución. Para el banco y para la reputación del Banco de España . Con las consecuencias políticas creciendo a un ritmo exponencial y la honorabilidad del banquero a salvo, la salida se planteó como el mal menor. Sáenz se reservó, eso sí, el control de los tiempos. No quiso apurar los plazos, pues Linde aún hubiera tenido un buen trabajo por delante para dictaminar sobre su futuro. Sí que dejó cerradas las cuentas del primer trimestre de 2013 y el terreno preparado para que su sucesor pueda aprovechar el «cambio de tendencia» en el negocio.

La renuncia del ejecutivo sorprendió ayer a todo el sistema financiero. Y aunque su decisión apagaba un foco de polémica muy importante para el sector, su talla profesional cosechó halagos de todas y cada una de las fuentes consultadas. «Su salida es una mala noticia para el país», aseguraba ayer un alto directivo del sector. Sáenz permanecerá, eso sí, muy cerca del banco, asesorando directamente a su presidente.

Como suele ocurrir con las dimisiones en las cúpulas de entidades financieras, la jubilación dorada de Sáenz desató ayer una fuerte polémica. El banquero tiene derecho a cobrar una pensión de 88,17 millones, según figura en el informe de retribuciones de 2012. Además, el banco tiene contratado un seguro de vida en favor de Sáenz por valor de otros 11,1 millones. La póliza solo podrá cobrarla en caso de invalidez, o sus herederos en caso de fallecimiento.

La salida de Alfredo Sáenz estuvo acompañada de más cambios en la cúpula del Santander: Matías Rodríguez Inciarte , responsable de los riesgos del grupo y presidente de la comisión de riesgos, fue nombrado vicepresidente, Juan Miguel Villa Mir , presidente de OHL, se incorporó al consejo, así como Guillermo de la Dehesa Romero. Isabel Tocino , fue designada miembro de la comisión ejecutiva.

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