Pescanova, medio siglo alimentando al mundo

Pero la idea forjada en su mente iba más allá. Se trataba de capturar el pescado y transportarlo desde puntos lejanos sin que se deteriorase en los largos meses de travesía. La creación de la corchera extremeña -fabricación de corchos-, en aquel momento el material utilizado como aislante térmico para mantener el frío en los camiones de transporte, sentó la base para su nueva aventura empresarial. Es entonces cuando nace Pescanova y lo hace de la mano del primer buque congelador del mundo, el Lemos construido en 1961.

Creó su sede en Galicia, por el apego a la tierra a la que pertenecía su padre, oriundo de Lugo. Antonio Fernández Fernández (Sarria), más conocido como Antón de Marcos, hizo un gran capital con el tráfico de ganado a la península. En 1980 son Manuel Fernández de Sousa y Alfonso Paz Andrade (hijos de los cofundadores) quienes toman el relevo. Tras una importante inyección económica del patrimonio personal, la compañía despega y no tarda en convertirse en el primer grupo pesquero a nivel europeo. En el top ten de los mayores conglomerados de la industria pesquera mundial.

Siempre con un paso por delante del resto del sector, Pescanova no solo es reconocida por haber sido la primera en aplicar el congelado a la cadena pesquera. Significativos fueron sus descubrimientos de nuevos caladeros hoy explotados. La progresiva reducción de los recursos de pesca obligaba a la firma gallega a reinventarse. Es entonces cuando comienza a negociar acuerdos pesqueros con terceros países al margen de los institucionales del gobierno. La creación de empresas mixtas con operatividad fuera del territorio nacional facilita su acceso a nuevas aguas y con ello asegura su actividad. En los últimos años su fuerte apuesta por la acuicultura la convertiría en el espejo en el que más tarde se mirarían el resto de compañías del sector. La más importante ha sido la cría de rodaballo con la instalación de la planta de Mira (Portugal).

Varias son las características que la diferencian de sus homólogas. Entre ellas que es el único grupo del sector que sirve de enlace entre los recursos marinos y los mercados. Especializada en la captura, cultivo, producción y comercialización de productos del mar, tanto frescos como congelados, su estrategia se ha centrado en diversificar los riesgos por especies y países, tanto en la producción como en la venta de proteínas marinas. Cuenta con las mejores fuentes de suministro de productos marinos del mundo. Sus altas capturas por unidad de esfuerzo, en pesca extractiva, y de crecimiento en acuicultura, sumado a unos bajos costes de producción, hacen de Pescanova una de las empresas más rentables del sector.

Multinacional líder en ultracongelados, cuenta con una destacable presencia en medio mundo, con filiales en países como Portugal, Francia o Italia, y plantas en Namibia u Honduras. Dispone de varias fábricas y plantas de procesado repartidas por la geografía mundial. Cuenta con una plantilla de 10.278 trabajadores, 1.262 en España y el resto repartidos entre Europa (398), África (658) y América (7.944). La empresa mantiene una flota de casi un centenar de barcos ubicados en Australia, Mozambique, Sudáfrica, Namibia, Chile, Argentina y Perú. Entre las capturas destacan las de merluza, langostino, pota o calamar, con una media de 120.000 toneladas.

Una marca líder y una política de precios ajustados a la demanda del mercado han hecho de la compañía gallega uno de los referentes en el sector. Así es que bajo la firma se comercializa un amplio catálogo de refrigerados y congelados. Pescado natural o rebozado –como las conocidas varitas de merluza Pescanova¬-; muslitos de mar o pescaburgers, en su línea de surimi; anguriñas, con ajo o langostino pelado; y platos preparados, como la merluza en salsa verde y con aceite al limón, o los langostinos al ajillo. Sin olvidar sus clásicos, entre los que se encuentran la cigala cruda, la gamba cocida, la langosta o el langostino en sus diferentes versiones.

En la actualidad se distribuye en los principales países desarrollados de Europa, Estados Unidos y Japón; y es líder en el mercado a nivel nacional en España y Portugal, con cuotas que representan el 23 y 15 por ciento respectivamente.

Una imagen de marca muy familiar que la compañía ha centrado en personajes tan famosos como Rodolfo Langostino o el Capitán Pescanova (a finales de los 90). El atuendo de chubasquero y gorro amarillo evocan indiscutiblemente a los grumetes Pescanova. La firma ha crecido alimentando a los más pequeños de la casa, bajo el reto de introducir la proteína marina en sus hábitos alimenticios. Campañas publicitarias de éxito que aún hoy resuenan con su música y el acento argentino tan característico de Rodolfo con su «Lleváme a casa».