El sector del automóvil sigue dando muestras de su competitividad industrial
Los acuerdos laborales alcanzados en Michelin y la planta de Opel en Figueruelas, últimos ejemplos de una flexibilidad que garantiza el empleo y genera nuevos contratos
El sector del automóvil sigue dando muestras de su competitividad industrial
Volkswagen, Citroën, Ford, Iveco, Renault, Nissan... En los últimos meses, las principales firmas mundiales del automóvil han revalidado y redoblado su apuesta por la fabricación en España. La industria del coche se ha convertido en un auténtico motor para la economía nacional gracias a la ... apuesta de los fabricantes y al espíritu de diálogo de unos sindicatos que han apostado por la flexibilidad laboral para asegurar el empleo y atraer nuevas inversiones.
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Una competitividad recobrada que llevó a «Le Figaro» a asegurar que «España ha pasado a ser el alumno estrella y aplicado del sector del automóvil en Europa» y a «Le Monde» a reconocer en su portada que la competitividad española es «otra amenaza para Francia». Recientemente, el presidente de la alianza franco-nipona Renault-Nissan, Carlos Ghosn, también aseguraba que España es uno de los países más avanzados de Europa en estos momentos a la hora de afrontar el problema de la competitividad industrial.
Figueruelas, acuerdo y nuevo plan a la vista
La pasada se volvieron a producir dos nuevos ejemplos. El pasado lunes, la plantilla de la planta de General Motors en Figueruelas (Zaragoza) daba su respaldo al preacuerdo sobre el nuevo convenio colectivo con un 64,95% de votos positivos y un 33,44% en contra. Los trabajadores accedían a una congelación salarial para 2013 y 2014 y un recorte en los pluses por festivo, nocturnidad y calendarios especiales del 10 por ciento y aceptaban también algunas medidas de flexibilidad por necesidades de fabricación. A cambio, lograban mantener las pausas con un total de cuarenta minutos -la empresa pretendía que fueran 10 menos- y que no se implante la doble escala salarial, de forma que los nuevos trabajadores que entren en la planta recibirán los mismos salarios que los actuales.
Además, consiguieron garantizar el compromiso de la empresa de que va a hacer fijos a 600 trabajadores en 2014 y 2015. Algunos de ellos están trabajando ya en GM con un contrato de relevo y el resto son nuevos empleados, en torno a 230 o 250, que nunca han trabajado en la compañía, pero el acuerodo estipula que serán fijos desde el primer momento.
Ambas partes cedían para lograr un acuerdo que, según la direccción de GM en Figueruelas, «debe servir para que Zaragoza esté en el plan de inversiones y asignaciones de nuevos modelos». Apenas 48 horas después, GM anunciaba en Alemania una inversión de 4.000 millones de euros para Europa, en la que se incluye la planta de Opel Figueruelas (Zaragoza), hasta 2016. A falta de conocer la cifra exacta, cualquier nubarrón oscuro se ha despejado definitivamente del horizonte de la factoría aragonesa.
Michelín y «el reparto del trabajo»
El pasado miércoles, los empleados de las cuatro plantas de Michelin en España también lograban un acuerdo con la empresa para mantener el mepleo. Para el secretario general de CC.OO. en Michelin España, Iñaki Leniz, el acuerdo «da salida» a una situación «muy comprometida» con el empleo, ya que en los últimos cuatro años -con la excepción de dos talleres- los niveles productivos de la firma han registrado un «descenso importante», lo que «genera un excedente de trabajadores». «Este acuerdo nos permite el mantenimiento del empleo existente en las fábricas. Es una buena noticia», defendió.
Leniz explica que el «alma» del acuerdo se basa en el principio sindical de reparto de trabajo existente para «poder seguir trabajando todos». De esta forma, el denominado «nuevo sistema variable» posibilita a la empresa adaptar el horario a las necesidades de producción. En concreto, por ejemplo, los empleados que cobran un suplemento por trabajar durante los fines de semana, podrán recibir la orden de trabajar de lunes a viernes y dejar de cobrar el citado plus. Además, la empresa podrá recurrir a turnos «intensivos» en el caso de que la producción se recupere.
«Esto va a garantizar que, a la vez que se mantiene el empleo existente en las fábricas, sigamos siendo atractivos para que nos traigan producciones a las fábricas», defendió. Para el representante de CC.OO., este acuerdo supone dar «más flexibilidad» a la empresa para que en periodos de baja producción, la firma «no tenga que recurrir a expedientes de regulación o medidas más extremas, y pueda ser capaz de regular este tipo de situaciones». En época de crisis, la industria del automóvil parece haber encendido el motor de arranque del sentido común y está dispuesta a no echar el freno.
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