Los cruceros, contra el iceberg de la crisis

«Tal vez es el momento de dejar de hablar de crisis y asumir que las cosas han cambiado», afirma Bernardo Echevarría, Vicepresidente de Ventas del Grupo Costa. Para hacer frente a esta situación de depresión económica, se observan dos tendencias en las navieras. Por un lado, la desestacionalización de los cruceros. Es decir, el aumento de la contratación de cruceros en temporadas que no son tradicionalmente las más «altas» en esta industria. Y, por otro, un cambio en los patrones de compra y reserva por parte de los clientes, ya que están creciendo mucho las reservas last-minute en busca de los mejores precios.

«Ante estos cambios en el comportamiento del consumidor, hemos aprendido a ofrecer el mejor producto al mejor precio para mantener los niveles de demanda », explica Echevarría. Dos ejemplos concretos de esto. Costa Cruceros creó las tarifas «Sprint» en las que el camarote se asigna de forma autómatica, para aquellos sin necesidades concretas, con las que se pueden conseguir descuentos de hasta el 70%. O Iberocruceros y su tarifa especial para sólo los 10 primeros.

Por otro lado, y además, la situación no es negativa en absoluto . En los últimos diez años se ha observado un aumento del volumen de cruceristas, la incertidumbre sobre el descenso de demanda tras la tragedia del Costa Concordia se ha esquivado, y sólo en 2011 el sector daba trabajo en España a más de 27.000 personas. De hecho, es un mercado estratégico en avance ya que en ese mismo año, según datos del Consejo Europeo de Cruceros , del enorme aumento europeo de cruceristas que se produjo, nuestro país fue uno de los principales beneficiarios. Actualmente, ocupa el cuarto puesto europeo en cuota de mercado con 703.000 pasajeros (un 11,4% más que el año anterior), con el puerto de Barcelona y de Palma de Mallorca como grandes embarcadores .

Los mini-cruceros son otra de las innovaciones del formato, que para Echevarría no nacen fruto de la crisis sino para satisfacer la demanda creciente de «escapadas». Se trata de cruceros de entre 3 y 6 días de duración y que, en el Grupo Costa, funcionan muy bien a nivel de ventas. Por menos de 300 euros se pueden encontrar ofertas. Y, como explica el propio jefe de ventas, es «una forma de dar a conocer el producto a los cruceristas primerizos». Por ejemplo esta Semana Santa , deja caer.

Y, en el polo opuesto, están los cruceros de lujo, una sector mucho más marginal en cuanto a oferta y que se diferencia principalmente por el producto, pues los barcos tienen mucha menos capacidad de pasajeros. Y que también por sus características es menos sensible a las variaciones de la demanda total y de los precios en el resto de la competencia.