Las gigantes tecnológicos no conocen la crisis
Impulsados por las ventas de tablets y «smartphones», los resultados récord de las grandes empresas confirman que no hay burbuja en un sector que vive su edad de oro
F. P. M.
La mayoría presentan resultados récords. Solo algunos muestran alguna pequeña señal de desgaste, pero sin grandes fisuras a la vista. El implacable goteo de resultados hechos públicos en los últimos días confirma que el grueso de los gigantes de la tecnología mundial ha cerrado 2012 ... sin sentir siquiera el roce de esa testaruda y cruda realidad llamada crisis. Y si alguna firma parece especialmente inmune al desastre del contexto económico, esa es Samsumg. El fabricante coreano, impulsado por el éxito de los dispositivos inteligentes de la serie Galaxy, volvió a batir el año pasado todos sus récords y elevó su beneficio neto hasta la redonda cifra de 16.650 millones de euros, más de un 73% respecto a 2011.
Las ventas de Samsung Electronics sumaron 140.650 millones de euros en 2012, un 22% más que en 2011, lo que también es otro máximo histórico de esta compañía fundada en 1969. Desde su salida al mercado el pasado mayo, el Galaxy S3, «smartphone» insignia de Samsung, alcanzó las 30 millones de unidades vendidas en solo seis meses hasta noviembre, según los últimos datos del gigante surcoreano. Éste logró, además, vender en solo tres meses cinco millones de unidades de su último «phablet» Galaxy Note 2 desde que en septiembre iniciara la comercialización de este terminal a medio camino entre teléfono inteligente y tableta.
El reino de la firma coreana no parece tener límites, pero algunos nubarrones se asoman en su despejado horizonte. La propia firma reconoce que espera que se produzca una desaceleración durante el primer trimestre del año en la demanda de «smartphones» en los países desarrollados, una lenta recuperación en el segmento de los componentes y una mayor competitividad en los mercados consolidados. Para compensar la creciente competencia de los fabricantes chinos, la firma coreana también prevé lanzar una apuesta por los «smartphones» de coste más reducido, una batalla de resultado incierto y, sobre todo, echar el resto con las tabletas, el nuevo frente de batalla de las grandes tecnológicas.
Apple, morir de éxito
Y aquí el rival volverá a ser Apple, aunque la firma de la manzana parece por momentos convertirse en víctima de su propio éxito. Nada más presentar sus resultados récords del último trimestre del año, las acciones de Apple cedieron más de un 10% en Wall Street. ¿El motivo? Los expertos estaban decepcionados porque las ganancias estaban por debajo de lo esperado y apenas habían crecido en términos interanuales.
De octubre a diciembre, el beneficio neto de la tecnológica fue de 13.078 millones de dólares, un 0,1% más que hace un año, mientras quesus ingresos se incrementaron un 17,6 por ciento y ascendieron hasta 54.512 millones de dólares. Pero los inversores siempre esperan más de Apple. Y eso que la empresa comercializó 47,8 millones de iPhone y 22,9 millones de iPad, un 29,1 y un 48,7 por ciento más que entre octubre y diciembre de 2011, gracias al interés despertado por el iPhone 5 y, en especial, el iPad mini, cuya demanda sobrepasa aún hoy la capacidad de fabricación y distribución de Apple.
Nokia, algo de luz en la oscuridad
Hasta Nokia, la gran perdedora de la batalla de los teléfonos inteligentes, comienza a intuir algo de luz al final del túnel. La empresa finlandesa ha cerrado el ejercicio 2012 con pérdidas por importe atribuido de 3.106 millones de euros , lo que representa un empeoramiento del 167% respecto al resultado negativo de 2011, aunque la multinacional logró por fin volver a beneficios (202 millones de euros) en el cuarto trimestre, tras casi dos años en «números rojos».
En todo caso, al que fuera líder del sector antes de que la eclosión «smartphone» le dejara fuera de juego le queda aún mucho trecho para superar la travesía por el desierto de sus errores estratégicos. Por primera vez en 140 años ha decidido suspender el dividendo correspondiente al último ejercicio para garantizar la flexibilidad financiera de la compañía.
La facturación de Nokia en el conjunto de 2012 alcanzó los 30.176 millones de euros, un 21,9% menos que el año anterior, tras registrar un descenso del 34% en los ingresosde su división de teléfonos móviles y servicios, que vendió un total de 335,6 millones de unidades en 2012, un 20% menos, con un precio medio de venta de 47 euros, un 18% menos. En concreto, Nokia vendió a lo largo del año 35,1 millones de «smartphones», un 55% menos que en 2011. La convalencencia aún será larga...
Google rasca en la publicidad
La que sí puede sacar pecho es Google. El buscador terminó su ejercicio fiscal 2012 con un buen beneficio de 10.737 millones, un 10,2% más que en 2011. Un crecimiento apuntalado fundalmentalmente en el incremento de la inversión en publicidad en sus diversas páginas web, especialmente en el último trimestre del año, coincidiendo con la campaña navideña. El próximo reto de la compañía es plantar cara en la batalla de las tabletas y los smarthphones.
IBM y Microsoft no se desinflan
El estreno de Windows 8 , la tableta Surface y los teléfonos Windows Phone 8 en el último trimestre de 2012 también provocaron que Microsoft lograra una cifra de negocio récord de 21.456 millones de dólares (16.254 millones de euros) entre octubre y diciembre. Sin embargo, el beneficio neto de 6.377 millones de dólares (4.830 millones de euros) en este periodo supone una caída del 3,7% respecto al mismo de 2011.
Menos sombras parece haber en los resultados de IBM. El gigante azul ganó en el conjunto de 2012 un total de 16.604 millones de dólares, lo que representa un 4,7 % más más que en el ejercicio anterior. Solo en el último trimestre del añom, ganó 5.833 millones de dólares, el 6,3 % más que los 5.490 millones que obtuvo en el mismo periodo de 2011. IBM parece rentabilizar su apuesta por abandonar fabricación de ordenadores para centrarse en su área de asesoría y programas informáticos y soluciones tecnológicas para grandes empresas. Y es que la crisis económica se hace fuerte.
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