suplemento empresa
Los sueldos bancarios, bajo lupa
Crece la inspección sobre las retribuciones en Europa para evitar excesos pasados
maría jesús pérez
Explicar, razonar y justificar los elevados sueldos que cobran los altos cargos sea cual sea la empresa que dirijan es, en general, complicado. Más si cabe en situaciones de crisis como la actual, y más aún si esas cifras se comparan con los salarios del ... resto de los mortales. Pero la incredulidad ciudadana aumenta a límites insospechados cuando esos desorbitados salarios salen de las arcas públicas, al final, del bolsillo de todos. Una polémica que aterrizó en España a cuenta de las altas remuneraciones e indemnizaciones millonarias a directivos de cajas de ahorros que han recibido ayudas del Estado.
Esta semana, en Alemania se han puesto serios con el tema. El supervisor bancario anunciaba que realizará controles extraordinarios a gran escala para verificar si se producen violaciones de la nueva normativa de contención a las retribuciones a los banqueros. Una acción que en España está igualmente en marcha, y no desde hace mucho.
En pleno descrédito de la banca española, allá por mayo de 2011, Bruselas exigía a nuestro país poner coto a los sueldos de los banqueros. El mensaje era firme: vía autoridad supervisora, España debía incorporar cuanto antes la nueva directiva comunitaria (Directiva 2010/76 del Parlamento Europeo) sobre las remumeraciones a las entidades financieras. Además, la institución europea recordaba a las autoridades españolas que estas renumeraciones «mal concebidas» habían provocado «la quiebra de distintas entidades y traído problemas a la sociedad en su conjunto». En caso de no cumplir con la exigencia, el Ejecutivo comunitario advirtió al Gobierno de que llevaría a España ante el Tribunal de Justicia ya que tiene carácter de «dictámenes motivados», el segundo paso en el proceso de infracción comunitaria.
Precisamente, en febrero del mismo año, el Banco de España decía haber puesto límite a la retribución variable de los directivos de las cajas de ahorros que habían recibido financiación pública. El supervisor anunciaba que había empezado a aplicar las competencias que en este sentido le otorgaba la normativa española y europea en los sueldos de las cúpulas ejecutivas de las cajas en el ejercicio 2010. El Banco de España, a través de la comisión gestora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dictaba unos principios generales y defendía que la retribución variable fuera prudente y austera. Además, decía que revisaría los bonus, caso a caso, en función de la situación financiera de cada entidad, de sus recursos propios y de su solvencia. Sin embargo, todas las cajas compartirían una exigencia común: diferir el variable de los directivos a medio y largo plazo, mientras no devuelvan los préstamos del FROB, y evitar el pago en metálico siempre que sea posible.
Pero no fue hasta que se cambió de «color» en el Gobierno cuando se puso coto real a los salarios de los directivos bancarios. Así, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobaba en Consejo de Ministros del 3 de febrero de 2012 el real decreto ley de Saneamiento del Sector Financiero. Esta reforma destacaba la limitación en las retribuciones de las cúpulas directivas de las entidades que han recibido ayudas públicas a través del FROB. Con la nueva ley en la mano los altos cargos de las entidades que recibieran ayudas públicas no podrían percibir más de 600.000 euros anuales en total y los miembros de las cúpulas de las entidades intervenidas no cobrarían más de 300.000.
Con respecto a las entidades con asistencia financiera, como BFA-Bankia, Banca Cívica, BMN y Caja España, además los consejeros no ejecutivos no podrían cobrar más de 100.000 euros. Se reducían también los sueldos de los directivos con respecto a la media en un 67% para los presidentes y 65% para los consejeros delegados y directores generales. Además, se eliminaba cualquier retribución variable. Mientras, en cuanto a las otras entidades intervenidas hasta dicha fecha -Banco de Valencia, Catalunya Caixa, Unnim y Novagalicia- el sueldo de los miembros del consejo se limitaba a un máximo de 50.000 euros anuales brutos.
En una vuelta de tuerca más, el Gobierno volvía a recortar las retribuciones a los directivos de banca de las entidades que reciban ayudas públicas con un nuevo real decreto, el tercero, en agosto del año pasado. Los banqueros de estas entidades, aunque la participación del Estado no fuera mayoritaria, debían limitar la retribución fija a 500.000 euros. La medida afectó a los presidentes ejecutivos, los consejeros delegados y los directivos de las entidades con ayuda. La limitación se refirió en este caso a la retribución fija, que incluye sueldo, dietas, indemnizaciones y aportaciones a los planes de pensiones o el salario en especie.
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