Veto al blanco: una regla contra la regla

Tras la solicitud realizada por el Livingston escocés, Stoke City y West Bromwich Albion, que vestirán a partir de ahora pantalones azul oscuro y rojo respectivamente, el Manchester City es el primer club de la máxima categoría en considerar la tranquilidad de las jugadoras por encima de cierta tradición con los colores en las equipaciones. «Como resultado de los comentarios de las jugadoras, hemos decidido implementar cambios y no proporcionar pantalones cortos blancos a nuestras futbolistas. Brindaremos siempre una alternativa para nuestros uniformes como local, visitante y tercera para resolver esta situación que afecta a las mujeres en todos los deportes», esgrimía el club, en un comunicado conjunto con Puma, que proporciona la ropa. «Queremos apoyar a las jugadoras y crear el mejor ambiente posible para que se sientan cómodas y desarrollen su mejor nivel». Aunque se esperaba el estreno para el próximo curso, este miércoles ya vistieron el pantalón color burdeos.

En la Eurocopa de este verano, algunas voces de la selección inglesa, como Beth Mead, solicitaron este cambio en la equipación nacional. «Es muy bonito el traje blanco, pero a veces no es práctico», expuso la delantera. Aunque se mantuvo el pantalón blanco, Nike, encargada de la ropa, sí está tomando en consideración la propuesta para el futuro, para evitar que el periodo se convierta «en una barrera para la práctica deportiva».

Lo dice Nike y lo dicen estudios como el de Women in Sport, instituto inglés que analizó los motivos por los que las niñas dejan de hacer deporte en su paso de la pubertad. Un sector de la población que, de siempre, ha tenido más problemas para entrar y permanecer en la práctica deportiva que los chicos por razones como la falta de espacios y horarios para ellas, motivación y dudas personales, y a las que se añade también la regla. Women in Sport recoge que, en una encuesta con 4.000 voces, «casi siete de cada diez chicas dejan de hacer deporte en los días de menstruación». ¿Motivos principales? «Dolor (73 %) y miedo por fugas en el momento del ejercicio (62 %)». Cada vez se habla más, al menos entre las mujeres; pero no se estigmatiza menos y la vergüenza de la mancha en el pantalón continúa.

Y no se va de la cabeza ni cuando la concentración debe estar dirigida para un partido. Lo recuerda Anabel Medina, extenista y ahora seleccionadora nacional del equipo femenino de tenis de la Copa Billie Jean King: «A mí me pasaba en Wimbledon. Teníamos que ir de blanco y era un tema del que tenía que estar pendiente. Tiene sentido lo que piden las futbolistas, porque Wimbledon era solo un mes, pero ellas juegan todo el año y cada semana. Sigue siendo un tema tabú. Y, deportista o no, por coherencia, toda mujer evita el blanco en los días del periodo».

También desde el Madrid Club de Fútbol Femenino entienden la petición, aunque en el equipo, que viste completamente de blanco, no haya habido, por el momento, quejas ni fugas. Pero son conscientes de que la posibilidad está ahí. Por eso las gimnastas de rítmica suelen ponerse el maillot de competición una media hora antes de salir al tapiz. «Cada una se protege como se siente más cómoda, y no pensamos en la regla a la hora de elegir los colores del maillot, pero lo llevan puesto muy poco tiempo, no es comparable a un partido de fútbol», especifica Alejandra Quereda, seleccionadora nacional. En la misma línea se explica Lucía Guisado, seleccionadora nacional del equipo femenino de gimnasia artística: «No elegimos los colores pensando en eso; aunque los maillots llevan refuerzo en esa zona. De todas formas, no usamos mucho el color blanco, somos más de rojo».

Asumido como parte del juego de ser mujer deportista, las jugadoras de la selección de hockey, que cuentan con dos equipaciones, una roja y una blanca, prefieren en cambio usar la segunda. «En el Preolímpico de 2019 se creó la campaña 'Todosderojo' y ellas decidieron utilizar el traje blanco», cuentan desde la Federación. También de blanco disputan muchos partidos las jugadoras de la selección nacional de balonmano. Los pantalones, sin embargo, sí cuentan con un doble forro que no tienen los que utilizan los chicos. Por su parte, las jugadoras de balonmano playa ya solicitaron un cambio de vestimenta hace dos años. Aunque no específicamente por la menstruación, señalaron que querían eliminar las equipaciones blancas y amarillas y vestir de oscuro para evitar posibles transparencias y que se marcaran demasiado ciertas partes del cuerpo. Desde entonces, sus trajes son azul marino y azul eléctrico.

Las deportistas quieren estar cien por cien concentradas en el partido mientras están en el campo, y no estar pendientes de nada más. Empresas como Puma empiezan a acompañarlas en el cambio de reglas y están dedicando más esfuerzos en diseñar ropa interior para cualquier día del mes. El Manchester City espera que la respuesta positiva a su petición del cambio de color sea una llamada de atención que se replique y amplifique en otros clubes, y en otros deportes.