Jornada esperanzadora para España

En este circuito de catamaranes F50 el más tonto hace relojes y la ‘Cenicienta’ de la flota, Dinamarca, aunque no sube del séptimo puesto, es capaz de porfiarle en las salidas a Australia o Nueva Zelanda.

España, todo corazón y escasa cabeza, tiene que acostumbrarse a entrar mucho antes en el cajón. No valen excusas de que hay contratiempos de última hora. El barco, cuando sale al campo de regatas, tiene que estar cien por cien preparado para competir al más alto nivel. Le pasó en la primera manga, que a 20 segundos de la salida no habían entrado en el cajón, lo que le hizo salir último, con Francia y Australia porfiando por la primera plaza.

En un buen atracón de adrenalina, los de Jordi Xamar lograron ganar tres puestos en el primer tramo, navegando como los ángeles sin ningún complejo y echando toda la carne en el asador. En el tercer paso de baliza se colocaron terceros por méritos propios, aunque les beneficiaron un poco los penaltis de Gran Bretaña y Australia.

Los casi 14 nudos de viento que soplaban en el campo de regatas de la bahía de Cádiz estaban siendo aprovechados muy bien por el Victoria, que no cometía fallos. En la cuarta boya, primer error español al dejar posarse el patín en el agua, lo que le hizo perder un puesto en favor de Estados Unidos. Había que mantener el cuarto y comenzaron a regatear con la cabeza para lograrlo. Se impuso Nueva Zelanda en el último tramo a Francia. Bien Xammar, bien.

Se dio la salida a la segunda manga de la jornada, en la que España mejoró mucho su salida. No se dejó amilanar y era cuarta en la baliza de desmarque, en donde ya Australia arrasaba a la flota porque no se había regateado el primer kilómetro y ya aventajaba al segundo, Gran Bretaña, en más de 500 metros. El Victoria se colocó tercero en seguida, porfiando con los ingleses y los franceses. Hubo muchos tramos en los que estaban a la popa de los australianos buscando muy bien los roles del campo. Ganar no iban a ganar porque Australia machacaba sin paliativos, pero el Victoria sí dio muchas esperanzas de poder ser segundo. Iba por delante de Nueva Zelanda y de Estados Unidos y eso ya está considerado aquí como una gesta, pero en el quinto tramo se le coló Gran Bretaña, quizás por un exceso de confianza. No sé si los españoles no se dieron cuenta de que se estaban codeando con todo un Ben Ainsley. Al final, un tercero puso en su sitio el esfuerzo de la tripulación. ¡Increíble!

En la última manga, el Victoria entró el primero en el cajón con muy buenas sensaciones porque hubo un momento en el que pareció que competía por salir primero ante Gran Bretaña y Australia. Salida preciosa de la flota, que desventó al equipo español dejándolo casi ‘pescando’ mientras todos los demás salían con velocidad. Octavos por delante de Suiza no era una manera de comenzar, pero había que arreglarlo como fuera. Esta tercera manga fue un monólogo de Gran Bretaña, que no dio opción a Australia en ningún momento de la regata. Los de Xammar lograron avanzar un puesto, hasta el séptimo, por delante de Dinamarca y por detrás de Canadá. La lección de ayer fue que hay que salir al campo de regatas muy concentrado de principio a fin y pensar que son tres las mangas a disputar.