Palamós, refugio marinero de la burguesía

Pero a los pueblos los forma su historia y Palamós ha sabido crecer de su pasado. Del fondeadero natural que ofrece su bahía, que sigue en uso actualmente, y del puerto pesquero nacieron nuevas instalaciones como el Club Náutico Costa Brava y el Club de Vela Palamós que conforman uno de los puertos deportivos con más peso específico del litoral catalán. Posteriormente, la demanda animó a la inversión llegando a este pueblo marinero la Marina Deportiva de Palamos, más fría pero con buenas instalaciones y adaptada a todo tipo de embarcaciones.

Turismo Marinero

Palamós, la pesca y “La Mar”, como la denominan los pescadores, han sufrido una evolución digna de ejemplo.

Sin perder su potencia como industria local, la pesca ha sabido diversificar su oferta poniendo el mar en valor.

El epicentro de este cambio se fecha el 11 de septiembre de 2002 cuando se inauguró el Museo de la Pesca de Palamós. De este museo da para hacer un monográfico pero destacaría su filosofía. Una unión entre la cultura marinera y la tradición de la pesca en la Costa Brava, sumándole un I+D+I en su más pura esencia. Te guste o no la pesca, si apareces por Palamós con una hora de asueto, no dudes en descubrir este espacio sensorial de la náutica.

La vela y la motonáutica

En una costa con tantas cualidades, los deportes náuticos son como un caramelo a la puerta de un colegio. Pesca, remo, buceo,…, lo que quieras. La experiencia está garantizada.

Yo me voy a centrar en dos deportes prácticamente antagónicos como la vela y la motonáutica.

La vela por su natural arraigamiento en sus costas y donde el Club Náutico y el Club de Vela tienen mucho que decir. Y es más, como yo creo que las instituciones no son nada sin las personas, pondría en valor tres nombres actuales como son Carles Palomares, Anna Cuxart o el reciente fichaje del Club Náutico, Andor Serra. Tres ejemplos de empuje, pasión y mucha profesionalidad.

La motonáutica porque me parece una de las mejores formas de empaparte de estas costas. El “meeting point” de la motonáutica en Palamós y la Costa Brava se encuentra en una sede muy peculiar, pegada al Museo de la Pesca. Un antiguo puente de gobierno de un pesquero reutilizado como oficina por Xavier, su director, Francesc, su mano derecha, y su gran equipo.

Expertos en Turismo Náutico en Palamós y profesionales de la motonautica que te recomendarán y te ayudarán a disfrutar de estas costas.

Playas y Calas

Todo esto no sería posible si no fuera por los superlativos de estas costas, una joya del litoral español, donde la burguesía se refugia en sus tiempos de relax.

Empezando por la playa de Palamós, cercana y accesible o las playas de La Fosca y la del Castell, íntimas e increíblemente atractivas.

Antes de hablar de las calas del litoral de Palamós, me gustaría hacer una parada en las Islas Hormigas. Punto clave de la pesca local y donde comienza el cañón submarino, hábitat natural de la Gamba Roja de Palamós, tan preciada en la gastronomía internacional.

Entre las calas, personalmente haría parada y fondeo en Cala Estreta, Cala del Crit o en Cap Roig, con su castillo.

Donde iría yo…

El desafío es complicado, por extenso y por que os tengo que confesar que soy un enamorado de las costas de Palamós pero os recomendaría una visita al Museo de la Pesca para entrar en materia. Eso sí, cuanto más extensa mejor ya que será la base para apreciar los detalles de estas costas. Entre las actividades que puedes hacer dentro del ámbito del museo, te recomendaría una visita guiada a la lonja del pescado con su subasta, o una salida de pescaturismo, embarcándote como parte de la tripulación de un barco de pesca, participando de una jornada con pescadores locales y donde seguro, algo te llevarás a casa.

Si no eres tan atrevido, el programa “memorias vivas” puede ser una alternativa donde gente del mar te embaucará en sus vivencias e historias. No quedarás indiferente.

Para los amantes de la gastronomía el Museo de la Pesca de Palamós dispone del Espai del Peix donde puedes participar en sus “Show Cooking” y degustaciones.

Ya fuera del Museo de Pesca, aunque el mar es la recomendación más fácil, yo te recomendaría una buena ruta de senderismo costero por el Cami de Ronda donde descubrirás rincones increíbles. No tengas prisa, y llévate una buena mochila con agua y un bocadillo. No te arrepentirás.

Como no podría ser de otra forma, navegar tenemos que navegar. Alquílate una lancha, con o sin patrón, y disfruta de una de las costas más atractivas de la Costa Brava.