Diego Botín desvela en Cádiz uno de los capítulos más difíciles de su vida

«Me impedía dormir por las noches. Algunos médicos decían que podía acabar incluso en una silla de ruedas si no se curaba bien. Después de cinco años tomando antiinflamatorios, cambié mi estilo de vida y empecé a hacer meditación», relató Botín, que entonces debutaba en la clase 49er junto a Iago López Marra, con quien concluyó noveno en Brasil.

Pese al duro diagnóstico, Botín no solo continuó compitiendo, sino que fue escalando hasta alcanzar la élite mundial. En Tokio 2020 acarició el podio con un cuarto puesto, empatado a puntos con los terceros. La recompensa llegaría en París 2024, donde junto a Florian Trittel conquistó el primer oro olímpico español en 49er, un éxito histórico para la delegación nacional. Además en 2024 se proclamaron campeones del circuito Rolex SailGP con el equipo español.

Ese mismo año, Botín y Trittel fueron distinguidos por World Sailing con el prestigioso premio Rolex Sailor of the Year 2024 y más tarde sumaron el galardón a mejor equipo en los Foiling Awards 2025.

El documental de SailGP, proyectado en Cádiz como preludio al DP World Spain Sail Grand Prix | Andalucía-Cádiz de este fin de semana, repasa también la su trayectoria.

Al final del documental, Botín deja un mensaje que trasciende el deporte: «¿Ganar? Sí, es genial. Pero al final lo importante es cómo lo haces. Si sientes que te has esforzado, que has mejorado y has llegado al siguiente nivel como persona y en todos los aspectos, eso es lo más poderoso».

Con esta revelación, Diego Botín no solo se consolida como uno de los grandes referentes de la vela mundial, sino también como un ejemplo de superación personal que inspira dentro y fuera del agua.