Tan solo puedo decir: ¡Gracias!

Durante todo este tiempo, mientras otras aventuras aparecían y de la misma forma desaparecían en otros medios, ABC de la Náutica seguía vivo, creciendo con la información y la opinión como banderas, siendo una referencia a lo largo de todo este tiempo.

Ahora Pedro Sardina decide por voluntad propia decir adiós. He tenido la fortuna de acompañarle junto con otros compañeros desde el principio, como pueden ser Nicolás Terry o al desaparecido Dury Alonso, en este largo y apasionante camino.

Aquí nacía Tripulante18, como marca y como columna de opinión. He tenido el honor de que no haber faltado ni en un solo ejemplar de los 223 que se han publicado en ABC de la Náutica; que por cierto, además serviría años después para dar nombre primero a una página web, evolución de mi blog, y después al podcast.

Durante todo este tiempo, con más de medio millar de columnas y artículos publicados, siempre he notado el cariño y el máximo respeto por mis opiniones por parte de su director, donde siempre me ha dado su espacio y sobre todo libertad de opinión.

El futuro no sé que nos deparará, pero desde estas últimas líneas quiero mostrar a Pedro Sardina el máximo respeto como compañero y amigo, y que le ha dado mucho más al mundo de la vela en este país de lo que ha recibido. Creo sinceramente que no hay palabras ni gestos de reconocimiento por todo lo que ha hecho por la vela española.

Pedro ha sido crítico, y es que la crítica es parte intrínseca del periodista. Sin crítica, no hay periodismo. No se puede ser un adulador permanentemente, que es en buena medida es en lo que se ha convertido el periodismo de hoy en día. La crítica, con respeto, hay que aceptarla, aunque haya sectores, ya sea dentro de la vela o desde las propias empresas, que la quieran aniquilar.

Yo he tenido dos referentes en el mundo del periodismo y que me han marcado en todo mi camino desde mis inicios. Por un lado el decano de la prensa deportiva en Girona, Francesc Sánchez Carcassés y por el otro Pedro Sardina, el decano de la prensa náutica en este país. Ellos me han escuchado, me han ayudado, me han aconsejado y en el caso de Pedro, aunque en ocasiones tuviéramos opiniones contrapuestas, siempre ha sido comprensivo, he sentido su cariño y sobre todo su respeto.

Es por todo ello que no tengo más que palabras de gratitud por quién ha sido mi director en ABC de la Náutica, que nunca ha tenido un no cuando le proponía temas. Y si hoy sigue existiendo el ABC de la Náutica ha sido gracias a su trabajo y empeño, muchas veces navegando contra viento y marea.

¡Gracias por tu confianza, Perico!