Querer es poder y en El Arenal, sí quieren

¿Podríamos decir que ganar el oro en el Sofía es más difícil que ganarlo en los Juegos? No, no es una falacia. En todos los Juegos Olímpicos están las tripulaciones limitadas a una por país y clase y en el Princesa Sofía pueden participar todas las que quieran de cada país, y este año lo harán casi mil.

La organización de la regata olímpica palmesana cumple con las expectativas de toda organización mundial que se precie. Hablo de las clases olímpicas y de la vela ligera, porque a mí personalmente me sobran los cruceros y toda esa morralla del J70 y los 6M. He presenciado muchas Semanas de Hyeres y Semanas de Kiel, y para nada aportan a la vela lo que los clubes organizadores, sobre todo el Club Náutico Arenal y el Club Marítimo San Antonio de la Playa. La organización en tierra es ejemplar y no es nada fácil coordinar los desayunos, las comidas y las cenas, además de los tiempos de preparación de tantos regatistas, y la organización en el mar disfruta de una matrícula de honor, de la que la World Sailing debería de tomar nota y aprender de cómo se organiza una regata olímpica. A todo esto añadir un aeropuerto internacional a cinco minutos, unas infraestructuras ágiles y una hostelería que es la envidia de Europa.

Añadimos a todo esto el incomparable marco donde se regatea, la bahía de Palma dividida en ocho áreas de regatas, lo nunca visto, con ocho Comités y sus Jueces correspondientes.

Este año van a participar todos los candidatos españoles a navegar en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, y no perdonaremos que al menos tres tripulaciones se alcen con el oro. El Trofeo Princesa Sofía es un gran test de cara a París y esto hay que aprovecharlo. Además de estudiar a los posibles rivales, hay que salir a ganar, porque es la regata olímpica española por excelencia y porque los ojos del mundo están puestos durante esos días en la bahía de Palma.

Solo nos queda pedirle a Eolo que se porte como un machote y nos sople todos los días unos vientos favorables para que haya espectáculo en el agua y que el Trofeo Princesa Sofía siga demostrando que se celebra en una bahía que merece mucho más que la organización de unos Juegos Olímpicos.

El Arenal, San Antonio de la Playa y el Náutico de Palma empujan al éxito una regata que debería estar mucho más valorada por la Federación Internacional, la World Sailing.