Lo previsto: Ineos y Luna Rossa, final de la Louis Vuitton Cup

Durante la noche, el equipo italiano de tierra trabajó hasta altas horas de la noche reparando un sistema de carril de la vela mayor dañado que se había roto en la semifinal de ayer y que le dio al equipo estadounidense una victoria que lo acerca a 4-3 en esta serie de primeros cinco. Los héroes del equipo italiano de tierra fueron descritos como «zombis» esta mañana, pero sus esfuerzos fueron ampliamente recompensados con el barco italiano brillando bajo el sol de Barcelona, luciendo como nuevo y el equipo recuperando su forma imperiosa de principios de la semifinal.

La victoria fue muy reñida desde el principio, con Tom Slingsby, del American Magic, ganando con maestría la salida y realizando el primer cruce en ceñida. Una virada a baja velocidad en el segundo cruce fue, en última instancia, la perdición del American Magic, ya que los italianos pudieron avanzar a sotavento y tomar una ventaja que nunca perderían.

En la cambiante brisa del sureste que se llenó y se transformó en un estado del mar relativamente plano, Luna Rossa inicialmente se extendió, pero algunas grandes decisiones en el segundo tramo contra el viento hicieron que American Magic volviera a la contienda y quedara a solo ocho segundos a la deriva en el punto medio.

La elección de una zona de gran presión en el segundo tramo de popa permitió a los italianos extenderse y para el American Magic llegó el momento de tirar los dados en el último tramo de ceñida. Desafortunadamente para ellos, no hubo oportunidades de ganar y el Luna Rossa Prada Pirelli se alejó para registrar una diferencia final de 61 segundos y asegurar su lugar en la final de la Louis Vuitton Cup contra el INEOS Britannia, programada para comenzar el jueves 26 de septiembre.

En el agua se han vivido escenas de júbilo, en las que los italianos se han liberado de la presión de lo que han sido veinticuatro horas intensas para el equipo. En tierra, en el Official Race Village y en las zonas de fans de Bogatell y Plaça de Mar, los fans del Luna Rossa Prada Pirelli reflejaron la alegría en el agua con aplausos y vítores que continuaron durante la presentación del equipo por la tarde en el escenario principal. Los fans del Luna Rossa Prada Pirelli son algunos de los más apasionados de todos y sin duda harán sentir su presencia cuando comience la carrera en la final de la Louis Vuitton Cup.

Después de que ambos barcos arriaran velas, el Luna Rossa realizó un elegante «sail-by», con la tripulación italiana aplaudiendo a su oponente estadounidense en un gesto deportivo muy en el espíritu de la 37ª America's Cup de Louis Vuitton.

Para NYYC American Magic su viaje en la Louis Vuitton 37th America's Cup termina hoy y para el New York Yacht Club, el club que creó el evento y albergó la famosa jarra durante 132 años, la espera continúa para regresar a su sede de West 44th Street en Manhattan.

Al hablar de la pérdida, Tom Slingsby, timonel de estribor del equipo estadounidense, se mostró claramente emocionado al decir: «Al pisar tierra firme es brutal, es realmente duro. Quiero decir que representas a tanta gente cuando estás al timón de uno de estos barcos, y tienes más de sesenta personas en la base que confían en ti y esperan que podamos lograrlo. Es un equipo tan amplio que depositó tanta confianza en ti y es brutal. Simplemente tienes que lamerte las heridas, felicitar al mejor equipo e intentar volver más fuerte».

El timonel del NYYC American Magic, Lucas Calabrese, que reemplazó a Paul Goodison tras una lesión, habló sobre lo que significó la campaña diciendo: «Simplemente estoy recordando todo el trabajo duro que todos pusieron durante los últimos dos años y medio, las largas noches, las madrugadas. Estoy súper orgulloso de la forma en que representamos a nuestro equipo. Nunca nos rendimos, lo que creo que es muy importante. Espero que tal vez tengamos una oportunidad en el futuro. Ojalá los directores del equipo sigan adelante y estoy realmente agradecido con ellos y con todos nuestros líderes que hicieron posible esta campaña».

Calabrese también tuvo palabras amables sobre Paul Goodison: «Obviamente, nadie quería que eso sucediera. Me llevó un par de días asimilar lo difícil que estaba pasando Goody. Realmente lo siento por él y sé que trabajó muy duro durante muchos años, no solo los últimos dos años, para llegar hasta aquí. Lo teníamos en nuestros pensamientos todo el tiempo mientras estábamos compitiendo».