Francesco Bruni (Luna Rossa): «Barcelona es un terreno neutral para todos los equipos»

En la base del Luna Rossa Prada Pirelli, Bruni, una de las grandes figuras de la vela italiana y de la Copa del América, afronta su sexta Copa, la quinta con la escuadra italiana, con la máxima ambición y con la humildad que siempre le ha caracterizado.

Se define como: «Un timonel completo, que tiene experiencia, criterio, tranquilidad, quizás menos que Spithill, pero nos compenetramos muy bien».

En sus 30 años de carrera deportiva ha sumado 7 títulos mundiales, 5 europeos y 15 ide Italia en varias clases. Compitió en tres Juegos Olímpicos (en las clases Laser, 49er y Star (diploma olímpico (7º) en Atenas 2004) y fue subcampeón del mundo en la clase Moth. Ha participado en los grandes circuitos mundiales de SailGP, Tp52, RC44 y Maxis.

Lleva 30 años en la elite de la vela y casi 25 con el 'Luna Rossa', pero esta edición es bastante especial para él porque, «en la anterior ganamos la Copa Prada (la actual Copa Louis Vuitton) y le ganamos tres regatas al Team New Zealand en la final. Espero que esta sea aún más especial que aquella ya que tenemos un grupo muy bien preparado, que ha trabajado muy duro y aspira al máximo

En la final de 2021 el 'Luna Rossa se colocó 3-2 a su favor al final de la quinta manga. a partir de ahí el Team New Zelanda les ganó cinco mangas seguidas para imponerse por 7-3.

él explica que, «los neozelandeses tenían un AC75 (el 'Te Reuthai) más rápido que el nuestro. Y esto fue muy claro porque en las cinco primeras regatas, en las que ganamos tres, solo lo hacíamos por apenas 10 segundos y cuando ellos lo hacían nos superaban por 40. Los números finales dijeron que nos faltó un poco de velocidad».

Aunque perdieron en la Final, en su memoria siempre quedará esa frase mítica: «Grande Italia, Forza Palermo que pronunció el 14 de febrero de 2021 cuando ganaron la Copa Prada, derrotando al INEOS Britannia y que emocionó a toda Italia. Sobre esto expresó: »Siempre intento ser lo más natural posible y me salió así. «En ese momento solo quería mandar un saludo a todas las personas que me seguían desde casa y en todo el mundo»,

No quiere hacer pronósticos sobre si la velocidad será decisiva en Barcelona, ya que, «es casi imposible decir esto ahora. Todos los equipos, menos el Team New Zealand están entrenándose ya aquí y, por el momento, parece que todos estamos muy cerca unos de otros. Los neozelandeses ya llegan pronto y estoy seguro que su AC75 (ahora es el Taihoro) no será precisamente lento.

Siempre muy prudente también considera: «Después de lo visto en 2021, el Luna Rossa está ahora más cerca de poder ganar la Copa América, pero hay que pensar día a día. Antes de llegar a la Final hay que pensar en la Copa Louis Vuitton (torneo de desafiantes), en los Round Robin, en las semifinales etc. que debes disputar antes de poder llegar a la final».

Añadió: «Ganar la Copa es muy difícil porque quien gana la anterior edición hace las reglas de esta y si quieres venir a competir debes aceptarlas».

Bruni, con 51 años y Jimmy Spithill, con son dos de los timoneles más veteranos de esta edición, aunque cree que esto es importante en un equipo de Copa. «Sobre todo lo es tener miembros con experiencia. Se vio en la pasada edición, navegamos bien y tomamos buenas decisiones, pero también es importen tener jóvenes como Marco (Gradoni) que vienen empujando desde abajo y no te dan tiempo ni de respirar. Las dos cosas son muy importantes; no se puede prescindir de ninguna», indicó.

El equipo italiano es el que pasó más tiempo entrenando en Cagliari (Cerdeña) antes de venir a Barcelona y el campo de regatas le parece complicado porque, «la ola de Barcelona es muy diferente a la que teníamos en Cagliari donde entrenamos hasta venir aquí, ya que aquí en cada dirección del viento hay una ola diferente. Es muy importante navegar aquí lo máximo posible para acostumbrarse a todo esto y para que el barco sea optimizado pensando para estas situaciones»

Al respecto si el Team New Zealand es más debil por defender el título fuera de su país su opinión es clara: « Puede que si. Auckland es su casa y tanto para Luna Rossa como para los otros equipos es una pequeña ventaja navegar aquí que hacerlo en Auckland. Si yo hubiese tenido que decidir hubiese elegido navegar en mi casa, porque Barcelona no es casa para nadie; es terreno neutral para todos».

Y no quiere hablar de favoritos porque, «he visto a todos los equipos muy preparados como 'American Magic' o 'INEOS Britannia' y también los 'nuevos' como 'Alinghi', que no lo es tanto, o el Orient Express francés que empezó un poco tarde, pero que dispone de un AC75 que es la copia exacta del 'Taihoro' del Team New Zealand porque le compraron el paquete del diseño y a los neozelandeses, algo totalmente legal; con dinero se puede hacer todo».

- Además de él y Spithill, el equipo cuenta con otros dos timoneles, Ruggero Tita, campeón mundial y olímpico de Nacra17 y la gran revelación, el tricampeón mundial de Optimist Marco Gradoni, de solo 20 años.

Bruni solo tiene elogios para ellos. «Los dos son personas de altas cualidades y gran talento y lo mejor que Italia puede dar a la Copa del América en este momento. Necesitan tiempo para ganar experiencia en esta competición, pero son dos talentos increíbles y con muchas ganas», reconoce.

No cree que los 'cyclors' puedan ahora determinar el vencedor de esta edición como pasó en 2017 donde Nueva Zelanda sorprendió a todos sus rivales.

«Lo es evidente es que todos los equipos deben tener en el agua los mejores en la tripulación inicial, pero deben tener la posibilidad de hacer cambios sin revolucionar el equipo. Todos los equipos han pensado ya en eso y han formado buenos relevos a bordo en el caso de los 'cyclors' porque el esfuerzo será tan grande que deberán ser relevados casi en cada manga; incluso los 'trimmers' y los timoneles si se notase algo de cansancio. Ahora todos están preparados.

El fenómeno de la Inteligencia Artificial y la entrada de la tecnología de la Fórmula Uno en varios equipos puede cambiar, según los expertos, la forma de la navegación y de la competición que se ha visto hasta ahora.

La experiencia del timonel palermitano hace que considere, no creo que sea así. Es cierto que hay una mentalidad más tecnológica, pero, al final, son barcos y se deben tratar como tal. Claramente, la tecnología tiene una importancia increíble en todo esto, pero se debe saber como manejarla porque si se hace demasiado complicado puede llegar a tener un resultado opuesto al buscado.

En cuanto al ambiente de Copa América que se vive en Barcelona consideró: Barcelona es una ciudad enorme, muy bonita, nos gusta estar aquí, pero tenemos en mente la situación de Valencia en 2007 donde éramos doce equipos y todas las bases estaban juntas, uno al lado del otro«.

«Repetir eso es imposible en una ciudad como Barcelona y aquí la única forma de hacerlo era distribuirlo por el Puerto, pero con distancia. Sea como sea, creo que habrá un gran ambiente. En Italia tengo muchos amigos que van a venir por la Copa y sé que de otros países también lo harán», aseveró.

Aunque navegó desde pequeño, empezó a estudiar ingeniería, pero no le convenció y llegó un momento en que debió decidir seguir estudiante o hacerse regatista profesional.

No olvida que su padre Ubaldo, también ingeniero, le dijo que si quería dedicarse a la navegación, adelante. Y Bruni responde: Fue el mejor consejo que me dio. Llegó un día que le dije que quería intentar ir a los Juegos Olímpicos, dejando la universidad y el me respondió: «Si quieres hacer una cosa hazla bien, pero siempre aspirando a lo máximo; esto quiere decir que tienes que ir a la olimpiada». Y fui a los de Atlanta 1996«.

Hizo hincapié en que, «he sido muy afortunado por tener un padre y una madre como ellos ya que siempre me dieron la libertad de hacer lo que yo tenía como pasión y trabajaron muy duro y se sacrificaron para esto, viajando conmigo y ayudándome siempre».

Curiosamente, su esposa Novella es ingeniero, se conocieron en la Universidad, y tienen dos hijos: Ubaldo, de 18 años, y Vanina, de 15. Sobre ellos dice: «Los dos tienen pasión por el mar, pero no creo que vayan a ser profesionales, aunque nunca se sabe. Yo hago como mi padre y les digo que hagan lo que quieran, pero que lo hagan con pasión; lo que hago en mi vida intento pasarlo también a ellos.

La casa de sus padres en Palermo fue durante años alojamiento de jóvenes regatistas ingleses, americanos, brasileños y argentinos que preparaban como él sus campañas olímpicas «Es cierto y casi todos eran de la clase Láser en la que yo competía. Sicilia es un lugar fantástico para entrenarse en invierno o en todo el año por el clima y muchos venían a mi casa, ya que los sicilianos somos muy hospitalarios. Me acuerdo mucho de eso porque entonces nombres como Robert Scheid (5 medallas olímpicas y 9 campeonatos del mundo o Ben Ainslie (5 medallas olímpicas y 8 Mundiales) no eran aún conocidos y todos entrenábamos juntos», concluye.