Iker Martínez: «Hay que seguir adelante y luego ya pensaremos en los puntos»
El campeón olímpico Iker Martínez, patrón del 'Telefónica Azul' español, se lamentaba esta mañana de la avería sufrida en el barco. "No podemos navegar con velocidad, aunque la avería se puede reparar rápido. No podemos definir la situación como mala. Ahora hay que seguir adelante ... y luego ya pensaremos más en los puntos y en la competición".
"Navegábamos en ceñida (contra el viento), amurados a babor (recibiendo el viento por el costado izquierdo del barco) y con un génova en la proa. Todo parecía estar bien", ha explicado.
"De repente sonó un ruido muy fuerte, no sabría cómo describirlo pero algo así como una especie de pequeña explosión y vimos cómo el génova caía hacia cubierta y al agua. El primer golpe que oímos fue cuando se soltó el 'stay', el mástil se quedó enganchado por la vela y estaba enganchado con la driza", ha concretado.
Fueron momentos de gran tensión, "porque un segundo más tarde se rompió esa driza y caía el génova. Ahí se quedó el mástil sin absolutamente nada de soporte en la proa, empezando a tambalearse muchísimo hacia delante y hacia atrás".
"Nos alteramos todos mucho pensando que el mástil se iba a caer", ha indicado. La rápida reacción de la tripulación y del jefe de guardia del barco en ese momento, el sudafricano Jono Swain, consiguió arribar (variar el rumbo y parar el barco) y ponerlo en popa (para tener el viento entrando desde atrás). El mástil fue sujetado con la vela mayor, pero se movía mucho hasta que con unas drizas fue sujetado a proa y se quedó fijo.
Sin repuesto para la pieza rota
"No podemos volver a colocar el 'stay' como estaba anteriormente ya que hay una pieza que se ha roto y no tenemos repuesto. Hemos colocado uno provisional, pero no aguanta lo que aguantaría uno normal, con lo cual", explicó, "no podemos poner velas de proa, como los génovas, y sólo podemos usar la de ceñida, una vela muy pequeñita que tenemos que es el J4. En principio, navegando de popa no deberíamos tener mayor problema".
Iker Martínez reconoció que con estos problemas la competición quedaba "un poco de lado". "Por un tema de seguridad puro y duro tenemos que ir poco a poco. En principio no pensamos parar para reparar porque nuestra intención es llegar a Río de Janeiro lo antes posible y hacerlo mucho más tarde sería un problema para el futuro de la competición", ha explicado.
"Ahora el ánimo en la tripulación no es el mejor porque te sientes un poco frustrado, sobre todo pensando que nos quedan más de 6.000 millas para la llegada en la etapa más larga de toda la prueba", ha admitido. "Ya es duro hacer esos largos recorridos en competición; así que hacerlo un poco fuera de competición pensamos que lo va a ser aún más. Ahora la única motivación que tenemos es la de pensar que es importante llegar a Río lo antes posible para poder seguir en la competición".
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