Arturo Delgado contesta a Eugenio Díaz

Lo que se trata en los diversos órganos de la RFEV no debe de transcender y menos aún ser publicitado por uno de sus miembros, salvo que así lo decida hacer, total o parcialmente, la propia CD o el mismo Presidente a título meramente informativo de algunos acuerdos que puedan ser de interés para el general conocimiento. Y no lo digo pensando en la Comisión, sino simplemente en sus integrantes. ¿Desde cuándo es normal que se comente lo que uno dice o cómo lo dice? Precisamente, el funcionamiento del régimen democrático descansa en la libertad de expresión, y esta se apoya en la confianza de que en lo que en un foro se diga permanece dentro de ese ámbito. Y cuando, democráticamente, es decir, por mayoría, se alcanza un consenso, eso se traslada al Acta. Es esta la que cuenta. Reproducir, sin consentimiento, como es, indudablemente el caso, las intervenciones de uno u otro no es sino una manera de amedrentar, esto es, de intentar orientar las opiniones y las decisiones finales colocando en la picota no ya las opiniones finales sino las formas y expresiones con una indudable intención de afear conductas y opiniones. Y tampoco me parece aceptable la referencia a la asistencia o no de los medios de comunicación a las reuniones de los órganos federativos. El miembro del órgano federativo pertinente que no esté de acuerdo con el contenido del Acta redactada a resultas de lo tratado, tiene la posibilidad de pedir que se corrija o impugnarla, no de convertir el asunto en una pelea de patio barriobajero. A la RFEV se le debe un mayor respeto, al que ni siquiera en tiempos de Pombo y Rodriguez se ha faltado.

Soy abogado en ejercicio desde hace 50 años, pero he de reconocer mi escasa formación en las materias de Derecho Penal y Procesal, pero por la experiencia adquirida a lo largo del ejercicio de mi profesión en otras materias, me da que este personaje está rayando como mínimo el ilícito penal y bien se merecía que como mínimo se le abriera un Expediente Disciplinario. Pero lo que escribe y trata de denunciar en el último ABC de la Náutica es de tal pobreza intelectual que sólo me recuerda el triste discurso de despedida de Rodriguez en la Asamblea de la Moción de Censura. Cabe decir aquello de que “Dios los cría y ellos se juntan”.

Sabido es lo que pienso de la mayoría de los componentes de la actual Asamblea y por consiguiente, de la Comisión Delegada y de la misma Junta Directiva (sin olvidar algunos personajes por mí conocidos de antaño que siguen pululando en los diversos Comités). Su inmensa mayoría son cómplices necesarios, tanto de Rodriguez como anteriormente de Pombo. Les cabe pues una responsabilidad subsidiaria, si no civil o penal, al menos moral, de todo lo acaecido en la RFEV estos 14 últimos años.

Pero he de reconocer que también fueron ellos en su conjunto los que después de una larga pasividad, tomaron la decisión por gran mayoría de aprobar con la MC la caída de Rodriguez. Ha sido tardía tal decisión, pero ya peor no se podía caer.

El tal señor Díaz no bastándole con haber colaborado en construir la pocilga federativa y dejarla llena, ahora quiere seguir braceando en ella… Cada cual tiene derecho a la sobrevivencia según sus gustos.

Me reafirmo que ni pongo ni pongo rey, sólo pretendo servir a mi señora, en este caso la RFEV.

La Vela, que siempre ha sido un deporte tradicionalmente de caballeros (lo que los anglosajones llaman “proper Sailors” como algo muy distinguido), es heredera de la más rancia tradición marinera. Así los que hemos tenido relación con el mar y las regatas desde que tenemos uso de razón, compitiendo siempre a nuestro límite de esfuerzo y capacidad, hemos peleado con ahínco en el agua, incluso con protestas, pero después a cenar y a reírnos juntos. Me apena que la llamada Alta Competición esté alejándose de estos principios aunque lo normal es que pasada la dura etapa competitiva las relaciones y el espíritu deportivo vuelvan a su cauce.

Pero es que desde la llegada del leninista Gerardo Pombo, todo ha cambiado incluso en los diferentes órganos de gobierno de la RFEV ¡vaya personajes! Todo empezó cuando yo perdí las elecciones en segunda vuelta de las votaciones por un voto en diciembre del año 2000. Recordarán todavía algunos que en mis palabras de despedida y a la vista del empate cuasi técnico, le pedí a todos los electores y en especial a los que me habían votado, que se unieran en pro de la buena marcha federativa. No hubo ningún reproche ni de Pombo ni mío por los posibles malos modos en las respectivas campañas. Pero es que a los pocos días empezó la limpieza étnica por parte de Pombo, al prescindir con total descaro de personas de demostrada valía tanto a nivel nacional como internacional y tanto profesionales como aficionados que se sabía me apoyaban sustituyéndolos por otros cuya eficacia y buen hacer, en su mayoría, están todavía en entredicho (por decirlo de una manera suave), como ha quedado demostrado. Todo un alarde de “democracia y deportividad” apoyada por desdeñables personajes pretendidos amigos de confianza  y colaboradores míos, incluso con el intento de descalificarme por mi gestión de la que ellos habían sido partícipes. El pesebre se había puesto en marcha con la aprobación como profesional del cargo de Presidente por primera vez en la historia de la RFEV.

Así pues viene a cuento el refrán “que de aquellos polvos han venido estos lodos”.

Dicho lo anterior y con la franqueza que me caracteriza, he de decir también que somos muchos los que admitiendo la buena voluntad por parte de los actuales responsables de la RFEV, nos tememos que ello no sea suficiente para enderezar el rumbo de la nave federativa tras la caótica tormenta abatida durante 14años sobre la nave federativa a la deriva cargada de ratas. Nos parece que deberían rodearse de la gente más capacitada que se pueda, que la hay, que les puedan echar una mano en retomar el rumbo lo antes posible y deshacerse lo antes que puedan de la gente nociva tanto a nivel profesional como supuestamente aficionada. Me refiero, claro está y sin ambages, a los tres profesionales que siguen ocupando sus puestos demasiado bien remunerados para su reconocida incapacidad profesional y colaboradores necesarios en el saqueo sufrido en los 14 últimos años por la Federación (alguno también de fuera de Madrid, pero eso ya se verá). Están esperando, porque así será antes o después, que se les despida y como consecuencia cobrar una indemnización. Pues a mí me da que si se les investiga y se les despide este tiene muchas posibilidades de ser considerado procedente y sin derecho a indemnización. Es más, posteriormente, tal como le está pasando a G. Pombo, puede que les caiga una demanda civil o criminal, apunto. No podemos olvidarnos tampoco de algunos “directivos” (¿?) que siguen pululando por la Federación y que no sabemos si es porque no saben o no tienen otra cosa que hacer, o si para cubrir las espaldas a sus amiguetes también colaboradores necesarios en el saqueo…

Y para terminar y dicho lo dicho: Lo que considero pertinente ahora es pedir a todo el Colectivo de la Vela española, que apoyemos sin remilgos a los que han cogido el timón de la RFEV, saqueada y por ello exhausta de medios económicos y materiales, nos gusten ellos o no, y dejarnos de pamplinadas. Somos gente de mar, y no de la clase política que tristemente estamos sufriendo. Pero eso sí, que metan la proa a esta gran ola destructora y EXIJAN al CSD que con la mayor urgencia que pueda ayude a solucionar los problemas que están pendientes por falta de medios económicos. El sr. SED es sin duda responsable subsidiario de todo este desaguisado, no sé si civil o penalmente, pero lo es como cabeza visible del CSD con todos los inútiles que le rodean, de los que no excluyo el Protectorado de Fundaciones ni el TAD.

Estamos ya a menos de un año visto para las próximas elecciones a Presidente y previamente de los asambleístas y falta mucho menos para que empiece el periodo electoral. Es el momento para que aquél que esté descontento con la actual situación dé un paso al frente y se empiece a preparar para postularse y se vaya buscando sus apoyos, o a apoyar a otra persona con un mínimo de dignidad personal (lo mismo cabe decir de los asambleístas) pero por favor que el que se postule a candidato tenga ese mínimo de dignidad personal y sentido de servicio al deporte y no al enriquecimiento indebido. Así pues menos criticar y que los que ya estaban y están como es el caso del sr. Diaz, hagan un acto de contrición sobre su anterior actuación y miren a ver si no les pilla la gran ola de la responsabilidad civil o penal que les pueda envolver por su dejación en el desempeño de los cargos para los que fueron elegidos, aunque la mayoría con trampa consentida por el dichoso TAD, que por la forma como se manifiesta el sr. Diaz y por su talante me da que acumula muchas papeletas…