Violencia en la Super Bowl: al menos un muerto y una treintena de heridos en la celebración de los Chiefs

Un tiroteo dejó al menos un fallecido y una treintena de víctimas en Kansas City (Misuri) y desató el caos en el final del acto multitudinario en el que el equipo local, los Chiefs, pasearon por las calles de la ciudad el trofeo que lograron el pasado domingo en Las Vegas ante los San Francisco 49ers. De los heridos, al menos 21 fueron por armas de fuego y nueve son niños.

El incidente ocurrió al oeste de la estación Unión, la principal de la ciudad y que albergaba la concentración de seguidores ante sus ídolos, después de haber recorrido el centro de la ciudad en autobuses descapotados.

La jefa de la policía de Kansas City, Stacey Graves, aseguró después del incidente que dos personas habían sido detenidas en relación con el tiroteo. También detalló que había recibido informaciones, todavía sin confirmar, de que varios seguidores de los Chiefs que participaban en la celebración participaron en la detención de uno de los sospechosos. En un vídeo compartido en redes sociales, se ve a dos seguidores que placan e inmovilizan a una persona en medio del caos.

«Estoy enfadada por lo sucedido», dijo Graves. «La gente que vino a esta celebración esperaba estar en un ambiente seguro», añadió después de explicar que 800 agentes participaron en el despliegue de seguridad.

Los disparos se produjeron poco después de que acabara la celebración y provocaron un tumulto, con cientos de personas tratando de huir del lugar. Muchos saltaron las vallas protectoras en su intento de salir del peligro y algunos de los heridos fueron como consecuencia de esta estampida.

Entre quienes escaparon estaban el gobernador de Misuri, Mike Parson, y su mujer. También, el alcalde de la ciudad, Quinton Lucas, que calificó lo ocurrido de «tragedia absoluta, de un tipo que no esperaríamos en Kansas City, de un tipo que recordaremos durante mucho tiempo».

«Rezando por Kansas City», compartió en la red social X el 'quarterback' Patrick Mahomes, el mejor jugador de esta era y decisivo en la victoria del domingo. «Mis pensamientos y mis oraciones están con todos los afectados en los incidentes de hoy, y gracias enormes al personal de emergencias que corrió hacia el lugar del peligro», agregó un compañero del equipo, Trey Smith «Vosotros sois a los que hay que celebrar hoy».

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Los Chiefs aseguraron que ningún miembro de la plantilla ni del equipo técnico resultó herido en los incidentes. En la comitiva no estaba Taylor Swift, convertida en la sensación del fútbol americano este año por su noviazgo con Travis Kelce, uno de los puntales del equipo y decisivo en los 'playoffs' para llegar al título. Swift, que sí llegó a Las Vegas el domingo después de haber tocado el sábado en Tokio, voló hacia Australia tras el partido para proseguir con su gira mundial.

Los episodios de violencia no son raros en EE.UU. en las celebraciones deportivas cuando los equipos locales logran títulos. Durante las victorias de los Chicago Bulls en la NBA en los años noventa, en el esplendor de Michael Jordan, la celebración de los campeonatos acababa en disturbios y saqueos en la ciudad de Illinois. Y lo mismo ha ocurrido en títulos de fútbol americano o béisbol en los últimos años.

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Tras la victoria de los Denver Nuggets en las finales de la NBA del año pasado se registró un tiroteo con nueve heridos en la ciudad de Colorado, pero no está claro si estuvo relacionado con una celebración de la victoria. También se registraron tiros en la celebración del título de los Texas Rangers de béisbol del año pasado durante una pelea en un aparcamiento, pero no hubo heridos.

La violencia con armas de fuego, que se ha moderado en algunas zonas de EE.UU. en los últimos meses, no ha dejado de crecer en Kansas City. El año pasado se batió el récord de homicidios con armas de fuego, 182, por encima del anterior registro más alto, 179, en 2020, dentro de la ola de violencia que marcó a la pandemia de Covid-19.