AJEDREZ
Hacer trampas es más fácil que nunca
Un dispositivo escondido en el oído, en los zapatos o incluso en el ano -esto ya es una broma que se ha hecho viral- podría servirle a un gran maestro para convertirse casi en invencible
Magnus Carlsen y Hans Niemann
Uno de los grandes problemas del ajedrez actual es que un aficionado con la ayuda de su teléfono móvil y una aplicación gratuita podría derrotar a los mejores grandes maestros. Las plataformas de juego expulsan cada día a cientos de fulleros ... que no siguen las reglas. Los suelen detectar porque su juego es demasiado perfecto y por otros sistemas que prefieren no airear demasiado.
El caso Carlsen-Niemann, en cuya partida no se aprecia nada extraordinario, ha desatado todo tipo de teorías, conspiranoicas o no, sobre la posibilidad de realizar trampas al más alto nivel.
Un dispositivo escondido en el oído, en los zapatos o incluso en el ano -esto ya es una broma que se ha hecho viral- podría servirle a un gran maestro para convertirse casi en invencible. Hay antecedentes de casi todas estas opciones, no de todas.
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