Montse Tomé afirma que asistió a la asamblea de Rubiales porque Vilda se lo impuso
La seleccionadora testifica en la Audiencia Nacional que no convocó a Hermoso en su primer partido como seleccionadora por razones deportivas
Rubiales se lleva a Vilda por delante
Madrid
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Iniciar sesiónLa seleccionadora nacional Montse Tomé ha declarado este viernes como testigo en la Audiencia Nacional que si no convocó a la jugadora Jennifer Hermoso a las dos primeras concentraciones del equipo tras el mundial de Sidney fue por razones exclusivamente deportivas y ... desvinculadas del beso que le había propinado el entonces presidente de la Real Federación Españolade FútbolLuis Rubiales o las supuestas presiones que hubiera desplegado sobre ella a continuación.
Tomé ha acudido como testigo pese a que la causa está formalmente finalizada y el juez Francisco De Jorge ha propuesto enviar a juicio a Rubiales, el anterior seleccionador Jorge Vilda, el director de la selección masculina Albert Luque y el responsable de Márketing Rubén Rivera, porque así lo impuso la Sala de lo Penal tras aceptar un recurso precisamente de Vilda para que ella acreditase si hubo presiones o no.
Su trascendencia para la investigación es así relativa, habida cuenta de que el relato de hechos que se analizan como presuntos delitos de coacciones y contra la libertad sexual de la jugadora arranca en el medallero de Sidney y finaliza cuando el equipo viajó a Ibiza para celebrar el título: no incluye la sospecha de represalias. Sin embargo, para la defensa del exseleccionador era importante subrayar que él no desplegó ningún tipo de influencia y, si había alguna relación entre esa ausencia de Hermoso en el equipo y el beso de Rubiales lo sería por cuenta de la Federación, que no suya.
Según informaron en fuentes presentes en el interrogatorio, la seleccionadora ha subrayado que Hermoso apenas había hecho pretemporada con su equipo cuando llegó la convocatoria y además, tenía todo el foco mediático encima por lo sucedido en Australia. Se sustentaba el hecho de no convocarla en un doble razonamiento: el puramente deportivo y también la intención de quitarle presión en un momento tan complicado.
Pero por el camino, ha contado algunas otras cosas, de acuerdo a las fuentes consultadas, como que asistió a aquella asamblea el 25 de agosto que se zanjó con la frase de Rubiales «no voy a dimitir», por indicación expresa de Vilda, quien le dijo que tenía que asistir. En aquel momento él era su jefe y ella, conforme ha dicho en la Audiencia Nacional, no tenía ningún interés en ir. Fue polémica su designación para sucederle al frente del equipo nacional puesto que aquel día también estaba sentada aplaudiendo, como el grueso de los asistentes, al final de las intervenciones en el cónclave.
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