Nadal, el ejemplo de vida monacal para Alcaraz

«Hay que ser profesional todo el tiempo», declaró el técnico. Palabras que sorprendieron al mundo del deporte porque, de puertas hacia fuera, la carrera del murciano, joya absoluta del circuito, siempre ha sido impecable más allá de los hándicaps mentales propios de un chaval de 20 años.

Ferrero ha abierto un melón que parecía no existir y ahora todo el mundo se pregunta qué le falta a Alcaraz para llegar a ese grado de compromiso que demanda su tutor tenístico. Para el psicólogo deportivo Rafael Mateos de 'Train Your Mind', esto no es más que una advertencia por las derrotas que ha sufrido el español en las últimas semanas de temporada, mal fario iniciado en la final de Cincinnati ante el mismo Djokovic y que tuvo continuidad en US Open, en Pekín, en Shanghái, en París y, finalmente, en Turín, escenario de las famosas declaraciones.

«Es un caso muy común en la psicología deportiva, el típico jugador que tiene un ascenso fulgurante y que debe renunciar a partes de su vida, aspectos que su círculo más cercano sí puede seguir haciendo. Pero, desde mi punto de vista, esto no significa que tenga que dejar de hacerlo por completo. La clave será encontrar el equilibrio con su entrenador para ver en qué momentos puede realizar estas actividades para que no interfieran con su vida deportiva», reconoce Mateos.

Como explica el psicólogo, no hay que caer en la simplificación de que Alcaraz haya perdido más partidos porque haya salido más de fiesta o porque entrene menos. Todo recae en el equilibrio entre lo deportivo y los días de desconexión, fundamentales para tener una buena relación con el deporte. «Alcaraz tendrá que renunciar a cosas, eso sin duda. Pero su equipo también tendrá que entender que Alcaraz tiene que tener una vida fuera de las pistas».

Por mucho que el equipo de Alcaraz se haya esforzado en que no se lo compare con Rafa Nadal, es casi inevitable. Además, en este caso, el ejemplo del balear puede ser beneficioso. Como relataba su antiguo entrenador y tío Toni Nadal en una entrevista hace unos años, que el exnúmero no siempre tuvo la vida monacal de la que goza en la actualidad.

De hecho, con 16 años, tuvo que llamarle la atención por irse de mariscada con un amigo durante un torneo en Francia. Pero eso nunca evitó que se saliese del destino de gloria deportiva que la vida le tenía deparado para él. «Nadal también ha desconectado a lo largo de su vida deportiva. Y su equipo ha sabido entender que había que permitirle ciertas licencias, como en el aspecto nutricional, para poder desconectar de la exigencia competitiva», afirma Mateos.

Es Alcaraz un caso más complejo, pues en la actualidad los deportistas tienen muchos más estímulos y distracciones, como las redes sociales. La familia Nadal tejió un búnker más impenetrable sobre el deportista que en el caso de los Alcaraz (además, el hecho de que Nadal se criase en un isla y el estilo retrotraído de los mallorquines, también ha ayudado a mantener la vista en el objetivo).

Entonces, la gran pregunta es qué decisiones deben tomar Alcaraz y sus mentores deportivos de cara a los próximos meses. Desde el aspecto de la psicología deportiva, Mateos asegura que la psicóloga del murciano, Isabel Balaguer, se sentará con el tenista y su equipo para organizar el año 2024 y que esto que ha ocurrido ahora no se vuelva a producir.

«Tendrán que trazar un calendario para que el deportista esté tranquilo y vea que puede disfrutar de actividades de ocio, siempre con flexibilidad porque el calendario deportivo es muy apretado. Deben comprometerse a cumplirlo, pues hay entrenadores muy estrictos y, en mi opinión, a la larga suele ser perjudicial. El deportista, en general, puede cansarse antes. Un palo, ya que todos esperamos que Alcaraz tenga una carrera de diez o quince años, y que los disfrute porque su rendimiento será mayor», augura Mateos.