Nadal confirma la progresión ante Kubler y pasa a cuartos

Atiende el planeta tenis a un resurgimiento estratosférico. Porque vuela Nadal en esta versión 2024, minimizando las costuras que se abrieron en esos 349 días de baja prolongadísima. Para abrir boca, el partido serio ante Dominic Thiem; para empezar a ver que este Nadal estará listo antes de lo que se podría imaginar, el encuentro ante Kubler.

Es verdad que el australiano saltó a la pista con el miedo en el cuerpo, más pendiente de que al otro lado de la red estaba Rafael Nadal y toda su leyenda que de su propio juego. Y así, todo pasa por el balear, que da un espectáculo de velocidad de piernas y movilidad increíble con puntos que atrapan a los más descreídos y engatusan a Kubler, feliz por celebrar el primer punto con un 0-3 en contra.

Activa Nadal el primer servicio, mucho mejor en este 2024 que en muchas de las temporadas anteriores, con mucho más rodaje. Solo perdió seis puntos ante Thiem, pierde más ante Kubler, pero es más efectivo y no hay respuesta al otro lado. Y se retroalimenta el balear de las ganas de seguir jugando un día más con un recital de movimientos rápidos para volcarse sobre la pelota y de ejecuciones estupendas sin un atisbo de dudas.

Velocidad y seguridad en cada golpe, en cada carrera, en cada idea. Siente Kubler la presión, atendido tras el 0-4 por molestias en el codo. El martilleo de Nadal.

Para seguir en esta progresión, faltaba que entrara un pequeño bajón. A ver cómo respondía esa mentalidad tan férrea cuando el partido iba de su mano, ante tres errores propios que dejaron a Kubler a un punto del break. Y también esa tensión se manejó con la mejor de las soluciones: saques y derechas para evitar la rotura y continuar con la rutina ganadora para un 6-1 en 41 minutos.

Tardó más de la cuenta Nadal en cambiarse de ropa y volver del vestuario. El aviso por llegar tarde se lo tomó en una mezcla de sonrisas y medio enfado, porque fue todavía más contundente en el inicio del segundo set.

Aunque tuvo que superar algunos momentos de duda, menos seguro con el servicio de lo que había estado en el primer set, pero sin que peligrara en absoluto el encuentro. Bien porque halló las respuestas añadiendo más rapidez y agilidad a los puntos desde el fondo (veinte ganadores, ocho errores y solo siete puntos cedidos con su saque), bien porque Kubler, aquejado más y más de las molestias en el codo, tampoco pudo ofrecer mucho más.

Se gana Nadal su plaza en cuartos con un partido a placer, exhibición de fuerza en las extremidades y esa seguridad con la que ha empezado el año. En un par de partidos, salto del 672 al 450 del ranking. Pero esto es solo el principio. Mañana, no antes de las once de la mañana en España, Jordan Thompson, para seguir encajando las piezas del Nadal 2024, ese que progresa más que adecuadamente.

«Vi vídeos de Kubler y era contundente, por lo que necesitaba jugar con determinación. Sumar minutos en pista siempre ayuda. Me siento competitivo y todo lo que pueda seguir jugando me ayudará», comentó a pie de pista.

«Sé que tengo cinco minutos, aquí hace mucha humedad y me he tenido que cambiar toda la ropa. Pensé que llegaba a tiempo, sinceramente. Pero soy lento, es algo que tengo que mejorar este año, y he llegado tarde. Lo acepto», comentó sobre la anécdota de la amonestación por llegar tarde.