Italia y Serbia se la juegan en semifinales de la Copa Davis

Ambos se medirán en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena por tercera vez en dos semanas, después de los dos enfrentamientos que tuvieron en las Finales ATP de Turín. Djokovic perdió en la fase de grupos pero venció a Sinner en la final para proclamarse 'Maestro' por séptima vez y seguir agrandando su leyenda.

El campeón de 24 'grandes' aún tiene hambre de un último objetivo en 2023, la segunda Ensaladera de Serbia, para lo cual venció por un doble 6-4 a Cameron Norrie en el segundo choque de su eliminatoria de cuartos de final. A tenor de un partido relativamente cómodo, 'Nole' se llevó el set inaugural con una rotura clave en el quinto juego.

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Aunque pudo adelantar el desenlace, Norrie salvó en el séptimo juego un 0-40 en contra y luego otra bola de 'break', si bien solo alargó lo que parecía cantado. Para colmo, el británico cedió su servicio en blanco nada más arrancar el siguiente set, yendo a remolque y haciendo inútil una bonita reacción en el quinto juego.

Cinco oportunidades de quiebre negó Norrie al número uno de la ATP, quien no obstante prosiguió su camino sin incordios al saque. En casi un ahora y tres cuartos, Djokovic amarró el triunfo y el billete serbio a 'semis'. Antes, Miomir Kecmanovic había logrado una enorme victoria a pesar de una temporada complicada con un 7-6(2), 7-6(6) sobre Jack Draper.

Así, Serbia, campeona en 2010, se citó en semifinales con una Italia que alcanzó la penúltima ronda como hizo el año pasado, gracias a un Sinner que permitió la remontada de su equipo empatando la eliminatoria con su punto individual y ganando el dobles junto a Lorenzo Sonego. Botic van de Zandschulp, el 'hombre-Davis de la 'Oranje' había dado ventaja a los suyos con un triunfo de casi tres horas sobre Matteo Arnaldi (6-7(6), 6-3, 7-6(7)).

La octava victoria en 11 partidos en el torneo para Van de Zandschulp se decidió en un trepidante 'tie-break' en el tercer set, donde Arnaldi tuvo tres bolas de partido antes de ceder el punto. La herida italiana la sanó Sinner, curtido en mil batallas a sus 22 años y dispuesto a liderar a su equipo en busca de un segundo Mundial de tenis tras el logrado en 1976.

El número cuatro del mundo superó a Tallon Griekspoor con el colchón que supuso ganar una igualada primera manga en la muerte súbita. Después, Sinner manejó el desenlace por la vía rápida con un 6-1 que forzó el punto de dobles, donde se alistó junto también junto a Sonego contra el propio Griekspoor y Wesley Koolhof, número ocho del mundo en dobles, con victoria italiana por 6-3 y 6-4.