Los cien días sin tenis de Carlos Alcaraz

La tierra batida del Open de Argentina servirá para comprobar el éxito de la recuperación del español, que se dañó primero el abdominal el pasado mes de noviembre y que a principios de 2023 sufrió un desgarro en el músculo semimembranoso de su pierna derecha. Este contratiempo le dejó sin participar en el Open de Australia y contribuyó a que Djokovic le arrebatara el número uno. Trono que Alcaraz podría recuperar en Acapulco a finales de mes, aunque su buen inicio de curso en 2022 empinará mucho esa tarea de reconquista.

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S. D.

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El murciano defiende título en Miami y Río de Janeiro y fue semifinalista en Indian Wells, por lo que debería hacerlo igual de bien en esas tres citas para no perder puntos. Sí podría ganarlos en su estreno en Buenos Aires y también en Acapulco, torneos que no disputó hace un año. En cualquier caso, Alcaraz ve esa carrera por el número uno como algo secundario ahora mismo, pues su objetivo principal es volver al nivel que exhibió la temporada anterior para luchar por su primer Roland Garros.

Físicamente, no hay secuelas de ninguna de las dos lesiones. El abdominal ya lo tenía curado cuando apuraba su preparación para el Open de Australia y el desgarro en su pierna derecha también ha quedado atrás.

Alcaraz se ha puesto en manos de su equipo habitual, a caballo entre la academia de su entrenador Juan Carlos Ferrero en Villena (Alicante) y su Murcia natal. Una hora de distancia en coche que le permitía a veces entrenar en Alicante y despertarse con vistas al Valle de Ricorte, uno de sus rincones murcianos favoritos. Las manos de Juanjo Moreno han recortado los tiempos de recuperación bajo la atenta supervisión del doctor Juanjo López. Dos de sus hombres de confianza que le han acompañado durante todo el parón. También lo ha hecho David Ferrer, sparring de lujo para el exnúmero uno hace solo unos días. Prueba de nivel para la raqueta de 'Carlitos', que salió feliz del enfrentamiento con el alicantino. «Le he visto bien, sobre todo, en el aspecto anímico. El hecho de estar tanto tiempo sin jugar, sin competir, sí que ha sido duro para él. Pero le he visto con muchas ganas de esta gira que comienza en Buenos Aires y que le va a llevar por varios torneos antes de los dos Masters 1.000 de Estados Unidos. Llega fresco mentalmente y con ganas de competir y eso es muy buena señal», explica Ferrer en conversación con ABC.

El alicantino tuvo tiempo de comprobar en primera persona la mejora que Alcaraz ha tenido en estos meses de parón competitivo. «El año pasado, él ya mejoró mucho, sobre todo en la finalización de los puntos en la red. Juan Carlos (Ferrero) le ha añadido un extra más en este sentido: hacer más saque y red, ser más agresivo. Carlos tiene puntos ganadores de derecha y de revés y tiene que ir más a la red. Es algo en lo que están trabajando mucho», señala el exjugador, que bromea con la posibilidad de poder ganar un partido ahora mismo al número dos del mundo. «Yo he sido siempre un jugador que ha tenido mucha fe en sí mismo, pero ahora mismo no me veo plantando cara a Carlitos», se ríe, divertido.

Con los deberes hechos, Alcaraz ya está en Argentina, donde le espera un torneo nuevo para él, con rivales como Thiem, Norrie, Musetti o Schwartzmann –confirmados todos ellos– con los que poner a prueba su nivel real.

«Es una gira larga, que le va a venir muy bien para rodarse y ponerse a punto», dice Ferrer sobre la serie de cinco torneos que disputará el murciano casi seguidos. Después de Argentina, sin tiempo de descanso, Alcaraz viajará a Río de Janeiro y, a continuación, a Acapulco. Tres torneos consecutivos en tierra que le marcarán el camino antes de los dos primeros Masters 1.000 de la temporada. Las dos únicas pruebas en pista dura antes de enfocarse, definitivamente, en la preparación de Roland Garros. En Miami y en Indian Wells fue donde el año pasado comenzó a cimentarse la leyenda de Alcaraz. La que terminó por convertirle en el número uno más precoz de la historia.

Antes de poner rumbo a la gira americana, Alcaraz tiene programada una cita gigante en Las Vegas, donde está previsto que dispute un duelo contra Rafa Nadal ante 17.000 espectadores (siempre que el balear esté recuperado para esa fecha). Exhibición que demuestra que ambos son, con permiso de Djokovic, los dos tenistas más atractivos del momento para el gran público.

En Indian Wells solo un Nadal soberbio le apartó de la final en 2022; y en Miami, ya con el balear lesionado, logró su primer gran título como profesional. Repetir esos resultados allanarían su vuelta al trono mundial y le permitirían enfocar el tramo final de la temporada de tierra desde lo más alto del ranking.

De regreso a Europa, Alcaraz tiene previsto jugar en el Masters 1.000 de Montecarlo, en el Conde Godó de Barcelona, en el Mutua Madrid Open de Madrid y en el Masters 1.000 de Roma antes de acudir a París. A la capital de la tierra batida. A un Roland Garros que tiene entre ceja y ceja. La cumbre de esta primera parte de la temporada para él.

Los tres meses de baja le han permitido a Alcaraz centrarse en la parte de su carrera más alejada de las pistas. Su estrella atrae a las marcas y el murciano está empezando a convertirse en un icono para muchas de ellas. A sus acuerdos con Nike, Babolat, BMW o Rolex, se han sumado estas semanas otras como Isdin o Calvin Klein, marca líder de ropa interior masculina. De puertas para dentro, Alcaraz es imagen de la Región de Murcia y ha grabado un comercial para ElPozo, una de las empresas más importantes de la comunidad. Patrocinios estos últimos de los que se siente especialmente orgulloso.