Tenis

Carlos Alcaraz: «Mi estilo se basa en dar golpes que nadie espera, hacer lo difícil siempre»

Wimbledon 2023

Desde lo alto del tenis mundial, un día después de conquistar las portadas con su victoria descomunal ante Djokovic, el español habla con ABC sobre su pasado, su presente y su futuro

De los pelotazos en El Palmar a conquistar Wimbledon: quién para a Alcaraz

Quinto español que triunfa en la hierba de Wimbledon

El distrito SW19 de Wimbledon se ha despertado este lunes alterado porque hay un inquilino en una calle cercana al All England Tennis Club al que ya quieren como vecino para siempre. «Well done, well done, Carlos, we are very happy for you. ... Come here every year», se asoma un vecino a gritar desde la ventana de su casa. Enfrente hay bullicio, Juan Carlos Ferrero y Juanjo Moreno cargan las maletas en el coche, que tienen que coger el avión, y Jaime Alcaraz juega al baloncesto sin descanso en el porche.

Dentro de la casa hay un Carlos Alcaraz risueño y feliz, al que Louis Vuitton entrega un enorme ramo de flores blancas, y que atiende a los medios con paciencia, amabilidad y felicidad. «¡Esta, a mi habitación que va!», se expresa refiriéndose a la Copa de Wimbledon. Alcaraz ganó este domingo el título, a Novak Djokovic, y quien se sienta a charla unos minutos con ABC es el campeón, pero también el chaval de 20 años que sigue siendo.

-¿Se ha despertado esta noche a comprobar que la Copa seguía ahí, que no era un sueño?

-No, no. He dormido arriba y la copa estaba abajo. No hice como Messi que durmió con la Copa del mundo, pero tampoco lo descarto.

-Dos grand Slams, número 1, ¿todavía no ha empatado con nadie?

-No, todavía no hemos empatado con nadie. Seguimos con la misma filosofía.

-Es portada en todos los medios, tantas entrevistas, ¿se da un minuto de pensar, sí, soy el mejor?

-Sí, sí me he parado y me he dicho 'lo hemos conseguido, soy campeón de Wimbledon, soy número 1'. Y muchas veces me levanto y me digo que me merezco estar aquí. Darte cariño a ti mismo siempre es bueno.

-Roger Federer ganó a Pete Sampras en Wimbledon y pareció que el tenis empezaba otra época. ¿Siente que protagonizó el domingo algo parecido?

-Para la gente puede ser que sí, puede pensarse en un cambio, una nueva era, pero personalmente, mientras estén Djokovic y Nadal ese debate tiene que esperar. Hay que disfrutar de esas leyendas lo máximo que podamos. En un futuro, espero que muy lejano, cuando ya no estén ellos, ese debate volverá.

-¿Qué le dijo su entrenador antes del partido?

-Hablamos de cómo enfocarlo a nivel mental y táctico, pero la clave fue que me preguntó: '¿este es tu sueño?', yo le dije que sí y me dijo 'pues hay que ir a por ello. No es hora de tener miedo. Tú has nacido para estar en este tipo de situaciones y vamos a cumplir el sueño'.

-¿Cómo es ese momento de entrar en la central detrás de Djokovic?

-Al entrar no hubo muchísimos nervios. Me impresionó ver el estadio tan lleno. Las otras veces y se iba llenando conforme pasaba el partido. Pero el domingo entré y ya estaba todo lleno. Eso sí me impactó un poco. Y al entrar que todo el estadio gritara me emocionó.

-¿Qué tres imágenes le vienen del partido de ayer?

-Resto paralelo al ganar el segundo set. 'Passing' de revés para el 'break' del quinto y la bola de partido.

-¿Cuándo se vio ganador?

-Cuando gané el tercer set me veía que podía ganarlo. Que era capaz. Obviamente era Djokovic, iban a pasar mil cosas, pero cuando gané el tercer set, de esa manera, me dije 'puedo hacerlo'.

-¿Qué le dijo Djokovic en la red?

-Me dijo enhorabuena, me felicitó y me dijo que merecía el título. Esas palabras de Djokovic las agradezco mucho.

-¿Ser creativo es vital para que Alcaraz sea Alcaraz?

-Sí, mi estilo se basa mucho en la creatividad, en hacer golpes que nadie se espera, hacer lo difícil siempre, lo que no es habitual. Gracias a eso soy el jugador que soy hoy en día. Lo dinámico que soy, la creatividad, los golpes que hago inesperados. Gracias a ello es por lo que estoy aquí ahora mismo.

-¿Falta esa creatividad y algo de hambre en otros jugadores?

-Cada uno somos distintos, tenemos nuestros estilos y somos fieles a ese estilo. Conforme pasa el tiempo irán mejorando, al igual que yo también. Cosas que ellos hacen mejor que yo y que tengo que aprender. Cada uno tiene su estilo y hay que ser fiel.

-¿Se gana a Djokovic porque se pierde en París?

-Probablemente, si le hubiera ganado en París, a lo mejor lo hubiera ganado igualmente, pero para mí me resulta más especial ganarle en Wimbledon después de lo que pasó en Roland Garros. Me siento muchísimo más orgulloso de haber aprendido de lo que pasó para estar en la final de Wimbledon y hacer el papel que hice. Y si hubiera perdido también me hubiera sentido igual de orgulloso del torneo que he hecho, de plantarle cara a Djokovic, de poder terminar el partido bien físicamente al menos (risas). Me hubiera sentido orgulloso y una lección más aprendida de cara al futuro.

-Para evitar lo que pasó en aquella semifinal, dijo que quizá tenía que hablar más. ¿Le cuesta expresarse en ese sentido?

-Tengo muchísima relación con mi equipo, pero sí, soy una persona un poco reservada. Me cuesta sacar un poco sus sentimientos, me cuesta expresarlo, pero también tienes que ir mejorando. Vas madurando, vas sabiendo lo que es mejor para uno mismo. Y vas soltando un poco más esos sentimientos. Antes de la final sí que hablamos, supimos cómo manejarlo. Yo también supe manejar esa tensión prepartido y me ayudó mucho.

-En el palco lo esperaba un Ferrero emocionado.

-Fue un momento único, poder abrazar a Juanqui, un Juanqui emocionado. Ese abrazo refleja el cariño y el respeto que nos tenemos, lo importante que somos el uno para el otro. Ya no solo Juan Carlos, también Toni [Martínez Cascales], que vivió la carrera de Juan Carlos y que ahora está viviendo la mía. Y es muy importante para mí. Ver a esas dos personas emocionantes es maravilloso.

-Gana a este Djokovic, en Wimbledon, a cinco sets... ¿Se ha pasado el juego?

-Hemos pasado un nivel. Vamos a seguir pasándonos niveles poco a poco. El tenis es un juego en el que hay millones y millones de niveles. Pero vamos escalando poco a poco.

-¿Se pedirá ser su propio personaje en algún videojuego de tenis?

-Sí, a ver si gano también en el juego o me tengo que conformar con ganar en la vida real (risas).

-¿Ve mucho tenis de otras épocas? 

-Sí, veo mucho.

-¿Por gusto o por aprender?

- Por las dos cosas. Me encanta ver tenis. Me encanta ver momentos históricos del tenis, grandes finales, grandes partidos. Inconscientemente aprendes de esos momentos.

-18 partidos en hierba, dos títulos.

-Es una locura, un dato muy muy curioso que no me esperaba tener ahora mismo.

-¿Qué es lo que más va a recordar de estas dos semanas?

-Soy una persona tan sencilla que el mejor recuerdo es estar todos juntos. El día antes de la final estábamos todos en esta casa jugando al baloncesto, con muchas risas. Y los días anteriores también, los paseos, las cenas, las comidas. Ha habido momentos muy bonitos que da alegría recordarlos.

-En vez de la cena, ¿hubiera preferido salir de fiesta?

-Esa cena es la esencia también del torneo, la cena de campeones. Es bonito rodearte de grandes leyendas y campeones de Wimbledon. Pero es verdad que vino mucha familia y mucho equipo que no pude ver. Así que también me hubiera gustado compartir momentos con ellos anoche. No ir de fiesta, pero sí a un restaurante con ellos y poder sentirme campeón con ellos y poder celebrarlo con ellos. Pero, bueno, voy a tener tiempo.

-Si le quitan el móvil un día, ¿aguanta?

-Sí, sí, sí. Claro. Bueno, si le preguntas a Juan Carlos te va a decir que no, pero sí que aguanto. Soy un chico que tiene que aprender a manejar el tema del teléfono porque lo miro demasiado, incluso para mi gusto. Lo sé. Aunque lo diga, es que cuesta. Algo que estás acostumbrado a no hacer cuesta. Eso sí lo tengo que mejorar, pero si me lo quitas un día aguanto perfectamente. Es verdad que después del partido, la prensa, la gala oficial... fueron muchas cosas que tuve que hacer. Y una vez llegué a casa, empecé a chequear al teléfono. Tenía millones de mensajes, y tenía mucha curiosidad por ver quién me había escrito.

-¿No lo tenía un poco prohibido?

-Noo, pero eso era antes. Una vez el partido terminó se abría un poco más la veda. Ya luego en casa seguimos riéndonos, de bromas y recordando el día de ayer sino las dos semanas.

-¿Se siente todavía un niño?

-Por más que consiga las cosas que estoy consiguiendo, con quién me estoy rodeando, por dónde estoy yendo, sigo siendo un chico de 20 años. Con mucha trayectoria por delante todavía, no solo a nivel profesional, sino también personal. Tengo muchas cosas que aprender y madurar. Tengo 20 años, un crío, sencillo y normal. Que va un poco a lo suyo, en el sentido de que es normal, aunque la gente lo vea ahora haciendo historia como aquí en Wimbledon. Pero es el mismo chico de siempre, con los amigos y los valores de siempre. El chico ambicioso que siempre ha querido hacer su sueño: ser tenista profesional, ser el mejor del mundo, ganar Grand Slams. Un chico que persigue lo que quiere.

-Va por el buen camino.

-Sí, parece que estamos en el camino correcto. Teníamos claro qué camino seguir, tanto mi equipo como yo. Y vamos a por ello.

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios