Badosa se queda sin aire ante Gauff

Alegría parcial por tanto para Badosa, que no se atreve a mandar la imaginación muy alta ahora que comienza Roland Garros porque ha aprendido que esta lesión en la espalda es de ida y vuelta. Capaz de permitirle partidazos de entidad y exigencia como esta semana, pero también de oscurecer su presente de pronto y cuando menos se lo espera.

Lo señalaba en Madrid, cuando llegaba resignada, ya casi más que frustrada, después de una temporada de posibilidades que se fueron quedando en el camino. Y no solo por esa fractura por estrés en una vértebra, sino por todo lo que hay alrededor: los parones y los arranques que hacen que su tenis y sus resultados no encuentren regularidad, y que hace que su cuerpo se queje en otros puntos cuando activa la ambición y la exigencia.

Por esa exigencia acabó perdiendo aliento en el partido ante Gauff, 3 del mundo. Porque habían sido tres sets ante Emma Navarro (1-6, 6-4 y 6-2) y contra Diana Schnaider (5-7, 6-4 y 6-4) en los partidos anteriores y siempre con la obligación de remontar un primer set. Y ante la estadounidense pagó el cansancio, estupenda en el duelo en el primer parcial, con más altibajos en el segundo, sobre todo con el saque, que también sufrió Gauff, y desfondada en el tercero.

La igualdad fue la tónica en ese primer acto en el que Badosa imprimió un punto más de agresividad para martirizar la derecha de Gauff. Encontró oro porque la 3 del mundo encadenó muchos errores con ese golpe y logró varias opciones de rotura que certificó en el séptimo juego, a pesar de que tuvo que sortear sus propios nervios y seguir trabajando una nueva opción de break. Ya no perdonó.

La regularidad del primer set se tornó irregularidad en el segundo, con multitud de errores y de turnos de saque rotos alternativos. A pesar de las seis dobles faltas de Gauff y el empuje propio, capaz de levantar un 2-4, Badosa no pudo esta vez aprovechar la debilidad de su rival y acabó por conceder el set, presa ya del cansancio acumulado en esta semana.

Aunque tuvo rotura de inicio en el parcial definitivo, las seis horas que llevaba en las piernas de las dos jornadas anteriores, acabaron por hacer mella en su tenis, que bajó el nivel y subió la cuenta de errores para ceder por 1-6. Resultado algo duro para su valentía, pero brava sin embargo en el cómputo global de esta semana en Roma para alimentar la ilusión.

Fue en Roma, el año pasado, cuando la catalana sufrió esta lesión en la vértebra L4 que la mantiene en vilo y sin disfrutar del tenis del todo. Intentó recuperarse, pero acortó mucho los plazos y acudir a Wimbledon fue un error que la llevó a acabar la temporada a mitad de curso. Comenzó 2024 con ilusión, pero no pasó de tercera ronda en ningún torneo. Con brillos, eso sí, en sus actuaciones, pero sin continuidad por las quejas de un físico que no encuentra la calma. Obligada a batallar en casi todas sus rondas (diez de 17 encuentros), tuvo que retirarse en Dubái y en Stuttgart. Pero suma en Roma cuatro eliminatorias consecutivas y con duelos que la devuelven a su sitio entre las mejores.