Tenis
Badosa, de las lágrimas del dolor, a las lágrimas del orgullo
La española suma una victoria en Roland Garros de las que dan confianza y energía, porque es una remontada contra Katie Boulter y contra ella misma
Carlos Alcaraz - Sebastian Korda: horario, canal de televisión y dónde ver online el partido de Roland Garros
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Iniciar sesiónTenía Paula Badosa dos bolas para el 5-2 en su poder y, de pronto, un apagón tremendo: veinte puntos consecutivos perdidos en los siguientes veintiún puntos jugados. Del casi 5-2, al irremediable 4-6 y 0-2 en su estreno en Roland Garros ... . Una losa en la mente de la española, que buscaba respuestas en su entrenador, Pol Toledo, y hasta amagaba con dejarlo ahí, en mitad de la noche parisina, imposible aguantar la emoción por otro intento fallido de volver a ser lo que ella quiere.
Badosa, gestos contrariados, ojos llorosos en el cambio de pista cuando es un 1-2 al que se aferra con desesperación. El frío, la noche, la espalda lesionada, ella misma. Muchas cosas que atender y gestionar. «Estaba teniendo pensamientos supernegativos. Estaba jugando contra mí misma. Algunas veces me ha pasado, que me ha costado controlar las emociones; que son de dentro del partido y de fuera. Y además en una primera ronda que nunca es fácil», admitía después la jugadora.
Pero Badosa, 26 años, número 2 del mundo en 2022 y campeona de Indian Wells 2021, aguanta el chaparrón emocional que sufre por dentro y el chaparrón de puntos perdidos que sufre por fuera. Aguanta y aguanta y aguanta y empieza a encontrar a esa Paula en la que tanto está trabajando. Va recuperando la compostura y el marcador, latigazo va y viene ante una Boulter que no sabe sacar rédito al bajón de la española y no cambia el guion que empieza a leer Badosa con facilidad. Y a atacarlo con toda esa rabia que saca de sus propias frustraciones.
Golpes ganadores, entereza y paciencia y se hace con el segundo set y un break en el tercero. Grita don euforia y alivio cuando a Boulter se le marcha fuera la última derecha. Y hay lágrimas de nuevo en el rostro de Badosa, pero esta vez, son de orgullo. «Me caracterizaban estas remontadas y lo echaba de menos. En Roma empecé a sentir esa Paula en la que trabajaba para volver a ser. De tenis no me he sentido para nada bien, pero mentalmente sí que he sabido sacar esos momentos», expone la catalana pasada la medianoche ante la prensa española.
Es un triunfo ante Boulter, ante sí misma y ante esa lesión que la machaca desde la primavera pasada. Cada día es una incógnita porque no hay una solución concreta y va tocando la fortaleza de Badosa de vez en cuando. Sobre todo, cuando todo parece ir bien, como en estas últimas semanas en las que por fin pudo encadenar cuatro buenos partidos en Roma: «Pero después del torneo vuelvo a sentir dolor y tuve que volver a España para infiltrarme otra vez. Me entran las dudas y la incertidumbre de si va a depender mi carrera de inyecciones que no tienen el mismo efecto siempre. Estoy perdida en ese aspecto. Y me cuesta gestionarlo. Lo siento en cada partido, me entra el dolor y me asusto. Y son la rival, puntos que fallo, tantas cosas que me cuesta gestionarlo. Es batallar con muchas cosas».
Sinceridad ante todo, admite que el frío, la noche y la larga jornada (su partido estaba previsto que empezara sobre las 15 horas, pero empezó a las 21 horas por los retrasos por la lluvia) no le van nada bien a esa fractura por estrés de la vértebra L4, pero acepta resignada que está en el puesto 139 del mundo y no puede exigir demasiado: «Me condiciona, dicen que sí por el frío. Lo he notado a finales del primer set. Pero no lo sé. Por mí, pediría jugar a las 12 de la mañana y si puede ser en la Chatrier, mejor (risas). No depende de mí y menos ahora con mi ranking. Es lo que me toca y acepto».
Y para continuar en este proceso de reencontrarse consigo misma, con aquella Paula Badosa que recorría el mundo de últimas rondas en últimas rondas, más competición en esta semana parisina: «El día de descanso tengo que ir a entrenar. Tengo muchas cosas que mejorar, y me parecía que era una buena idea jugar o el doble o el mixto. Decidimos que el dobles mixto era mejor por el compañero que tengo, que hará mucho trabajo (su pareja sentimental Stefanos Tsitsipas). Para mejorar cuatro detalles y adquirir ese ritmo de competición que te dan los partidos y no tanto los entrenamientos».
Agresiva, aguerrida y potente en su juego, confiesa que le da un poco de pena que ya no haya especialistas en tierra, la superficie que tantas alegrías ha dado al tenis español: «Me da pena que desaparezcan los jugadores terrícolas. No quedan. El 80 es rápida luego hierba. Juegas de una manera y no cambias de una superficie a otra y es lógico. Porque son solo unas semanas en Europa. Pero da pena porque es bonito visualmente y táctico. Se ha perdido aún más en el circuito femenino. Juegas igual aquí, en hierba y rápida. Agresiva y a primeros tiros». Sentimental y emocional, Badosa sigue su camino en Roland Garros después de una victoria contra Katie Boulder, la noche, la lluvia, el frío y contra sí misma.
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