Alcaraz y Sinner, el neoclásico en las semifinales de Indian Wells

Alcaraz, dos del mundo y sin cumplir todavía los 20 años (4 de mayo), llega como un bólido a esta pelea. No ha perdido un set (Kokkinakis, Griekspoor, Draper y Aliassime), se ha divertido en una pista que lo adora, se ha desquitado de las lesiones que padeció a principio de año e incluso ha podido superar un muro que tenía por nombre Felix Auger-Aliassime, su verdugo en los tres partidos anteriores al de cuartos de este torneo. A Sinner, 13 del mundo y 21 años, le ha costado algo más, duelo de los gordos ante Fritz en la ronda anterior después de despachar a Gasquet, Mannarino y Wawrinka, pero se crece en las rondas finales.

Se han enfrentado antes en dos ocasiones en el circuito ATP. Para el español fueron la primera, en el Masters 1.000 de París-Bercy 2021 (7-6 (1) y 7-5), y la última, en los cuartos de final del US Open del año pasado que terminó por coronarlo (6-4, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5 y 6-3). Para el italiano, los octavos de Wimbledon (6-1, 6-4, 6-7 (8) y 6-3) y la final de Umag (6-7 (5), 6-1 y 6-1). Más allá de estos datos objetivos y de números, que ya reflejan la intensidad e igualdad de los encuentros, ver un Alcaraz-Sinner es puro espectáculo. El de Nueva York fue un encuentro a la altura de otros que han quedado en la retina de los espectadores como alguno de los miles de encuentros que protagonizaron Federer y Nadal: tenis, estrategia, paciencia, resiliencia, desgaste, magia. Lo decía el propio Alcaraz: «Es un partido que recordaremos siempre». Lo aseguraban más datos, el segundo choque más largo del US Open, tras las semifinales de 1992 entre Michael Chang y Stefan Edberg.

Noticia Relacionada

El vértigo de Alcaraz y otros deportistas: soy campeón, ¿y ahora qué?

Laura Marta

Tras lograr el éxito soñado, muchos deportistas sienten cierto vacío y llega el proceso de evaluar si se quiere seguir y encontrar nuevas metas o parar

Quizá lo mejor de este nuevo clásico del tenis, aunque por el momento solo cumpla cinco ediciones, sea que el respeto es máximo entre ellos fuera de la pista. Los dos aseguran que es amistad, como señalaban antes de su choque en Wimbledon. «En la pista luchamos, pero somos amigos. Vamos a tener una bonita rivalidad, jugaremos grandes partidos», concedió el murciano. «Somos jóvenes, somos buenos tenistas y buenas personas. Tenemos una buena relación fuera de la pista, sí, somos amigos», admitió el italiano.

Han seguido un camino paralelo aunque con marcadas diferencias. Son apuestas de dos puntos de vista. Sinner, fruto de una política estatal por promocionar el deporte que ha dado otros grandes nombres como Musetti, Berretini y Sonego. Alcaraz es un diamante pulido por Juan Carlos Ferrero. Igualados en número de títulos, siete, es el español quien supera al italiano en cuanto a pedigrí de los trofeos. Para Alcaraz son ATP 250 de Umag 2021, ATP 500 de Río y de Barcelona, Masters 1.000 de Miami y Madrid, y US Open en 2022, y ATP 250 de Buenos Aires 2023; para Sinner: ATP 250 de Sofía 2020 y 2021, Melbourne 2021, Antwerp 2021, Umag 2022 y Montpellier 2023, y ATP 500 de Washington 2021.

Los dos han nacido y crecido en este tenis poderoso, en el que el saque es fundamental y la velocidad de golpeo es primordial; son 188 centímetros de altura el italiano y 183 el español. Rinden de maravilla desde el fondo, cubierta toda la pista por sus entrenadas y largas piernas, se mueven con soltura en la red, aunque aquí el español ha ido dando muestras de que es una herramienta que sabe manejar mejor que sus rivales. Y ambos tienen en los brazos un látigo, poderoso el de Sinner, todavía con más mordiente el del español, al que suma su repertorio de dejadas para atrapar a los contrincantes.

Alcaraz acaba de cumplir 100 victorias (va por la 102 tras su choque de cuartos contra Auger-Aliassime), por 32 derrotas (75 %), y pelea este sábado por su tercera final consecutiva en tres torneos disputados. Ganó en Buenos Aires, cedió ante un problema muscular en la final de Río y llega con todo listo a Indian Wells, donde el año pasado lo frenó Rafael Nadal, aunque le costó una fisura en la costilla ganar al murciano. Sinner tiene un porcentaje menor entre victorias y derrotas: 142 por 62 partidos perdidos (69 %)