Tenis
Alcaraz revalida la corona en el Conde de Godó tras derrotar a Tsitsipas
Maniata a Stefanos Tsitsipas (6-3 y 6-4, en una hora y 19 minutos) y amplía su racha en la tierra con 13 triunfos y una derrota en el camino hacia Roland Garros
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Iniciar sesiónCelebra Carlos Alcaraz su segundo título en el Conde de Godó consecutivo. Y es el tercer trofeo en este 2023 a pesar de todos los parones con los que ha tenido que lidiar en este curso. Y es la decimotercera victoria en tierra batida ... por solo una derrota. Celebra el murciano que la temporada está yendo como le gusta, finales y títulos, confianza para el Mutua Madrid Open y, sobre todo, para Roland Garros, su gran objetivo.
Conde de Godó
Barcelona
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6 | 6 |
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3 | 4 |
En una final de postín, porque se juntaban en la pista Rafael Nadal el mejor tenista joven sobre esta superficie, Stefanos Tsitsipas (24 años y 5 del mundo), y el mejor jugador joven del momento, Carlos Alcaraz (19 años y 2 del mundo), firmó el español un partido impecable. Maniató a Tsitsipas con una conjunción de buenos primeros servicios, derechas profundas y repertorio de dejadas. Y con una superioridad pasmosa en cuanto a concentración y fe.
Cansado de la semifinal (6-4, 5-7 y 6-3 ante Lorenzo Musetti), al griego le faltaron piernas para responder, y su mano estilosa y su revés único no fueron suficientes para este Alcaraz que se muestra más contundente con cada partido sobre el albero. Son trece victorias este curso (título en Buenos Aires y ahora Barcelona) y solo una derrota, lesionado, en la final de Río ante Cameron Norrie. El español amplía en Barcelona esta frase que parece haberse impregnado en la mente del circuito: ¿es posible frenar a Alcaraz? No lo pudo hacer Tsitsipas, que suma su cuarta derrota ante el español. Y quedan cada vez menos candidatos.
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El murciano empezó la semana con ciertos temblores, desconexiones y errores; partidos de altibajos que acabó llevándose porque hay un arsenal enorme de recursos y una cabeza que ya tiene mucho de las que han liderado el tenis las últimas dos décadas. Y como los tres más grandes de la historia, también Alcaraz se ha ido activando en el sol barcelonés conforme se dibujaba en el horizonte el trofeo.
Tras superar los trompicones y nervios que supusieron Nuno Borges en el estreno, y Roberto Bautista, en segunda ronda, y al férreo y valiente Alejandro Davidovich en cuartos, fue un ciclón ante Daniel Evans en semifinales (6-2 y 6-2). Era lo que necesitaba para preparar el cuerpo, la cabeza y el hambre de títulos para encarar el reto que siempre supone Stefanos Tsitsipas en tierra.
Así se lo hizo saber a Alcaraz, despistado en su segundo turno de servicio, un error que el griego se cobró con el primer break. Un despiste, no obstante, que espoleó al español, cada día más firme la cabeza y la convicción. Recuperado el break, comenzó a comandar el encuentro. Presionó al griego al resto, dos opciones de break en el siguiente turno, otra más en el siguiente y break para 5-3 y saque.
Puño al aire de Alcaraz y rendida la grada que, a falta de Nadal, vibra con el número 2 del mundo como si fuera ya de allí. Con esa ventaja, el partido más Alcaraz, saque y dejada, saque y red, derecha, dos buenos primeros servicios y set. Jugada perfecta. Cara seria. Sin más vacilaciones.
Apeló Tsitsipas al saque, borrón y set nuevo. A su capacidad para abrir ángulos con su revés a una mano y su derecha afilada. Y a su historial, esa que dice que es uno de los mejores en la tierra batida: dos veces campeón en Montecarlo (2021 y 2022), finalista en Roland Garros 2021, finalista en el Conde de Godó en 2018 y 2021. Pero se tuvo que contentar con sumar otra final en Barcelona porque Alcaraz no se desinfló. Al contrario, siguió presionando al resto y consiguió desequilibrar la moral del griego en el quinto juego.
Mejorado punto a punto, el murciano hasta se relajó en algún intermedio siguiendo con la cabeza el son de la música, pero en cuanto agarraba la raqueta, la ambición lo envolvió y lo llevó en volandas hasta el título. En ese último juego, mostró todo lo que ha evolucionado en apenas unos meses: los primeros saques ya son misiles; los ángulos también están domados, las dejadas son todavía más letales, y la cabeza ya no se desconecta ni se precipita. La máquina perfecta. Campeón en el Conde de Godó, por segundo año consecutivo. Tercer título en este 2023. Rivales desmoralizados. Llega Madrid y, sobre todo, Roland Garros. Y Alcaraz va con todo.
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