Alcaraz quiere la final como regalo

Hoy se juega el pase a la final del Mutua Madrid Open ante el croata Borna Coric –número 20 del mundo–. Se trata del primer choque entre ambos y Alcaraz afronta este reto en las semifinales con prudencia: «No puedes dar un partido por ganado, juegues contra el 10 o contra el 120. En todos puede pasar cualquier cosa».

Sin embargo, llega como claro favorito a la cita en el Estadio Manolo Santana de la Caja Mágica. No puede ser de otra forma. En lo que va de temporada ha alcanzado, como mínimo, las semifinales en todos los torneos que ha disputado (6), con un balance total de 27 victorias, dos derrotas y tres títulos (Buenos Aires, Indian Wells y Barcelona). «Es un dato muy bueno, estoy manteniendo un nivel muy alto en cada torneo al que voy. Es uno de mis objetivos y de momento lo estoy consiguiendo», explicó después de su victoria frente a Karen Khachanov en cuartos de final.

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Según él, la clave detrás de esta consistencia –en el juego, física y mental– son los objetivos en el trabajo diario. Si entrena dos horas, trata de mantener el nivel y la concentración los 120 minutos, no hay más: «Muchos problemas llegan por el miedo a la derrota, y, al final, hay que salir de la pista satisfecho independientemente del resultado. Si hago mi estilo de juego, soy valiente y pierdo, saldré de la pista igualmente contento. Este pensamiento me quita presión».

Sobre el cansancio competitivo y sus opciones de levantar el título este domingo en Madrid, afirma no querer perder «ni a las canicas». Entre sus planes también está jugar en Roma antes de Roland Garros. De momento, no piensa en descansos. «Simplemente vivo el día a día, me encanta jugar al tenis. No me voy a cansar de ganar, sé que eso no va a pasar».

Igual que en el corto plazo, en el largo también lo tiene claro: «Quiero convertirme en un de los mejores tenistas de la historia». Para ello, su única receta es trabajar día a día. Después de llegar a las dos décadas de edad, la sensación es que se encuentra en la dirección y el camino correctos. «Sé que quizá es un sueño demasiado grande. Pero yo creo que hay que soñar y pensar en grande», defiende.