Tenis / US OPEN
Alcaraz no deja dormir a nadie
La victoria del español en el duelo eterno contra Sinner, el nuevo clásico de la raqueta, asombra al mundo. Carlitos llama a la puerta de los grandes
Alcaraz se hace eterno en Nueva York
Corresponsal en Nueva York
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Iniciar sesiónCarlos Alcaraz tiene con ojeras a la ciudad que nunca duerme. El pasado lunes, su partido de octavos del US Open frente a Marin Cilic se le alargó en cinco sets hasta casi las dos y media de la mañana. En los cuartos de final ... del miércoles, en el duelo estremecedor con Jannik Sinner, el reloj marcaba casi las tres de la mañana cuando un saque directo cerró un partido para la eternidad.
Los miles de neoyorquinos que se quedaron en su butaca para contemplar en vivo cómo se escribía la historia del tenis se iban con la cara desencajada de la felicidad. «Podremos contar que estuvimos aquí», decía uno subiendo las escaleras, camino del metro, de vuelta a la realidad tras cinco horas y cuarto en las que el español y el italiano soñaron el tenis.
Fue el partido más largo del 'grande' neoyorquino desde que Stefan Edberg y Michael Chang disputaron una semifinal hace ya treinta años, en 1992.
El partido fue un monumento al tenis. Una exhibición de talento, coraje, calidad, físico y fortaleza mental. Desde su esquina, ell entrenador de Alcaraz, Juan Carlos Ferrero, le pidió «huevos». El murciano dio eso y mucho más. Dejó golpes para la historia -una devolución por la espalda, torera, como una chicuelina de Morante, que ayer repetían las televisiones y las redes sociales de todo el mundo-, se levantó cuando estaba noqueado con un punto de partido en contra, se desesperó, se recompuso, gritó a su palco, chocó las manos con los espectadores en medio del encuentro, le dio un puntapié a la caja de las toallas, apretó el puño hacia la parroquia con los puntos decisivos y, sobre todo, creyó. Creyó hasta el final.
Venga ya, esto no puede ser real.
— Tenis en Movistar Plus+ (@MovistarTenis) September 8, 2022
¿De qué planeta viniste @carlosalcaraz?
👀🤪😱#USOpen pic.twitter.com/hbsrpNFYGa
Era imposible ganar de otra manera. Sinner es un rival durísimo, que le había ganado en los dos enfrentamientos de este año: le birló la final en Umag (Croacia) y le echó de Wimbledon en octavos. Parece cualquier cosa menos italiano: larguirucho, desgarbado, pelirrojo y frío como la nieve de los Dolomitas. Mejor con el saque que Alcaraz, tan violento con su derecha y con una consistencia impropia de un jugador de 21 años.
Los dos se mataron a palos en un partido que, con el paso de los sets, solo ganó en emoción e intensidad. Al fin, la moneda cayó del lado del español, pero Sinner no lo mereció menos. «Un clásico instantáneo», celebró la crónica de 'The New York Times' sobre el partido, que calificó a Alcaraz de «prodigio español».
El mundo del tenis colmó de elogios al partido. «Es una locura. Mañana voy al aeropuerto a las seis de la mañana, pero me niego a irme a la cama», escribía en redes sociales la tenista Coco Gauff, otra de las sensaciones jóvenes del circuito. «Esto es tenis de videojuego», decía el exjugador James Blake. «Merece la pena quedarse despierto», añadía el actor Ben Stiller, un loco del tenis que se le ha visto en muchos partidos del torneo, en el palco de Rafael Nadal o animando al argentino Diego Schwartzman.
«¿Es este el mejor partido del año?», preguntaba la ex tenista Pam Shriver. «Es uno de los mejores partidos en la historia del US Open», calificaba Patrick McEnroe. Su hermano, John McEnroe, estrella de los ochenta y ahora comentarista de la ESPN decía que el partido mostraba «la evolución de este deporte».
«Mientras estén Rafa, Novak Djokovic y Roger Federer, ellos serán los mejores y su rivalidad siempre será la primera», dijo Alcaraz después del partido en rueda de prensa, con el cuerpo destruido. «Pero hoy hemos demostrado que somos el presente y que tenemos una larga carrera por delante», añadió sobre su enfrentamiento con Sinner.
Este torneo de Nueva York era el primer 'grande' sin Nadal, Djokovic, Federer o Serena Williams en cuartos de final. No hay que correr a enterrar a los 'tres grandes' del circuito masculino. Djokovic, en gran estado de forma, se ha perdido muchos torneos por su negativa a vacunarse contra el Covid-19. Nadal, tras una temporada excelente, ha sufrido lesiones que han hecho descarrilar sus grandes opciones en Wimbledon y el US Open.
Todo eso es cierto. Pero también que gente como Alcaraz y Sinner llaman fuerte a la puerta. El propio Sinner estuvo dos sets arriba frente a Djokovic en los cuartos de final de Wimbledon. Y se ha convertido este año en el más joven de la historia en llegar a cuartos de final de los cuatro 'grandes'.
Alcaraz, gracias a la victoria de la madrugada de ayer, tiene la oportunidad de tumbar récords a sus 19 años. Hoy, frente al estadounidense Frances Tiafoe, verdugo de Nadal, será el más joven en llegar a una semifinal en Nueva York desde Pete Sampras en 1990, y el más joven en cualquier 'grande' desde Nadal en Roland Garros de 2005.
Si gana a Tiafoe, el premio será todavía más grande: además de luchar por su primer 'grande', el más precoz desde Sampras aquel 1990, optará a ser el número uno del mundo más joven de la historia. La ausencia de Djokovic y la derrota temprana del hasta ahora número uno, Daniil Medvedev, han abierto el camino a la proeza. Lo logrará si Casper Ruud, que se bate en la otra semifinal con Karen Kachanov, no llega a la final. O si Alcaraz derrota al noruego en caso de que llegue a la final. Si ninguno de los dos se cuela en la final, el número uno será un conocido: Rafael Nadal.
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Los dos se mataron a palos en un partido que, con el paso de los sets, solo ganó en emoción e intensidad. Al fin, la moneda cayó del lado del español, pero Sinner no lo mereció menos. «Un clásico instantáneo», celebró la crónica de 'The New York Times' sobre el partido, que calificó a Alcaraz de «prodigio español».
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«¿Es este el mejor partido del año?», preguntaba la ex tenista Pam Shriver. «Es uno de los mejores partidos en la historia del US Open», calificaba Patrick McEnroe. Su hermano, John McEnroe, estrella de los ochenta y ahora comentarista de la ESPN decía que el partido mostraba «la evolución de este deporte».
«Mientras estén Rafa, Novak Djokovic y Roger Federer, ellos serán los mejores y su rivalidad siempre será la primera», dijo Alcaraz después del partido en rueda de prensa, con el cuerpo destruido. «Pero hoy hemos demostrado que somos el presente y que tenemos una larga carrera por delante», añadió sobre su enfrentamiento con Sinner.
Este torneo de Nueva York era el primer 'grande' sin Nadal, Djokovic, Federer o Serena Williams en cuartos de final. No hay que correr a enterrar a los 'tres grandes' del circuito masculino. Djokovic, en gran estado de forma, se ha perdido muchos torneos por su negativa a vacunarse contra el Covid-19. Nadal, tras una temporada excelente, ha sufrido lesiones que han hecho descarrilar sus grandes opciones en Wimbledon y el US Open.
Todo eso es cierto. Pero también que gente como Alcaraz y Sinner llaman fuerte a la puerta. El propio Sinner estuvo dos sets arriba frente a Djokovic en los cuartos de final de Wimbledon. Y se ha convertido este año en el más joven de la historia en llegar a cuartos de final de los cuatro 'grandes'.
Alcaraz, gracias a la victoria de la madrugada de ayer, tiene la oportunidad de tumbar récords a sus 19 años. Hoy, frente al estadounidense Frances Tiafoe, verdugo de Nadal, será el más joven en llegar a una semifinal en Nueva York desde Pete Sampras en 1990, y el más joven en cualquier 'grande' desde Nadal en Roland Garros de 2005.
Si gana a Tiafoe, el premio será todavía más grande: además de luchar por su primer 'grande', el más precoz desde Sampras aquel 1990, optará a ser el número uno del mundo más joven de la historia. La ausencia de Djokovic y la derrota temprana del hasta ahora número uno, Daniil Medvedev, han abierto el camino a la proeza. Lo logrará si Casper Ruud, que se bate en la otra semifinal con Karen Kachanov, no llega a la final. O si Alcaraz derrota al noruego en caso de que llegue a la final. Si ninguno de los dos se cuela en la final, el número uno será un conocido: Rafael Nadal.
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