Tenis
Alcaraz aturde a Dimitrov
Masters 1.000 París-Bercy
El español alcanza los cuartos en París tras un partido sólido de una hora y doce minutos ante un búlgaro que no ofreció resistencia
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Carlos Alcaraz celebra la victoria ante Dimitrov
Carlos Alcaraz ya está en cuartos, muy firme en el primer set y con sentido de la responsabilidad en el segundo cuando se vio enredado en los errores, contagiado por los de Grigor Dimitrov. La rodilla no molesta y los recursos están cada vez ... más finos. Ahora, Rune o Rublev. Y el que sea con este nivel.
A la media hora de partido, a Dimitrov ya se le había hecho eterno el encuentro. Se iba al banco con un 6-1 en contra y muy pocas sensaciones de que algo pudiera cambiar en el segundo. Alcaraz había sido un martillo pilón: con la derecha o con el revés, a cada golpe que intentaba el búlgaro, ahí estaba siempre el español, afilada la muñeca y más ligero de equipaje que en la víspera con el siempre incómodo Yoshihito Nishioka.
Masters 1.000 París-Bercy
Octavos
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1 | 3 |
Había sido un set impecable por parte de Alcaraz. Se ajustó a las líneas y se desquició al rival; el primer saque funcionó con números muy altos (81% de puntos ganados con el primero) y con eso se lleva mejor el punto. Y más si enfrente hay un rival que tiembla en cada golpe y que se juega todo por ansiedad. En el primer set fueron 10 ganadores del español por 13 del búlgaro; pero también dos errores de Alcaraz por 17 del rival. Un mundo.
En el segundo set, y de la nada, una bola de break para Dimitrov. Dos buenos restos y un error del español, pero la concentración con el primer golpe lo solventó: saque directo. A partir de ahí, el Dimitrov deprimido del primer parcial. Errores no forzados de revés, de derecha, esos días que todo sale mal en la cabeza: las ideas no son claras y la ejecución con la muñeca se contagia del nerviosismo. El 28 del mundo se intentaba animar, apretaba con el primer saque, pero en los intercambios, las dudas. Poca convicción, refugiado en los cortados para evitar errores mayores y fragilidad para leer las directas de Alcaraz. A la hora de reaccionar, ya era tarde. Y cuando se reaccionaba, el fallo de bulto, como en el remate que le dio al español el primer break del segundo set.
Se dejó enredar en las dudas Alcaraz. Suele pasar en tenis, cuando el rival juega peor que tú, te sueles contagiar de sus dudas. Todo parece demasiado fácil. También cayó ahí el español, más errores de los debidos y, de golpe también, el Dimitrov de otras épocas, ocho títulos (Masters 1.000 de Cincinnati y Copa de Maestros 2017, entre otros) y mucha mano derecha. En la mezcla, Alcaraz pierde el saque y el partido es como si empezara de nuevo.
Pero al búlgaro se le desconecta la mano y la cabeza en cuanto observa la primera duda y que Alcaraz no va a dejarse engatusar demasiado tiempo seguido, que tiene más herramientas para levantarse ante cualquier rival y más ante uno que se pierde en cuanto las cosas no salen bien. Hasta una treintena de errores sumó Dimitrov, limitados los de Alcaraz en 15. Otra vez la mano tiembla, otra vez Alcaraz define. Break y saque para terminar el pase a cuartos en una hora y doce minutos.
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