Djokovic arranca como un ciclón

En el sol australiano se calienta Novak Djokovic, empeñado en el desafío de repetir algo que se antoja imposible. Después de un 2011 prodigioso, el serbio sigue siendo el enemigo y no hay síntomas de retroceso, impecable en su debut en la Rod Laver Arena ante el italiano Paolo Lorenzi, un rival con poco cartel pero que en el pasado Masters de Roma dio un susto importante a Rafa Nadal. Djokovic lo fulminó cediendo únicamente dos juegos (6-2, 6-0 y 6-0).

Djokovic no altera el plan y se estrena oficialmente en Australia como hizo en 2010, renovado mentalmente después de acabar vacío. Ahí sumó el primero de los tres grandes de la temporada y sintió una liberación inmensa, confirmado como el tercer hombre después de vivir siempre pendiente de Nadal y Federer. Ahora es él el que manda, ahora Djokovic marca el camino.

Perdió el primer juego, cedió su servicio y enderezó la situación con una racha de 18 juegos consecutivos, velocidad de crucero hacia la segunda ronda —se medirá con el colombiano Santiago Giraldo— después de arreglar sus problemas con las lentillas. «Me ha costado un par de juegos coger el ritmo», señaló el número uno, a quien antes el calor le derretía y ahora ni le inmuta. «Hemos jugado a unos 35, el día más caluroso desde que estoy aquí. Sin embargo, creo que he jugado bien después del primer set», admitió. Más allá de lo que ocurrió en la pista, Djokovic alimentó el debate sobre el calendario y reclamó un cambio de inmediato: «Sólo al ver las lesiones que tenemos, especialmente entre los mejores jugadores, incluido yo, siento que al final del año es obvio que necesitamos un cambio. Pero prefiero hablar los detalles de estas cosas a puerta cerrada».

Entre los españoles brilló David Ferrer, muy seguro ante el portugués Rui Machado. Ganaron también Andújar y Marcel Granollers, señalado éste último como el doblista del futuro en la Davis y que sufrió para superar en cinco sets a Levine. Mientras, se despidieron Gimeno-Traver, García-López, Bautista y Juan Carlos Ferrero, que rozó el triunfo ante Troicki y desperdició dos mangas de ventaja.

En el cuadro femenino, sólo se salvó de la quema Carla Suárez, quien superó a la rumana Irina Begu por 6-1 y 7-5. Silvia Soler y Lourdes Domínguez quedaron eliminadas.