La trama que amañó partidos de tenis y apuestas deportivas no irá a prisión

El primero lideraba un grupo que se coordinó con otro encabezado por los armenios Armen Melkumyan y Artur Ajaryan para manipular partidos en los que habían apostado previamente a través de otras personas, como amigos, familiares y, cuando empezaron a sospechar que les estaban vigilando, con otras personas que apostaban por ellos a través de distintas cuentas de usuarios en casas de apuestas.

El Ministerio Público solicitaba para ellos en un principio hasta 8 años de cárcel, pero ha rebajado su petición con la conformidad de todos los implicados, que han reconocido los hechos y han aceptado sendas condenas de un año y nueves meses de cárcel por los delitos de corrupción en el deporte y estafa continuada y otros tres meses por el de pertenencia a grupo criminal, además de una multa de 450 euros.

En total, dos años de prisión para cada uno de ellos, lo que les permitirá eludir la cárcel, tal y como contempla el artículo 80 del Código Penal, según el cual «los jueces o tribunales, mediante resolución motivada, podrán dejar en suspenso la ejecución de las penas privativas de libertad no superiores a dos años cuando sea razonable esperar que la ejecución de la pena no sea necesaria para evitar la comisión futura por el penado de nuevos delitos«.

De hecho, las defensas de varios de los condenados han pedido al tribunal que se pronunciara hoy mismo sobre la suspensión de esas penas cárcel. No lo ha hecho porque ha aceptado la petición de la Fiscalía y la acusación particular, que ejerce la Unidad de Integridad del Tenis (TIU, por sus siglas en inglés, el organismo internacional que vela por la limpieza en este deporte), de comprobar antes el historial penal de los condenados para verificar que no tienen antecedentes que hagan sospechar que podrían reincidir, lo que les impediría acogerse a esas suspensión de la pena.

Así lo ha explicado la propia presidenta del tribunal, que ha avanzado a los condenados que la sentencia definitiva será idéntica a la conformidad que han aceptado con el acuerdo de todas las partes y que no habrá «ningún inconveniente» para que eviten la cárcel si cumplen los requisitos, básicamente que no tengan antecedentes y que no haya riesgo de reincidencia. La propia acusación particular (TIU) ha avanzado también que está de acuerdo con que así sea.