Tomeu Salva, la pareja fantasma

Sin embargo, la noticia estaba en el doble formado por los dos españoles, que dieron la sorpresa eliminando a cabezas de serie hasta plantarse en la final y perderla por poco. Tomeu Salva-Vidal es un desconocido para el gran público, pero no tanto para el mundo interno del tenis. De hecho, Tomeu es el mejor amigo de Rafael Nadal, crecieron juntos y jugaron juntos, también en dobles, hasta que la temprana explosión de Nadal les separó. Tomeu está colocado en el puesto 361 del ranking, tiene veinte años (cinco meses menos que Nadal) y se le vaticina un gran futuro.

Es zurdo, como Rafa, y juntos vencieron en todos los torneos juveniles y cadetes que jugaron, en individuales y dobles. De hecho, era muy normal que ambos se enfrentaran en la final y allí casi siempre ganaba Nadal. A pesar de estar a la sombra del número dos del mundo, Salva también hizo sus pinitos. Es campeón de Europa cadete y de España junior. Junto a Nadal fue campeón de Europa y del Mundo en casi todas las categorías y, sobre todo, son íntimos amigos. Según Tomeu: «Nunca nos hemos peleado. Gane o pierda siempre es el primero que entra en la pista para darme ánimos. Hablo con él antes que con mi entrenador o con mi familia».

A Nadal la fama no le ha hecho olvidar que Tomeu es su mejor amigo y de hecho «nos mandamos mensajes al terminar de jugar para saber lo que hemos hecho. Si estamos fuera nos llamamos mucho para hablar de nuestras cosas».

Tomeu no para de contar anécdotas sobre su amigo, como aquella en un torneo que patrocinaba una marca de chocolates. Les dieron infinidad de chocolatinas y Nadal, que es un enamorado del chocolate, se atiborró tanto que por la noche estaba pesadísimo: «Lo que hizo fue atiborrarse aún más para poder vomitar. Así lo hizo, vomitó y al día siguiente jugó un partidazo».

Caminos separados

También es famosa la anécdota de Francia cuando Rafa estaba jugando contra un japonés. El español iba perdiendo hasta que su entrenador en aquel entonces, Nito Llorens, le dijo que los japoneses mataban a los delfines: «Rafa se agarró tal globo que empezó a pegar a todo como un poseso y sacó al japonés de la pista a raquetazos. Ya no pudo hacer ni un solo juego».

Tomeu Salva nació en Cala Millor (20-11-1986), mide 1,79 y empezó a jugar a los cinco años, más que nada porque su familia vivía al lado de un club de tenis (el club de tenis Can Simó) y sus padres le regalaron una raqueta por su cumpleaños. A los 15 años se fue a Barcelona a entrenar con la Federación Española de Tenis. Estuvo allí hasta los 18 y luego pasó a Valdoreix, en San Cugat, donde reside ahora, en el centro de alto rendimiento.

Ambos hacían diariamente el recorrido Menorca-Palma para entrenarse en la Escuela Superior del Gobierno Balear, unas veces en el coche de la familia Nadal y otras en el de la de Salva. La explosión de Nadal les separó. Desde entonces han tenido pocas ocasiones de jugar juntos. Han aprovechado las escasas oportunidades que ha surgido de volver a hacerlo, como en este torneo, en el que Tomeu Salva recibió una invitación especial, como en el Godó del año pasado.

Su estreno fue bueno. Empezaron en gran forma y eliminaron a Michel Mertinak y Petr Pala, segundos cabezas de serie, por un claro 6-1 y 6-3. Esto les permitió coger confianza hasta llegar a la final. ¿El problema? Vicario no ve bien que Nadal juegue tres partidos en Davis. Demasiado gasto, dice.