Suárez, adiós entre lágrimas

Decidió no jugar el partido de dobles con Garbiñe Muguruza para aprovechar la tarde y la noche para recuperar fuerzas. Hizo lo posible por evitar que la fiebre volviera a limitar su potencial, pero el inicio del partido no fue el mejor. Stosur sabía de su condición y la obligó a correr en los primeros compases. Fruto de ese ir y venir, la australiana se ganó los tres primeros juegos casi sin oposición. Pero entonces, surgió la rabia de la española.

Se olvidó de los mareos y arrinconó a la fiebre. Encadenó cinco juegos consecutivos y para desesperación de Stosur, que no conseguía centrar su juego para hacer daño a una Suárez mermada por la gripe. Como un virus, los nervios se adueñaron de la raqueta de Stosur y Suárez tiró de calidad y casta para ganar el primer set.

A pesar de los gestos de dolor cuando bebía agua, su entrenador, Xavier Budó, la animaba: «Así vas a ganar. Con esa derecha. Así vas a ganar». Sin embargo, el tremendo esfuerzo del primer set fue demasiado pra su propio orgullo. Recuperó un break inicial, pero Stosur encontró los golpes necesarios para hacerla correr de nuevo. El bajón anímico fue demasiado y la australiana poco tuvo que hacer para llevarse la segunda manga.

El descanso entre sets no fue suficiente para Suárez. Stosur, además, había encontrado las se desquitó de los errores iniciales y aprovechó las debilidades de Suárez, con gestos de dolor hasta cuando bebía agua. La canaria, sufriendo hasta las lágrimas , siguió batallando cuanto pudo contra la australiana y la fiebre, pero alargar el encuentro hasta el tercer set fue demasiado castigo. No tuvo más fuerzas, y se despidió de la Caja Mágica, rendida ante su bravura.