open de australia
La rutina de Nadal
El balear supera a Sweeting sin esfuerzo y solo cede cuatro juegos
enrique yunta
Rafa Nadal progresa adecuadamente, clasificado para segunda ronda después de otro paseo por Australia. Esta vez con sol, emergente en Melbourne después de unos días de descanso, tan dañino y molesto para la vista de su tío Toni que hasta se cambio de ubicación. ... Desde cualquiera hubiera comprobado que su sobrino, mejor raqueta del circuito, arrolló a un norteamericano, Ryan Sweeting, superado por los acontecimientos. Nadal ganó por 6-2, 6-1 y 6-1 en una hora y 42 de juego.
Contrasta este estreno oceánico de Nadal con el de Roger Federer, exigido hasta la madrugada en su segundo compromiso aquí. Claro que Pilles Simon es mucho más que Sweeting, tan nervioso en los primeros compases que sus servicios se quedaban en los 120 ó 130 kilómetros por hora, la velocidad que se imprime en el circuito femenino. Para empezar, regaló su servicio con dos doble faltas, demasiada concesión para un Nadal que jugó a su antojo, haciendo del pulso un entrenamiento ya que probó situaciones y golpes con vistas al futuro más inmediato. Para entonces, se le antojan rivales algo más complicados.
Porque, al igual que en su debut contra Marcos Daniel, que se retiró lesionado antes de terminar la segunda manga, Nadal encontró oposición en su joven oponente, al que únicamente se le conocen 12 triunfos en partidos de torneos ATP.
Sweeting, verdugo de Gimeno-Traver, se dio cuenta muy tarde de que estaba en la Rod Laver, cuyos aficionados esperan atracciones más fuertes. Vestido de amarillo y blanco , confundido su uniforme con el de los recogepelotas, se puso a temblar con los raquetazos de un Nadal que se encontró mucho más a gusto con su servicio (siete saques directos). A Sweeting, en sus inicios, le llamaban “Huracán”. En esta ocasión ha comprobado lo que es uno de verdad.
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