Djokovic y su furiosa súplica a la grada de París

Cecchinato acabó ganando en el cuarto match-ball del que dispuso, pero antes Djokovic tuvo la oportunidad de forzar el quinto set. Sin embargo, falló de forma estrepitosa un golpe en la red aparentemente sencillo y reaccionó con furia en dirección a la grada.

Con las manos juntas en posición de sública, Nole recriminó al público que celebraran el punto antes de tiempo, lo que al parecer le desconcentró. Con la cara desencajada y llevándose el dedo índice a los labios pidió silencio a la grada.

Finalmente, Djokovic terminó perdiendo los dos siguientes puntos, y echó el cierre a su participación en Roland Garros, donde sin embargo ha vuelto a dar grandes síntomas de recuperación.

Tras la derrota, Djokovic compareció desolado ante la prensa, y dijo que no sabe si jugará la temporada de hierba. «No sé lo que voy a hacer. Acabo de salir de la cancha. Lo siento, pero no puedo dar una respuesta».

Cabizbajo y con la mirada perdida en las uñas de las manos, se sentó antes que la mayoría de los reporteros —que se apiñaron en la sala— y no empleó más de 30 segundos en cada respuesta, muchas de ellas despachadas con un «no» o un «no sé».

Aseveró que no es la derrota más dura de su carrera y felicitó por la victoria a su rival, al que dio un abrazo al término del encuentro.

«Nunca es difícil para mí felicitar a un rival con el que pasé un gran momento en la cancha. Marco mereció ganar el partido. Le conozco bien y es un buen tipo».