Del Potro, un muro para Djokovic

Se enfrentan ahora porque el argentino es el cabeza de serie número 25, castigado durante casi un año por una operación de muñeca, 485 del mundo después de Australia porque el ranking de la ATP no tiene piedad con las lesiones. Ahora es el 26, campeón este año en Delray Beach y en Estoril. Cada día va mejor, aunque sabe que le queda un lento paseo largo. "Si quiero seguir vivo en el torneo tengo que mejorar cada día" , admite Del Potro.

La intención del equipo del argentino es llegar en un estado óptimo a la segunda parte de la temporada, ir fresco y estar fuerte cuando otros languidecen por los excesos del principio. Delpo, como así le llama todo el mundo por los pasillos del tenis, ha planeado la temporada con esa idea y de ahí que su agenda no incluyera torneos como Montecarlo o Barcelona, pues no es recomendable una carga de trabajo excesiva después de tanto tiempo parado. Además, se complicó la preparación para Roland Garros al sufrir un problema en la cadera durante el torneo de Estoril que le obligó a retirarse de Madrid horas antes de medirse a Nadal.

Dice Del Potro que ahora se divierte más, que la lesión le ha hecho más fuerte: "Después de todo lo que me pasó el año pasado, entro a la cancha disfrutando del momento y del partido más que sintiendo presión y esas cosas", reflexiona ante una nube de periodistas argentinos que le avasallan a preguntas, ansiosos por verle de nuevo entre los mejores. "Para ser sincero, e stoy lejos de los top 10 . Trato de acercarme, pero no sé cuánto tiempo necesito. El físico y la cabeza son tan importantes como el tenis, no es fácil volver y jugar bien", conviene. Tenis le sobra, así que sólo le falta de lo otro.

Partidos como el de Djokovic son los que le sirven de prueba. Llega antes de lo previsto, "una tercera ronda ficticia" , y remarca la sensacional trayectoria del serbio, amigo personal con el que comparten ratos y diversión. "Si no es ahora número uno, lo va a ser dentro de muy poquito", deduce. "Este año lo está haciendo fantástico, se merece todo lo que está le pasando". Habla de los éxitos de Nole en Australia, Dubai, Inidan Wells, Miami, Belgrado, Madrid y Roma. Habla de las 39 victorias consecutivas , tan cerca de superar las 42 de John McEnroe, un récord de otro siglo. Habla del jugador de moda, el tenista perfecto al que la cabeza le funciona mejor que nunca, un jugador del que se escriben líneas y líneas sobre su dieta en busca de una respuesta a semejante eclosión.

Del Potro, campeón en 2009 del US Open, un mérito que le otorgó el premio al argentino del año pese a que Messi, por entonces, arrasó con el Barcelona de las seis copas, desafía al mejor tenista del momento. "Aún no hemos apostado, pero espero que no sea plata. Él tiene mucha más que yo", bromea. Una licencia antes de la batalla. "Ninguno de los dos ha tenido suerte con este cruce", sentencia Nadal. Ellos no, el público de la Philippe Chatrier, sí.