WIMBLEDON
Lisicki ilusiona a Alemania
Con el saque más potente del circuito, se mete en semifinales doce años después de que lo hiciera la última germana (Graf)
LAURA MARTA
Steffi Graf fue el referente alemán en el tenis femenino, pero una vez se apagó su estrella, Alemania dejó de producir tenistas con su carisma y su potencial. Sin embargo, parece que la sequía de tenistas alemanas ha llegado a su fin.
Primero fue Andrea ... Petkovic, trece del mundo. Toda baile, risas y literatura mientras alcanzaba dos cuartos de final de un Grand Slam de forma consecutiva (Australia y Roland Garros). Poco después surgió Julia Goerges (16, campeona este año en Stuttgart) y, ahora la gran revelación del torneo de Londres: Sabine Lisicki . Ha derrotado a Marion Bartoli para alcanzar las semifinales de un Grand Slam por primera vez en su carrera, pero no lo hizo de cualquier forma, sino con un saque demoledor que más se parece al del cuadro masculino que al suyo propio. Acumula 44 aces y, sin duda, tiene el servicio más rápido del circuito (ha llegado hasta los 199 kilómetros por hora). Templó los nervios de los que suele hacer gala y se sobrepuso al tie break que le arrebató Bartoli en el segundo set. “Sabía que tenía que afinar en el tercero y eso hice”, sentenció tras el partido. Y se enfrentará ahora, por un puesto en la final a Maria Sharapova.
Lisicki surgió en el circuito profesional en 2008, subiendo en la clasificación desde la 100 a la 30 en doce meses, y haciendo su mejor participación en un grande hace dos años, precisamente en estas mismas pistas. No obstante, en 2010 una lesión de tobillo la aparcó de la competición cinco meses y la relegó al puesto 218 y ha sido invitada por varios torneos para compensar esa mala clasificación, fruto un sistema de puntos cuestionable. Wimbledon le concedió una wild card y la ha aprovechado perfectamente al alcanzar las semifinales. “No sé qué decir, no lo puedo creer”, declaró después de ganar a Bartoli, mientras agradecía entre lágrimas el apoyo de la pista. No solo carga con su breve palmarés a las espaldas, sino con todo un país que lleva doce años sin ver a una de sus tenistas alcanzar las semifinales de un grande. Alemania respira con tres tenistas que encima gustan a las cámaras.
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