
Han sido tres meses de vacío tenístico, ausencia de drives, saques directos y dejadas. Pero ayer, en la cumbre del Sol, en la localidad alicantina de Benitachell, las zapatillas volvieron a teñirse de rojo tierra batida y las raquetas notaron la tensión de las pelotas. ... Por fin el tenis, al menos un tenis poscoronavirus que viene para instalarse en los próximos meses. El torneo de exhibición «Region of Valencia Tennis Challenge» , que reúne a Roberto Bautista, Pablo Andújar, Pablo Carreño y Álex de Miñaur durante este fin de semana, puso esa primera piedra para recuperar una normalidad a la que todavía costará adaptarse.
Para empezar, los cuatro tenistas se entrenan en la misma zona, norma indispensable para llevar a cabo el proyecto, toda vez que siguen sin estar permitidos los desplazamientos entre diferentes provincias. Y para continuar, el resto de medidas de seguridad adaptadas a una pista de tenis.
Todos pasaron una prueba del coronavirus y se les tomó la temperatura antes de empezar. Los dos jugadores elegidos para romper este hielo impuesto por el coronavirus, Andújar y De Miñaur, llegaron a la pista por separado, apenas un minuto antes de la hora de inicio. En sus raqueteros, sus propias toallas , que dejaban colgadas en las vallas porque han desaparecido las sillas y tampoco los recogepelotas tienen permitido acercárselas.
Las mascarillas fueron parte del atuendo. Los jugadores se las quitaron en cuanto llegaron al banco. No así el juez de silla, huérfano de sus compañeros de línea , ni los entrenadores, sentados en sillas más allá de la valla. También fue indispensable para los tres recogepelotas, uno en la red y los otros dos uno en cada fondo. Además, para ellos, a pesar del calor, también guantes para evitar el contagio por tocar las pelotas.
Solo tres por juego, aunque se cambiaban con cada servicio , ni siquiera las seis con las que se juega normalmente. Ahora, lo normal es que De Miñaur utilizara gel desinfectante nada más acercarse al banquillo o que el sorteo de pista se realizara a un metro de distancia. Como los cambios de pista, aunque se hicieran por el mismo lado. Hasta el saludo inicial y la felicitación final con el «típico» choque de manos ha mutado en el choque de codos.
«Buena»
Y con la ausencia de público, el tenis profesional se parece mucho a un entrenamiento o a aquellos torneos que jugaban cuando niños en los que había suerte si acudían los padres o había jueces de silla. Ya ni siquiera hace falta levantar la raqueta para felicitar al rival por un buen golpe, basta con un «buena» audible como nunca . También las reclamaciones de los jugadores son claras y diáfanas, como las correcciones del juez de silla.
El juego, el menos, no ha dejado de ser lo que era. E impuso De Miñaur su gran estado de forma en el primer encuentro, con un 6-2 y 6-3 ante Andújar que evidencia una buena puesta a punto del australiano, que pasó el confinamiento en Alicante. En el segundo encuentro, Bautista estuvo más acertado que Carreño (6-4 y 6-4), aunque este se levantó de un 2-5 en el segundo set hasta un 5-4 y obligó al de Castellón de la Plana a esforzarse hasta la tercera bola de partido. Para hoy (13.30 horas, GolTV) Andújar-Bautista, a las 15.30 horas, De Miñaur-Carreño. Mañana: Bautista-De Miñaur (13.30) y Carreño-Andújar (15.30 horas).
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