Medvedev rompe la tiranía en el número 1

Comienzan los jóvenes, que cada vez lo son menos, a entrar por los resquicios que dejan los mayores. Por edad, hace ya algún tiempo que deberían tocarles premios más grandes a los Medvedev, Zverev, Shapovalov o Tsitsipas , pero ni el español ni el suizo ni el serbio se van a apartar sin más. El choque de eras se libra ahora.

Es Medvedev, 26 años, el alumno aventajado, eclosión en estos dos últimos cursos para llevarse un Grand Slam, empujar a Rusia en las competiciones por equipo y, desde hoy, líder de la ATP. Se sienta en el trono, además de por las ausencias de Federer y Nadal en buena parte de 2021, gracias a sus cuatro Masters 1.000, su Copa de Maestros, su US Open 2021, su estirón físico y mental con ese tenis ecléctico que le es tan efectivo. Acumula un botín de 8.615 puntos, por los 8.465 de Djokovic, ausente en Australia y derrotado en cuartos del ATP 500 de Dubái. «Felicidades muy merecidas a Daniil Medvedev, que será próximo número 1 del mundo», aceptó el serbio.

Medvedev ya tiene su nombre, para siempre, entre los 27 elegidos que han liderado el circuito masculino desde que se impuso la clasificación en 1973. Tercer ruso, tras Yevgeny Kafelnikov (6 semanas en 1999) y Marat Safin (en 2000). Su nombre, además, se subrayará en los libros de historia porque pone fin a una tiranía ejercida por los tres grandes, Nadal, Federer, Djokovic, a la que se añadió, por contemporaneidad, Andy Murray. Entre los cuatro han ejercido una soberanía absoluta que comenzó con el suizo el 2 de febrero de 2004: 310 semanas para él, 209 para Nadal, 361 para Djokovic -récord-, 41 para Murray. Más de 6.600 días repartido el trono entre esos cuatro apellidos.

Aunque el tiempo juega inexorablemente a favor de Medvedev y compañía, todavía muestran fisuras en su capacidad de sufrimiento , de templanza y de ambición para siquiera semejarse a sus maestros. El ruso no pudo centrarse para amarrar el triunfo en Melbourne, cuando todo parecía a su favor; Zverev fue expulsado de Acapulco hace una semana por un día de furia desatada inaceptable.

El tenis, como todo deporte, siempre tendrá relevo, nuevos estilos, diferentes personalidades. Y se dibuja ya en estos momentos ese cambio de guardia entre la potencia y la estrategia. Por fin llega la nueva generación, que se inició tímidamente con Dominic Thiem, pero que comienza a ganar siendo «mayor» . Sirva como dato que el ruso, con 21 años, no había conquistado ningún título; uno logró Zverev, seis tenía Federer, 23 Nadal y once Djokovic. Por suerte para los jóvenes, las carreras se alargan. Por desgracia para los jóvenes, las carreras se alargan.

Porque esperaban todos los veinteañeros que, a estas alturas de sus vidas profesionales, ninguno de los cuatro grandes estuviera en activo. O, al menos, con el nivel competitivo que todavía conservan. Pero ahí está Nadal, 21 títulos de Grand Slam , 91 en total; el último, recién mordido ayer en Acapulco. Y Medvedev será número 1, pero no ha conseguido ganar al balear en las dos ocasiones en las que se han cruzado en este 2022. Ni siquiera con el ruso con dos sets a favor en la final del Abierto de Australia.

De hecho, al ruso le durará poco el número 1, pues el 14 de marzo se le quitarán los puntos de su título ATP 250 de Marsella y volverá Djokovic a recuperar la posición. Cosas del tenis y su puntuación, para el Masters 1.000 de Indian Wells, el moscovita tendrá una nueva oportunidad de liderazgo. Es una muestra de lo que uno y otro grupo representan. Los veteranos siguen firmes, con esa pasión que los empuja a ser mejores cada día, y con esa rivalidad por ser quien más grandes acumule con la que se retroalimentan. Los jóvenes inician la conquista. Medvedev rompe la tradición.