El equipo de encordadores, a las órdenes de los tenistas

Se trata de los encordadores, los profesionales que ajustan las raquetas en función de las pretensiones del tenista. Este servicio corre a cuenta de los jugadores. Cada uno lleva el suyo propio, de una marca o material determinado.

La mayoría de los maestros de la raqueta optan por el poliéster, pero tal como apuntan desde la oficina de encordadores del Mutua Madrid Open, «el 30% de los jugadores opta por una c ombinación de poliéster con cordelaje de multifilamento –sintético o natural–».

El tiempo medio que tardan en encordar una raqueta es aproximadamente de entre veinte minutos, aunque tal como explica Xavi Segura, profesional del Mutua Madrid Open, cada jugador tiene sus preferencias: « Karen Khachanov , por ejemplo, pide tener listas las raquetas cinco horas antes del partido ». Al terminar el día, su trabajo se reinicia para poner esta característica herramienta de trabajo del tenista a punto para el próximo encuentro.

La peculiaridad de que M adrid sea de los torneos con mayor altitud influye en la tensión de las cuerdas. En el Conde de Godó de Barcelona la tensión era de 24 kilos y en la capital puede subir hasta un kilo . La razón está en que cuanto mayor es la altitud y mayor es la tensión, la pelota viaja más rápida.

Las tensiones altas de la raqueta sirven para que el jugador tenga más control y potencia de la bola, pero esto tiene consecuencias en su brazo, pues está sometido a un mayor esfuerzo a la hora de jugar.